¿Qué dice el preámbulo de la ley de inmigración que Podemos tacha de "racista"?
La exposición de motivos habla del fenómeno migratorio, de la "realidad específica de Cataluña" y de "derechos y deberes"
BarcelonaPodemos se ha mostrado beligerante desde el minuto uno con el pacto entre el PSOE y Junts para que la Generalitat asuma competencias en materia de inmigración. Entre otras cosas, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, calificó el pacto de "racista" y cita la exposición de motivos de la propuesta como prueba, como también empezaron a hacer algunas voces de Sumar. Fuentes de Podemos añaden que les molestan las menciones al "riesgo de convivencia y cohesión social", la "idea de integrar y proteger la cohesión de la sociedad catalana" y que la ley hable del "aumento del integrismo", informa Andrea Zamorano. Ahora bien, ¿qué dice exactamente el preámbulo?
"Migración regular, ordenada y que ponga en el centro los derechos humanos"
El texto negociado entre socialistas y Junts arranca asegurando que el "fenómeno migratorio impacta plenamente en las sociedades europeas y conlleva cambios y transformaciones para los que los gobiernos deben estar preparados y deben afrontarlos de forma responsable". Y sigue asegurando que ahora este fenómeno se ha "intensificado" pese a que ha sido constante en la historia: "La baja natalidad que registran las sociedades más desarrolladas y un incremento de la natalidad en regiones devastadas por los efectos de la crisis y la falta de libertades convierten a la Unión Europea en un espacio necesitado y atractivo a la vez para la inmigración". Afirman que es "indudable el beneficio" de los inmigrantes en "términos culturales, sociales y económicos", además de aportar una "fuerza de trabajo indispensable" para sectores económicos no suficientemente cubiertos. Y apuestan por un modelo de "migración regular, ordenada y segura, que ponga en el centro a los derechos humanos".
"El riesgo para la convivencia"
Asimismo, se dice que más allá del aumento de los ingresos públicos derivados de las rentas de trabajo de las personas migrantes, también se incrementan las "necesidades" en el ámbito educativo, el sanitario, el de los servicios sociales, el de las infraestructuras, el de la vivienda o los usos de espacios públicos". "La responsabilidad de los gobiernos no consiste sólo en atender también cohesión social", declaran Junts y el PSOE en la exposición de motivos. Un riesgo, añaden, que es "alimentado por la desinformación y las mentiras" y que "aprovechan ideologías radicales de distinto signo que buscan erosionar los valores" europeos. "Un radicalismo que abarca desde la xenofobia y el racismo hasta el de racismo accionar y actuar sin complejos", sentencia.
El diferencial de Catalunya y el "impacto" en el catalán
Tras exponer el fenómeno, especifican que los niveles de inmigración en España son diferentes en cada comunidad autónoma y que Cataluña es una de las que más ha recibido. Recuerdan que se ha pasado de seis millones de habitantes a ocho en pocas décadas, que existe un 17% de población con nacionalidad extranjera y que la cifra se eleva al 22,4% si se tiene en cuenta el lugar de nacimiento. En este aspecto, Junts y el PSOE argumentan que esto tiene un "impacto" en la lengua catalana, definida como lengua propia en el Estatut. "En este contexto, ante el incremento del carácter poliédrico del fenómeno migratorio, es necesario acercar la gestión de este fenómeno a las administraciones más cercanas, como es la Generalitat de Catalunya o las entidades locales", defienden.
Después de mencionar que el Estatut da competencias exclusivas a Cataluña en materia de primera acogida y de integración, remarca que la "vocación de la sociedad catalana de gestionar por sí misma el fenómeno migratorio viene de lejos", mencionando acuerdos gubernamentales de la Generalitat de 1992, la creación de la secretaría de Imigración y de sus descendientes de dos años más tarde. Por todo ello, aseguran que existen "todas las condiciones" para que se deleguen las competencias en la Generalitat: "La realidad específica de la situación del fenómeno migratorio en Catalunya; la vocación de las instituciones y la experiencia de años de la administración de la Generalitat; y un marco legislativo preexistente sobre el que se pueda desarrollar la delegación de competencias".
"Derechos y deberes"
El modelo con el que se refleja la gestión catalana, dicen, es el "basado en derechos inclusivos, pero también deberes claros, tanto para las personas que llegan como para la sociedad catalana que los acoge". "Es muy importante que este marco de derechos y deberes cree también un marco cívico que vaya más allá de la lengua y la cultura, y que integre una serie de valores ligados a la convivencia, el trabajo, el esfuerzo, la educación o la igualdad de género", concluyen.