Los electorados de ERC, Junts, la CUP y los comunes rechazan la ampliación de El Prat

BarcelonaEl debate sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat ocupa una buena parte de la agenda política y mediática. Los partidos, instituciones, entidades y líderes de opinión han ido tomando posiciones, en algunos casos más explícitas y en otros más ambiguas. Pero no tenemos mucha información sobre qué piensa la opinión pública en conjunto. En este tipo de debates se suele oír a los sectores con intereses y posiciones más firmes a favor o en contra, y siempre queda la duda razonable de qué posición es la mayoritaria. En el marco de un proyecto de investigación de la Universitat de Barcelona, hemos podido encuestar a 1.000 personas entre el 6 y el 20 de agosto, mediante una muestra provista por la empresa Netquest, empleando cuotas de sexo, edad y nivel educativo. En la encuesta, entre otras cuestiones, se preguntaba sobre la ampliación del aeropuerto. La pregunta planteaba brevemente los argumentos de los partidarios y de los contrarios a la ampliación: por un lado, el incremento de vuelos intercontinentales y sus efectos positivos para la economía y, por el otro, la afectación a un espacio natural protegido y el incremento de las emisiones que producen el cambio climático. Se trataba, por lo tanto, de una pregunta genérica sobre la ampliación y no en concreto sobre la Ricarda.

De entrada, hay que destacar que un tercio de los encuestados declaraban no tener opinión sobre el tema. Es un porcentaje esperable, porque se trata de un debate reciente y específico. Más allá de esto, el resultado más destacado es la clara mayoría contraria a la ampliación. Un 41% de las personas encuestadas se oponen a la ampliación, frente a un 26% que están a favor. Dicho de otro modo: de entre los que sí que tienen opinión sobre el tema, un 60% son contrarios a la ampliación y un 40% favorables.

Esta es la foto general, que muestra que más bien el consenso social mayoritario en Catalunya es contrario a la ampliación. Pero si vamos más allá, y nos miramos los datos con más detalle, podemos observar algunos patrones interesantes.

En primer lugar, la juventud es hasta 10 puntos porcentuales más contraria a la ampliación que la gente de edad más avanzada. En los segmentos más jóvenes, los partidarios están alrededor del 20%, mientras que entre los de más edad, un 30% defienden la ampliación. Hasta cierto punto es esperable que la gente joven exprese una sensibilidad medioambiental mayor, y en la cuestión del cambio climático la juventud tiene un horizonte vital más largo y, por lo tanto, tiene motivos para preocuparse más por los efectos a medio y largo plazo de las emisiones. Ahora bien: no hay ningún grupo de edad en el que los partidarios de la ampliación sean mayoritarios. En todas las franjas hay más gente que se opone que gente que la defiende. Las diferencias más marcadas, aun así, más que en la edad las encontramos en el cruzamiento de los datos con la simpatía de partido. Aquí sí que hay un abanico muy grande: los partidarios de la ampliación son claramente mayoritarios entre los simpatizantes de la derecha españolista (Ciutadans, Vox y PP), y también entre el electorado socialista. Son los cuatro partidos que han expresado más claramente el apoyo a la ampliación. Pero en todos los casos hay un grueso nada negligible de contrarios a la ampliación.

El caso de Junts

Un caso más interesante es el de JxCat. Los consellers y líderes de Junts también han adoptado, mayoritariamente, una posición favorable a la ampliación del aeropuerto. Y, en cambio, esto no se corresponde con lo que piensa su electorado, porque encontramos un cierto predominio de los contrarios a la ampliación: un 37% se oponen y un 30% la defienden. ERC, que ha rechazado la operación de la Ricarda, tiene un electorado mayoritariamente contrario a la ampliación. De hecho, los porcentajes entre los votantes de ERC son bastantes parecidos a la media de la sociedad, ligeramente más escorados al lado contrario: un 23% a favor, un 33% no tienen una opinión formada y un 44% en contra. Los comunes y la CUP son los partidos más claramente contrarios a la ampliación, y esto se corresponde, como se podía esperar, con lo que piensan sus electorados, y de manera especialmente clara en el caso de la CUP.

El mapa que dibujan los datos, pues, es muy diferente al clima de opinión que se ha transmitido estos días en el debate público, donde probablemente las voces partidarias de la ampliación han sido sobrerrepresentadas. El frenazo en seco del proyecto, que los partidos querrían utilizar como arma arrojadiza, no parece que sea una solución especialmente mal vista por la opinión pública catalana.