BarcelonaEl dictamen del Comité de Derechos Humanos de la ONU condenando a España por haber suspendido los derechos políticos de Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva no solo es una "victoria moral" del independentismo, en palabras del mismo Romeva, sino que también pone deberes a España. El principal: tiene que llevar a cabo reformas legislativas en un plazo de 180 días para que esto no vuelva a pasar. En una rueda de prensa conjunta este viernes, Romeva, Rull y también el abogado que ha coordinado la causa, Nico Krisch, desde Ginebra, han instado al Estado a actuar. "España debe acabar con la estrategia de opresión", ha dicho Krisch, mientras que Romeva ha apostado por la amnistía como la principal "respuesta política". Ahora bien, también se tiene que tener en cuenta que "el daño es irreparable" –no pueden volver a ser cargos electos– y que de momento la primera reacción de España, tal como ha afirmado Rull, ha sido el "desprecio". Por todo ello, el independentismo prefiere centrarse en lo que depende de él y no confiar demasiado en lo que pueda venir del Estado, y esto quiere decir aprovechar el dictamen de la ONU por las causas que están pendientes de resolución en Europa.
Rull y Romeva ven el dictamen de la ONU como "munició jurídica" y reclaman una reacción a la Sido
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Lo ha resumido Rull: "Soy poco optimista con el hecho de que el Estado mueva ficha en estos 180 días. Pero tendremos una buena munición jurídica para las causas que tenemos abiertas. Nos dará una fuerza extraordinaria". El mismo abogado de Rull, Jordi Pina, lo ha reafirmado poco después: "Por todo lo que nos viene encima es muy importante". El independentismo tiene una marea de causas que están en manos de la justicia europea, desde las cuestiones prejudiciales de las euroórdenes que ahora analiza el Tribunal General de la Unión Europea (TJUE) hasta los recursos de la condena del Tribunal Supremo que todos los presos políticos ya han llevado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Por el camino, sin embargo, hay otras causas pendientes de resolución, como la de Jordi Sànchez en el TEDH por el hecho de que la justicia no lo dejara salir de la prisión para ser investido presidente de la Generalitat el 2018.
Ahora, la resolución de las Naciones Unidas se irá incorporando por parte de las defensas en estos casos. "Esta será una carpeta fundamental para que las causas en Estrasburgo tengan su recorrido", ha afirmado Romeva. El principal argumento, según fuentes de las defensas, es que la resolución de la ONU demuestra la persecución política de España a los líderes independentistas, y esto directamente comporta que se ponga en entredicho, por ejemplo, que hayan tenido un juicio justo.
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Pendientes de juicio
Para Junts y ERC, sin embargo, el dictamen no solo puede hacer cambiar el rumbo de algunas causas que ya están en Europa, sino que también puede afectar varios casos que todavía no han sido juzgados. Sobre todo por el hecho de que, en palabras de Rull, la resolución reafirma que procesar por el delito de rebelión por el referéndum del 1-O es "un fraude de ley". Aunque la sentencia del Supremo condenara la mayoría de los líder independentistas por sedición –descartando la rebelión–, las Naciones Unidas también aseguran ahora que los hechos del 2017 no encajan con la rebelión. Ahora el dictamen también puede servir, pues, para jugar partidas judiciales como la que afecta a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, tal como ha apuntado el exconseller Carles Mundó, también miembro del equipo de la defensa de los presos políticos: "Cualquier acusación de rebelión sería abusiva, desproporcionada e ilegal, y la ONU lo ha dicho".
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¿Por qué Junqueras y Turull no han hablado?
En medio de un momento de desunión en el seno del independentismo, la acción judicial en las Naciones Unidas -conjunta entre Esquerra y Junts- para algunos representaba una brizna de esperanza para que los juntaires y los republicanos fueran más coordinados en un futuro. De hecho, así lo deseaban algunos cargos en privado los últimos días y una de las impulsoras de la medida, Neus Torbisco-Casals, admitía en declaraciones al ARA que conseguir que las dos formaciones fueran juntas a la ONU fue una de las cosas que más costó. Este viernes los dos partidos han querido escenificar esta victoria internacional, pero la logística del acto ha demostrado que será difícil recuperar la coordinación y la unidad. La rueda de prensa, sobre el papel, se tenía que desarrollar en dos espacios diferentes de forma simultánea: en Ginebra, desde el Club Suisse de la Press, y en Barcelona, desde la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales de la Blanquerna.
Los dos partidos habían pactado que Oriol Junqueras (ERC) y Josep Rull (Junts) hablarían junto con el abogado que ha llevado su caso a las Naciones Unidas, Nico Krisch, desde Ginebra. A su vez, Raül Romeva (ERC) y Jordi Turull (Junts) comparecerían desde Barcelona. Este jueves Junqueras ya estaba en Ginebra y Rull tenía comprado un vuelo a primera hora de la mañana para ir. Todo se ha truncado, sin embargo, cuando, una vez en el aeropuerto y casi embarcando, el exconseller de Junts ha visto que la compañía, Easy Jet, atrasaba varias horas el vuelo por la huelga de pilotos y no llegaba a tiempo a la rueda de prensa.
De esta manera, se ha decidido que Rull se quedaría en Barcelona. Ahora bien, la cosa no acaba aquí. Para mantener los equilibrios entre los partidos, se ha consensuado que Nico Krisch comparecería solo desde Ginebra a pesar de que Junqueras ya estaba allí y en algún momento del acto se lo ha visto entre el público. Si hablaba junto a Krisch hubiera faltado alguien de Junts. En Barcelona se ha decidido que intervendrían Rull y Romeva, pero no Turull porque si hubiera sido así habrían habido dos miembros de JxCat y solo uno de Esquerra. El resultado final ha sido que ninguno de los dos líderes del partido -Junqueras de ERC y Turull de Junts- ha hablado.