Extrema derecha

Jorge Buxadé, el falangista que hace y deshace desde el Parlamento Europeo

El dirigente catalán está muy bien conectado con gobiernos de extrema derecha europeos y domina Vox con mano de hierro desde Bruselas

BruselasEl presidente español, Pedro Sánchez, escandalizó a la bancada conservadora europea al mencionar el Tercer Reich este miércoles en el Parlamento Europeo cuando hablaba de su deriva hacia la extrema derecha. En cambio, pasaron más desapercibidas las palabras de un falangista de piedra picada como es el catalán Jorge Buxadé (Barcelona, 1975). Justificó el golpe de estado de 1936 contra el Frente Republicano, que tachó de "antidemócrata" como el gobierno español actual, y acusó al president de la Generalitat Lluís Companys de ser "el responsable político del asesinato de más de 8.000 españoles".

Nadie puso el grito en el cielo ni se sorprendió demasiado. Buxadé ha acostumbrado a los eurodiputados a sus aspavientos y a la defensa explícita del falangismo. Y, de hecho, es desde la capital europea desde donde mueve los hilos de su partido y parte de la ola internacional reaccionaria que se va haciendo fuerte en toda Europa y Occidente.

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El dirigente catalán, que es el portavoz del grupo europarlamentario de Vox, está muy bien conectado con la extrema derecha europea. Forma parte del mismo grupo parlamentario y tiene muy buena relación con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a la que a menudo ha puesto de ejemplo a seguir, o con el partido Ley y Justicia, que hasta ahora gobernaba en Polonia y entorpecía el funcionamiento global de la UE. Salen adelante iniciativas conjuntas y firman posicionamientos en la Eurocámara juntos. Sin embargo, está más distanciado de la extrema derecha que no ha llegado a gobernar, como Alternativa para Alemania o la formación de Marine Le Pen.

Pese a estar en Bruselas, también domina Vox desde la distancia con disciplina militar. Buxadé, que se presentó como candidato por la Falange en el Parlament en 1995, ha liderado las purgas de su partido contra las voces más moderadas y que le podían hacer mínima sombra al líder, Santiago Abascal.