La Fiscalía Anticorrupción investiga al rey emérito y a Sofía por el uso de tarjetas de crédito opacas
El periodo investigado va desde 2016 hasta 2018, cuando Juan Carlos I ya no era inviolable
BarcelonaNuevos problemas para la casa real española. Esta vez, según publica eldiario.es, por el hecho de que la Fiscalía Anticorrupción investiga los gastos de varias tarjetas de crédito que usaban el rey emérito Juan Carlos I; su mujer, Sofía, y varios de sus familiares más directos, como por ejemplo sus nietos. Serían tarjetas opacas conectadas a cuentas los titulares de los cuales no son miembros de la familia real.
La investigación asegura que entre los beneficiarios de estas tarjetas no está ni el rey actual, Felipe VI, ni la reina ni sus dos hijas. Una de las cuestiones destacadas de la investigación es que los movimientos financieros de la cuenta y los gastos corresponden a los años 2016, 2017 y 2018. Es decir, una fase posterior a la abdicación de Juan Carlos; por lo tanto, la Fiscalía considera que entonces ya había perdido su inviolabilidad y se lo podría juzgar. En el marco de este caso no solo se investigan los gastos hechos con la tarjeta, sino también el origen de los fondos, que provienen del extranjero. La justicia ha emitido varias comisiones rogatorias para intentar aclararlo.
Al margen de lo que digan estas comisiones, un trámite lento y no siempre fructífero, eldiario.es indica que Anticorrupción ya ha encontrado indicios de un presunto delito fiscal, puesto que se trataría de incrementos de renta no declarados superiores a 120.000 euros en un solo ejercicio. El rey emérito, que huyó al extranjero en agosto precisamente por sus problemas judiciales, ya no es inviolable pero sí aforado. Esto significa que si la investigación siguiera avanzando seria instruida por el Tribunal Supremo. La trama también estaría integrada por un ciudadano mexicano y un mando de la Guardia Civil.
Esta investigación se acumula a la lista de problemas judiciales del exmonarca. Y es relevante porque aparece cuando todo parece indicar que la investigación que tiene abierta por las comisiones del AVE en la Meca podría quedar archivada. Así pues, si Juan Carlos I consiguiera salvarse del asunto de las comisiones, le quedaría otro frente abierto con las tarjetas.