Un caso que perjudica doblemente a Feijóo
BarcelonaLa coincidencia en el tiempo del caso Cerdán y el caso Montoro ha provocado una situación inédita en la política española: los dos principales partidos, PP y PSOE, afectados por escándalos de corrupción de gran magnitud aunque de distinta naturaleza (en el primer caso hablaríamos de un grupo reducido que cobraba comisiones a empresas y en el segundo de todo un ministerio cambiando leyes a la carta). Hasta ahora la corrupción había provocado finales de ciclo más o menos abruptos, como el caso del felipismo para el PSOE o el rajoyismo para el PP, pero nunca se había llegado a una cita electoral en una situación, digámoslo así, de empate. Y todo apunta a que en las próximas elecciones, sean cuando sean, ambos partidos tendrán munición para disparar al adversario y movilizar a los suyos.
Esta situación beneficia ahora mismo más al PSOE que al PP, ya que los populares confiaban en llegar a la Moncloa casi por inercia y en un clima de fin de ciclo como el de Felipe González en el periodo 1993-1996. Por el contrario, el caso Montoro puede tener dos efectos muy perniciosos para los intereses de Alberto Núñez Feijóo. Por un lado, puede movilizar al votante de izquierdas, y, por el otro, le puede hacer perder sufragios hacia la extrema derecha de Vox. Las encuestas ya están detectando un notable crecimiento de los de Santiago Abascal que, a su vez, servirá de espantajo para el PSOE.
Los socialistas han afinado cada vez más su maquinaria y tienen capacidad de descentrar a los populares, como se demuestra cada día con los tuits de Óscar Puente y la dimisión de Noelia Núñez. En cambio, el PP es víctima de su propia ansiedad por llegar a la Moncloa y con frecuencia se pasa de frenada, como cuando insiste en el tema de las "saunas" del padre de Begoña Gómez, la esposa del presidente español. Y un aspecto no menor: ahora mismo, y con cuantas precauciones sea necesario, parece que el PSOE tiene más perimetrado y bajo control (si se puede decir así) el incendio del caso Cerdán que Feijóo el caso Montoro, que insisten en minimizar en otro error de cálculo. Y es que aquí parece que no tienen posibilidad de "afinar" ninguna fiscalía ni, con los Mossos de por medio, tener ninguna policía amiga.