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El empresario rebelde que quiere ganar a Feijóo pero no tiene ni avales ni el apoyo de la familia

El militante del PP valenciano José Luis Bayo pretende conquistar la presidencia de la formación

ValenciaLos lectores que tengan más memoria seguro que recordarán la campaña impulsada en la plataforma Change.org para solicitar la puesta en libertad "por razones humanitarias" del expresidente de la Generalitat Valenciana Eduardo Zaplana. Lo que quizás hayan olvidado es quién era el militante del PP que la promovió. Se trata de José Luis Bayo (Valencia, 1982), que estos días ha sido noticia después de anunciar que pretende disputar la presidencia de la formación en el gallego Alberto Núñez Feijóo.

La candidatura del empresario, una utopía en una formación que no permite la retransmisión de la disputa por su liderazgo, ejemplifica el carácter rebelde de un afiliado que destacó en la cantera de los populares, pero que se ha quedado en promesa. Coetáneo de Pablo Casado, Santiago Abascal y Juan Manuel Moreno Bonilla, no ha gozado de la carrera política con la que se suele premiar a aquellos que de jóvenes presiden las Nuevas Generaciones. El primero lo hizo en la Comunidad de Madrid, el segundo en el País Vasco, el tercero en Andalucía y José Luis Bayo en la Comunidad Valenciana.

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Su debut fue prometedor. Fue designado adjunto a la gerencia de la Fundación Jaume II, subsecretario de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias y asesor del ex número dos del partido Ricardo Costa. Esa carrera se truncó y, desde entonces, no ha dejado de intentar volver. Se postuló en hasta cuatro ocasiones para la presidencia del PP, dos para la estatal y dos para la valenciana, aunque no pudo concurrir a los congresos por la falta de avales o por la anulación de los que presentó.

Para sus aspiraciones políticas cuenta la almohada de la empresa familiar. Una compañía del sector metalúrgico con más de 50 empleados para la que trabaja y de la que prefiere no dar su nombre. "No quiero mezclar cosas. Además, a la familia no le gusta nada que me meta en política", se justifica. Gran aficionado taurino, hace tiempo que reclama dejar de mirar a los toros desde la barrera. Pero al PP parece que no le dejarán torear.