BarcelonaDesde la visita de Mariano Rajoy en el 2011 al Parlament que un dirigente estatal del PP no pisaba la cámara ni daba una rueda de prensa. Han tenido que pasar trece años, incluidos los más turbulentos del Proceso, hasta que este lunes a mediodía Alberto Núñez Feijóo no se ha reunido con el grupo parlamentario popular, acompañado de diputados catalanes en el Congreso y cargos del partido. "Tiene un carácter simbólico porque desde el golpe de 2017 a la democracia no se producía una visita del líder nacional del PP", soltó el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, poniendo el acento en que es "un acto de normalidad" aunque no se hacía desde el inicio del Proceso.
Tras quintuplicar los resultados en Catalunya (15 diputados), llegó la visita de Feijóo, quien en su comparecencia recalcó que el PP está preparado para una eventual repetición electoral y declaró la guerra total al PSC en una ola de reproches. Los populares han salido de la travesía del desierto después de obtener 4 y 3 diputados en 2017 y 2021 con las elecciones del 12 de mayo, que tuvo una campaña con la omnipresencia de Feijóo y el liderazgo ratificado a última hora de Alejandro Fernández. El acto de este lunes ha servido para demostrar la fuerza del PP, cuarto partido de la cámara, y evidenciar que ha vuelto para ser importante suceda.
"El PP ya no es una fuerza residual, es un actor decisivo", ha dicho Feijóo en la rueda de prensa posterior a la reunión. El compromiso que ha adoptado del grupo es ser "barrera de la alianza entre el socialismo y el separatismo". Fernández, de hecho, ha detallado que "el PP está preparado para cualquier escenario que se presente tanto si hay repetición como si no la hay", mientras "el PSC está liderando el Proceso" con "prácticas lamentables" como la reforma del reglamento sobre el voto delegado y telemático para que los exiliados puedan votar. Y ha añadido que los de Salvador Illa han "abandonado" y "traicionado" el constitucionalismo.
Al ataque contra el PSC
El repertorio de Feijóo contra los socialistas ha sido variado: "El PSC ignora y humilla a los votantes", "defiende los privilegios de los políticos independentistas" o "nada de lo que negocia el PSC estaba en su programa". También ha insistido en la reclamación de que el PP debe tener un senador de designación autonómica según los resultados del 12 de mayo, algo que la mesa decidirá este martes a la hora de elegir la fórmula de elección -la mayoritaria Imperiali, que se utilizó la pasada legislatura para excluir a Vox también dejaría a los populares sin senador–. "Espero una mínima coherencia histórica del PSC en relación al Senado", ha subrayado, recordando que los populares votaron a favor de la designación de Miquel Iceta, tumbada por la oposición independentista.
Asimismo, se ha cuestionado "por qué si los independentistas son menos que nunca mandan más que nunca" –en alusión a su influencia en Madrid– y ha cargado contra "el cordón sanitario" que dice que el partido sufre en Cataluña. En definitiva, ha defendido que "Catalunya está bloqueada por los problemas de los políticos" y que, al fin y al cabo, "solo se habla de perdonar la malversación de unos y tapar la corrupción de otros". A su juicio, "la única alternativa" es el PP, tanto para "poner fin al Proceso" como para tratar "los problemas reales", el discurso que el PP ya hacía en campaña y que vislumbra a reproducir si hay repetición electoral el 13 de octubre. Los populares, en su caso, exhiben tener el engranaje listo.
Feijóo avisa a Abascal sobre los migrantes: "Hay que ser solidarios en la recepción de menores"
Feijóo ha obviado las amenazas de Vox de romper gobiernos autonómicos si se reparten migrantes extranjeros menores por las comunidades autónomas y ha reafirmado la posición: "Es una práctica de muchos años", ha dicho, para defender que hay que ser "solidarios en la recepción de menores siempre que exista la capacidad de recibirlos y cuidarlos". "Las comunidades pondrán a disposición del gobierno de Canarias su capacidad de atender a menores", ha concluido justo antes de lamentar que el gobierno español no tenga política migratoria.
Por otra parte, ha vuelto a cargar contra la extrema derecha de Marine Le Pen y contra lo que considera extrema izquierda de Mélenchon, tercera y primera fuerza respectivamente en las elecciones legislativas francesas . "Los extremos no forman parte de las prioridades de Europa, no resuelven problemas, espero que [Emmanuel] Macron pueda formar gobierno". No se mostró satisfecho por los resultados de Los Republicanos, partido que forma parte del PP Europeo: "Habrá que reconstruir".