Corinna, en el 'podcast' sobre el emérito: "Aparecía feliz, como un niño de 5 años, con bolsas llenas de dinero"
La empresaria asegura que Juan Carlos I la tildaba de "dramática" cuando ella hacía preguntas: "¿No sabes cómo funciona España?"
BarcelonaVeinticuatro horas antes de que arranque en el Tribunal Superior de Inglaterra y Gales una nueva vista sobre la inmunidad de Juan Carlos I en el caso de acoso a su examante Corinna zu Sayn-Wittgenstein, este lunes se han estrenado los dos primeros episodios del podcast Corinna y el rey. Producido por Project Brazen y PRX, el podcast recoge la versión de la empresaria alemana sobre su relación con el rey emérito, desde que se conocieron, en febrero de 2004, hasta que ella acabó implicada en los negocios oscuros y la presunta corrupción del padre de Felipe VI. "Imagina que la persona que dice que quiere a tus hijos y que eres el amor de su vida te involucra en una investigación criminal", lo resume ella. Recogemos algunas de sus intervenciones más destacadas.
La protagonista del podcast, que ha llevado ante la justicia británica las presiones y amenazas del CNI para que no desvelara detalles sobre el emérito, no se corta a la hora de relatar determinados comportamientos que dejan a Juan Carlos I en evidencia. Ya sea a raíz del pago del viaje de boda de Felipe VI y Leticia, organizado por la empresaria y que fue a cargo de la Zarzuela y la empresa Navillot, como con la ostentación de bolsas de dinero en efectivo.
"Me pidió el favor y lo hizo de manera muy sutil. Por parte mía no despertó ninguna sospecha. Te encuentras con un jefe de estado, muy respetado [...]. Estás literalmente relacionándote con una especie de héroes globales, personas muy admiradas, cuando alguien te pregunta: ¿podrías decir a la empresa que emita dos facturas? Esto no despierta ninguna alarma. ¿Por qué lo tendría que hacer?"
"Lo veía volver de los viajes y era feliz, como un niño de 5 años. Llevaba bolsas llenas de dinero en efectivo. Yo me quedaba sin palabras y le decía: «Dios mío, ¿qué es esto?» Y era como: «Ah, esto es de mi amigo, esto de ese otro». Parecía una situación muy habitual [...]. Si le hacía alguna pregunta me respondía: «Ay, eres tan dramática. ¿No entiendes cómo funciona España?» No, claramente no lo entendía".
"Había cosas que para mí eran inusuales [...]. Él llamaba a alguien que tenía una gran variedad de vinos de burdeos y decía que le encantaban y que si le podían enviar alguno. Lo siguiente que veías es que le llegaban veinte cajas de ese vino impagable. Su deseo era una orden para los otros y la gente se dejaba la piel solo para complacerlo".
Gran parte del primer episodio explica cómo era el inicio de la relación que mantuvieron, que nació en una cacería en Sierra Morena en febrero de 2004 y que se intensificó con las cartas y llamadas constantes del rey a las oficinas de Corinna en Londres con el apodo de "Sumer", en referencia a Su Majestad el Rey.
"<em>Su Majestad el Rey</em>. Obviamente, estaba destinado a ser una especie de nombre en clave, pero como tiene esta voz tan resonante y distintiva, cuando mis asistentes descolgaban el teléfono, todas sabían que era el rey de España".
"Me llamaba probablemente 10 veces al día, cada día me enviaba flores, cartas, me envió centenares de cartas [...]. Expresaba sus emociones de manera profunda. No eran cartas de amor estereotipadas, eran cartas de amor muy sinceras. Todas escritas a mano y en ellas hablaba sobre cómo me echaba de menos. Claramente, parecía que echara de menos a una persona con la que poder hablar de todo".
"Era muy divertido y bastante persistente, pero de una manera graciosa. Es claramente conocido por ser uno de los grandes seductores entre la realeza. Así que, obviamente, es muy bueno cuando tontea con mujeres, es muy habilidoso a la hora de leer la personalidad del otro [...]. Creo que es una especie de don. Sabe automáticamente cómo acercarse a la gente".
"Cuando la gente habla de una aventura y me dicen la amante, no es que sea despectivo, es que no describe con precisión la profundidad y la amplitud de esta relación. Nunca me había sentido tan vinculada a alguien como con el rey de España. En mi corazón, él era mi marido".
Corinna explica que después de los primeros encuentros, en los que el punto en común era la pasión por las armas, más adelante Juan Carlos I la invitó a hacer estancias en lo que ella denomina "la casita", un antiguo pabellón de caza a veinte minutos en coche del Palacio de la Zarzuela. "Me sorprendió porque estaba muy deteriorada, y me explicó que era el antiguo pabellón de caza de Franco". Ahí es donde habrían profundizado en su relación:
"Lo único que le dije era que ya era suficientemente duro aceptar que alguien estuviera casado [...]. Otra cosa era formar parte de una especie de estructura de harén, esto no me interesaba en absoluto".
"Creo que descubrió una nueva forma de vida lejos del Palacio [...]. Disfrutaba de la normalidad de todo".
Uno de los temas de los que hablaron en la intimidad, según la empresaria, fue el disparo con el que Juan Carlos I mató a su hermano Alfonso en Estoril cuando tenía 18 años, un caso que fue considerado un accidente y que nunca fue investigado, así como las consecuencias sobre su personalidad que –asegura– le ha supuesto a lo largo de la vida.
"Claramente estuvieron jugando a un juego estúpido. En todo caso, él cargó el arma. Nunca se ha investigado correctamente, pero creo que en el fondo de su alma y de su cabeza él siente una gran culpa [...]. La primera reacción de su padre fue la de hacerle prometer que no lo había hecho expresamente. Me puedo imaginar cómo se debía de sentir, porque eso quería decir que su padre pensaba que había disparado deliberadamente a su hermano".
"A menudo lo describen como alguien melancólico. Hay una profunda tristeza en él que está cubierta por esta bonhomía, por esta jovial, risueña y divertida manera de ser un <em>bon vivant</em>, pero tiene cambios de humor y se siente solo".