La CUP mantiene el no a los presupuestos y deja al Govern en manos de los 'comuns'

El último intento del -Govern para convencer a la CUP que permita la tramitación de los presupuestos ha sido fallido. Después de que la formación asamblearia haya ratificado que no retirará la enmienda a la totalidad a las cuentas, los comuns pasan de plan B a socio indispensable del ejecutivo. El president Pere Aragonès dispone de menos de 48 horas para afianzar un acuerdo con Catalunya En Comú - Podem y conseguir que no se tumbe el proyecto solo 11 días después de que llegara al Parlament. La confirmación del veto de los anticapitalistas certifica la ruptura de la mayoría independentista que facilitó la investidura y convierte a los de Jéssica Albiach en el actor clave en tiempo de descuento. Y la dirigente ya ha advertido este sábado de que su partido no está en la cámara para "hacer de comparsa de ninguna mayoría del pasado". Enmendando las palabras del conseller de Economía, Jaume Giró, que la semana pasada dijo que habría "presupuestos o presupuestos", ha defendido que su apuesta es "transformación o transformación".

La jornada ha empezado marcada por una incertidumbre que se ha concretado, finalmente, en un cambio en la correlación de fuerzas, en el que los comuns han ganado capacidad de presión y la CUP se retira, al menos en el primer trámite de las cuentas, que ahora mismo no tienen el apoyo de ningún otro partido más allá de JxCat y ERC. Un tumbo que ha generado movimientos en la ejecutiva nacional de ERC, que después de una reunión de urgencia para valorar la decisión de los anticapitalistas ha decidido "intensificar" la negociación con los comuns. Fuentes de la formación violeta confirman que ERC ha contactado con ellos y mañana por la tarde mantendrán una nueva reunión con representantes del Govern. Con todo, en un comunicado los republicanos también se comprometen a "seguir trabajando con una mayoría independentista que reafirme el camino hacia la República Catalana", con la CUP como elemento "clave". A su vez, JxCat ha salido al paso para advertir al PSC y los comuns que una posible abstención o apoyo a los presupuestos "no desmontará" la mayoría independentista, ha dicho el dirigente del partido, Jordi Sànchez. También Demòcrates ha mostrado su inquietud y ha reclamado que no se pacten los cuentas con los comuns.

La Coordinadora Oberta Parlamentària (COP) de los anticapitalistas –formada por las territoriales del partido, las organizaciones que lo apoyan y personas independientes con experiencia política–, reunida con carácter extraordinario por la mañana en Santa Perpètua de Mogoda, ha acordado mantenerse en el no al Govern y ni siquiera llevará la decisión a votación entre la militancia. Fuentes presentes en la reunión revelan al ARA que "la mayoría de los asistentes ha decidido que no había diferencias sustanciales para repetir la votación entre los militantes" en la última oferta del ejecutivo.

La portavoz de la CUP en el Parlament, Eulàlia Reguant, ha justificado la enmienda a la totalidad a los presupuestos porque la respuesta del Govern ha sido "insuficiente". También por el rumbo de la legislatura: porque "no hay un giro a la izquierda", por "la normalización de las relaciones con el Estado" y por el "estancamiento del conflicto político". "No se están generando las condiciones para la autodeterminación para que el país pueda decidir libremente su futuro. ERC y Junts tienen que situar un horizonte claro porque convocar más mesas no resolverá nada", ha añadido. A los cuperos, pues, no los ha convencido la propuesta de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, de crear un "grup de trabajo" sobre un eventual "embate democrático" en el Estado considerando la posibilidad de hacer un referéndum en esta legislatura. Tampoco la de analizar durante la primera mitad de 2023 si la mesa de diálogo ha dado sus frutos para decidir los próximos pasos, "incluida la virtual finalización de la negociación".

A pesar de valorar positivamente la contrapropuesta del ejecutivo de llegar hasta los 1.000 millones de euros en políticas de vivienda, 250 más de los previstos en los números del ejecutivo, Reguant ha criticado que "el parque público sea solo de un 2%" y que no se retiren las enmiendas de JxCat a la ley antidesahucios, una de las condiciones de la CUP. La formación también exigía que se descartara la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno –el Govern se limita a no formalizar la candidatura hasta después de la consulta ciudadana– y un veto al proyecto de Hard Rock que tampoco se ha producido. "Son los presupuestos de los macroproyectos que mantienen el BCN World o los Juegos, unos presupuestos continuistas en las políticas sociovergentes del turismo masivo, de un modelo caduco que fomenta la precariedad laboral y la especulación inmobiliaria", ha dicho Reguant, que ante la insistencia de los periodistas ha dejado claro que el posicionamiento es definitivo. De hecho, la CUP ya se ha postulado como la "alternativa" al ejecutivo para "fortalecer los derechos públicos como la sanidad o la vivienda y para avanzar hacia la independencia".

Barcelona, batalla de los 'comuns'

La decisión de la CUP ha sido recibida con gestos de victoria por parte de algunos miembros del equipo de Albiach, que seguían la rueda de prensa de Reguant desde los actos de la III Asamblea de Catalunya En Comú. Los comuns ya son la única opción del Govern para los presupuestos. El diputado David Cid anunció el viernes la decisión de presentar una enmienda a la totalidad a las cuentas después de una reunión en la que el Govern les hizo una propuesta con pocas concreciones. Fuentes de la formación insisten en afianzar acuerdos concretos antes del lunes por la mañana, cuando acaba el plazo para retirar las enmiendas a la totalidad y permitir la tramitación de las cuentas. Una vez superado este trámite, todos los grupos –incluida la CUP– podrían volver a establecer negociaciones sobre las cuentas con el ejecutivo. Pero de aquí al lunes, son los comuns los que tienen la llave para que el proyecto pueda salir adelante.

¿Qué puede costar al ejecutivo conseguir que los comuns retiren la enmienda? Desde la formación violeta reclaman entre otras cosas más inversión en trenes, un cambio de modelo hacia la reindustrialización y el fin del monocultivo turístico, más recursos destinados a salud mental y especialmente bucodental y el despliegue de la ley de barrios verdes. Pero el juego de alianzas en el Ayuntamiento de Barcelona también está encima de la mesa. A diferencia del 3 de noviembre, cuando Albiach se decidió a hacer una oferta directa a Aragonès para negociar los presupuestos en Barcelona, el Govern y el Estado, en esta ocasión no ha hablado de este pacto a tres bandas, aunque fuentes de la formación admiten la importancia de recibir el apoyo de ERC también en las cuentas del Ayuntamiento que lidera Ada Colau.

Es la única opción que tiene el Govern si quiere salvar los presupuestos a pesar de los constantes llamamientos al pacto del PSC. Aragonès fue tajante cerrando la puerta al líder socialista, Salvador Illa, cuando le dijo que "en política no hay nada gratis". "Lo que hoy lo puede parecer puede acabar siendo un precio de renuncia", sentenció el president, haciendo referencia al hecho de que los socialistas defienden un modelo de país diferente. Los republicanos no quieren de ninguna forma pactar con el PSC porque creen que perderían la fuerza de negociación con el PSOE en Madrid.