Feijóo se estrella contra la suma que puede hacer presidente a Sánchez

MadridSin sorpresas, a Alberto Núñez Feijóo le faltaron cuatro votos para conseguir la mayoría absoluta del Congreso y ser investido presidente del gobierno español. Los 172 votos del PP, Vox, Coalición Canaria y Unión del Pueblo Navarro han sido insuficientes ante los 178 de la mayoría plurinacional, integrada por las fuerzas catalanas, las vascas y el BNG, estas últimas encargadas este martes de poner voz al no al candidato. Si en la primera jornada del debate Feijóo constataba que Junts no es la Convergencia que se entendía con el PP en el pasado, en la segunda lamentó que el PNV se sitúe en una ecuación que también incluye a EH Bildu. Y el motivo es que Feijóo se ha abrazado a la extrema derecha. "Para añadir nuestros votos, deberían restar los 33 de Vox", ha advertido el portavoz jeltzale, Aitor Esteban, que ha confirmado al líder del PP que debe abandonar toda esperanza, también de cara a la segunda votación.

El viernes tendrá una nueva oportunidad en la que basta la mayoría simple, pero Feijóo necesita que cuatro diputados pasen del sí al no, o siete abstenciones. Y si no hay un giro radical de guión, no habrá movimiento alguno y el aspirante se quedará con los mismos apoyos que ya se auguraban la noche electoral. Pese a los llamamientos al transfuguismo desde el PP y Vox y la campaña de presión de la vieja guardia del PSOE contra la amnistía, los posicionamientos de todas las formaciones han quedado muy claros durante las dos primeras sesiones del debate de investidura. En una muestra de cómo todo el mundo daba ya por supuesto el fracaso de Feijóo y habiéndose demostrado que su investidura se parecía más a una moción de censura, muchos partidos ya se han dirigido a Sánchez como candidato a la presidencia, sabedores que pronto será su turno.

Así lo hicieron los independentistas catalanes el martes y también este miércoles la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, que se ha querido dirigir al presidente en funciones para advertirle que tendrá que “escuchar y atender las demandas de vascos y catalanes” si quiere tener éxito en su intento. Precisamente este escenario es el que ha querido explotar Feijóo en su réplica conjunta a las formaciones vascas –ha explicado que inicialmente tenía pensado no responder al partido abertzale porque cree que sus intervenciones “no tienen valor” mientras no pida perdón por ETA y colabore con la justicia–, sobre todo para intentar incomodar al PNV, su última carta.

“No nos apoya porque hay Vox de por medio. ¿Y apoyará a un candidato que tiene EH Bildu de por medio?”, le ha preguntado con intención Feijóo a Esteban, y ha dejado claro que a su criterio los independentistas vascos son el único partido al que habría que hacer un cordón sanitario. En un recurso habitual en las filas populares, ha asimilado EH Bildu con ETA y ha tratado de remover conciencias en el PSOE cuando ha afirmado que “hay que tener mucho cuajo y muy poca memoria para pactar con quien no condena los asesinatos a compañeros de partido”.

Esteban ha querido salir al paso de un discurso a veces contradictorio de Feijóo en el que en algún momento ha parecido que no hacía diferencias entre Bildu y el PNV. "Pensaba hacer la réplica desde el escaño", ha avisado, aunque finalmente ha vuelto a la tribuna de oradores para enviar varios dardos al candidato. El líder del PP había hurgado también en la competencia que EH Bildu y el PNV mantienen en Euskadi a las puertas de las elecciones autonómicas del próximo año y ha advertido al jeltzale que el "principal problema" del PNV es EH Bildu. El candidato ha intentado hacer ver a Esteban que le convendría acercarse al PP en lugar de rivalizar para ser "el primero en abrazarse" a Sánchez, pero lejos de convencerle, lo único que ha conseguido es enojarlo. “Hoy usted ha hecho más amigos”, le espetó para despedirle, después de dibujar su fracaso: “Usted dice que ha ganado, pero no ha llegado [a la mayoría], no ha llegado, y se ha quedado con un palmo de narices”.

Gamarra augura un referéndum

El PP también se quedó perplejo este martes cuando fue Óscar Puente quien intervenía en nombre del PSOE, en lugar de Sánchez o el portavoz del grupo parlamentario, Patxi López. Según el partido conservador, el presidente en funciones se "escondió" para no tener que responder sobre la amnistía, le recriminó Feijóo. "Ha preferido escaparse para no decir la verdad sobre las exigencias a las que está sometido. Quien calla, otorga. Veremos la intensidad de su silencio", ha insistido el candidato a la investidura, que ha cerrado la jornada tras la intervención de su número 2, Cuca Gamarra, que ha preguntado a Sánchez: "¿Cuánto más deben presionarle los independentistas para que acepten un referéndum sobre la unidad de España?" Probablemente, Puente volverá a intervenir el viernes en la jornada del fracaso definitivo de Feijóo, mientras Sánchez espera su turno y el PSOE entra a fondo en las negociaciones con Junts y ERC.

La cuenta atrás ha comenzado con la primera votación: dentro de dos meses, el 27 de noviembre, se disolverán las Cortes españolas si no se logra investir a un presidente. La segunda votación del viernes se presenta como un trámite casi sobrante y, de hecho, en el patio del Congreso ya todo el mundo preguntaba por las opciones de Sánchez y el estado de las negociaciones con las fuerzas soberanistas. Fuentes republicanas apuntaban que se habla de la financiación autonómica y el déficit fiscal, pero desde el gobierno español lo desmentían. En las filas socialistas insisten un día más en la idea de ser respetuosos con los tiempos establecidos, así que hasta que Felipe VI no designe a Sánchez como candidato, no adelantarán nada. Eso sí, a tenor de las exigencias que puso sobre la mesa la diputada de Coalición Canaria para su voto a Feijóo, que podrían valer también para la investidura de Sánchez, fuentes de la Moncloa señalan que la mayoría plurinacional con la que se ha topado el líder del PP podría ampliarse. El PSOE cree que podrá sumar el voto de la canaria Cristina Valido, aunque igualmente deberá remangarse con el independentismo.