Crónica

El poder judicial ovaciona a Marchena, el hombre que tuvo "el Estado en sus manos"

El presidente del CGPJ cierra filas con el papel del magistrado en el juicio del Proceso

MadridDice Manuel Marchena que vive un "tiempo de silencio" que se ha visto obligado a romper para presentar esta mañana al presidente interino del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, en un desayuno informativo en Madrid. Sólo un hipotético anuncio de dimisión del ya tercer presidente del órgano de gobierno de los jueces en este mandato podía eclipsar el protagonismo del presidente del tribunal del Proceso, que fue ovacionado por la gran mayoría del auditorio cuando Guilarte pidió "poner valor su servicio público inestimable" con aquel juicio. El fiscal general del Estado, presente en la sala, no ha mostrado efusividad en este momento, ni tampoco algunos vocales del CGPJ del sector progresista.

"El Estado se puso en sus manos y respondió con una fidelidad y transparencia que a veces se olvidan. Parece que últimamente alguien ha querido cambiar el relato", ha subrayado Guilarte. El presidente del CGPJ se ha mostrado "enormemente crítico" con las acusaciones de lawfare y el discurso en el que "los malos son los buenos y los buenos son los malos". Así es como cree que se justificó de entrada la amnistía, cuyo contenido y consecuencias no ha querido valorar, pero ahora ya ha visto que en realidad la norma no persigue cuestionar toda la actuación judicial contra el Proceso, ha dicho, sino que "es un instrumento para obtener la mayoría parlamentaria". Al menos, para el PSOE.

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"Quien actuó correctamente son los jueces. No se les puede convertir en los malos del sistema", ha insistido Guilarte. En todo momento se refirió al pasado, pero todo apunta a que este cierre de filas volvería a producirse si Marchena y la sala segunda del Supremo optan por asumir la causa del Tsunami Democrático contra Carles Puigdemont. Por el momento, ya hay una mayoría de fiscales del alto tribunal que defienden esta tesis, aunque Suiza ponga trabas a la investigación porque no ve terrorismo. En prevención de decisiones futuras, Marchena no rompió su silencio por mojarse sobre la amnistía, el Tsunami y el terrorismo, sino para urgir a una renovación del CGPJ que "no dinamite el sistema".

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El presidente de la sala segunda del Supremo ha querido dejar claro que los únicos responsables del bloqueo del Poder Judicial "son los que deben ponerse de acuerdo" –los partidos, es decir PP y PSOE– y no los vocales que se mantienen en el cargo a pesar de los cinco años de agotado mandato. En la mesa presidencial le escuchaba el vicesecretario institucional del PP, Esteban González Pons, interlocutor en esta materia del ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, ausente en el acto porque se encontraba en la sesión de control del Congreso, preguntando al PP: "¿El poder judicial es suyo?". Sí ha asistido al almuerzo el magistrado del Tribunal Constitucional Juan Carlos Campo, que ha sido presentado como "exministro de Justicia".

Un "mosaico territorial"

El mensaje que Marchena ha querido lanzar a los partidos es para advertirles de que no reformen la ley para rebajar las mayorías para elegir a los vocales del CGPJ. Esto representaría "fragmentar el poder judicial y hacer un mosaico territorial del CGPJ" que, cree, sería un "salto al vacío". La Moncloa descartó esta vía y confía en la negociación con el PP, aunque la última reunión con la mediación del comisario europeo Didier Reynders no trajo grandes avances. "Confío menos en el extranjero", apuntó Guilarte sobre el papel de Bruselas en estas conversaciones.

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El presidente interino del CGPJ coincide en que el modelo actual de elección de la cúpula judicial necesita un cambio. Hace unos meses puso sobre la mesa una fórmula para que se constituya una suerte de tribunal especial que analice los méritos de los candidatos a plazas del Supremo y que los territorios escojan a los presidentes de tribunales superiores y audiencias provinciales. Es una forma de evitar que estos nombramientos estén sujetos a la "bipolarización política" del CGPJ. De cara a la renovación, espera que de las negociaciones entre PSOE y PP no salgan "diezmilitantes y diez militantes, o diez activistas y diez activistas [por un lado y otro] que empiecen a intercambiarse cromos". 

Teóricamente del sector conservador, Guilarte ha admitido que alguna vez ha querido "salir del carril" y que recibe críticas de uno y otro lado. "Deseo volver pronto a casa", admitió, pero en ausencia de un anuncio de dimisión, la principal ovación a las palabras del presidente del CGPJ fue cuando alabó la figura de Marchena.