Junts hace responsable a Aragonès del desenlace que tengan los presupuestos

El Govern pretende seguir negociando con la CUP aunque decida presentar enmienda a la totalidad

Barcelona / Sant Fruitós de BagesEn Junts per Catalunya sobrevuela un episodio de ahora hace cinco años, cuando Carles Puigdemont era president de la Generalitat, Oriol Junqueras conseller de Economía y la CUP ya aparecía como socio prioritario para aprobar los presupuestos. La izquierda anticapitalista decidió entonces tumbar las cuentas y no corrigió su oposición al Govern hasta que Puigdemont se comprometió a hacer el referéndum del 1-O. Ahora, con Esquerra en la presidencia y los cuperos de nuevo inclinados a impedir la tramitación de los números -el plazo de votación de la militancia acababa esta medianoche de lunes-, Junts quiere que Pere Aragonès se "responsabilice" de la negociación de los presupuestos: considera que es él quien tiene que poner encima de la mesa una "orientación" de la legislatura y un "avance" hacia la independencia que convenza a la izquierda anticapitalista.

La portavoz de Junts, Elsa Artadi, ha instado este martes al president a entrar en la negociación porque, según ella, el malestar de la CUP va más allá de los números y está en el pacto que firmaron con Esquerra para la investidura de Aragonès. "Es responsabilidad de todo el mundo, pero en primer término del president, cuidar, trabajar y velar para que los acuerdos que se hicieron salgan adelante", ha dicho, después de defender que el conseller de Economía, Jaume Giró, ha hecho "muy bien" su trabajo durante estos meses. Fuentes de Presidencia replican que Aragonès, en "coordinación" con Giró, ya ha estado implicado todo este tiempo en las conversaciones con los cuperos, con los que se ha reunido y ha mantenido varios contactos. Y añaden que será la decisión que anuncie la CUP este martes la que marcará si tiene una implicación mayor en la negociación o no. Ahora bien, ¿qué espera Junts que Aragonès ponga encima de la mesa? Artadi no lo ha detallado y, de hecho, no hay ningún rumbo compartido en el Procés entre los tres partidos. ERC y Junts, por ejemplo, se opusieron a la propuesta de los cuperos de hacer un referéndum unilateral en esta legislatura.

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A pesar de la distancia en este sentido, los dos partidos en el Govern han coincidido este lunes en la intención de seguir negociando con los anticapitalistas aunque opten por enmendar a la totalidad los presupuestos. La portavoz de los republicanos, Marta Vilalta, ha reiterado en rueda de prensa la "voluntad inamovible" de sacar adelante los números con las fuerzas que hicieron posible la investidura: "Ni ha variado ni variará", ha afirmado. Y ha añadido: "No dejaremos de negociar". Y en Junts per Catalunya, reunidos en una jornada de trabajo en Món Sant Benet, se han mostrado partidarios de mantener a los cuperos como socios pase lo que pase en sus asambleas. "Solo prevemos aprobar los presupuestos con la mayoría independentista", ha asegurado Artadi, que ha advertido de que la mayoría de más del 50% no puede quedar "desmontada" en medio año.

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Negociación límite

Que el ejecutivo siga priorizando a la CUP aunque opte por la enmienda a la totalidad significa que intentará agotar la semana que queda hasta el 22 de noviembre –el día que los presupuestos tienen que superar el debate de totalidad en el Parlament– para intentar dar luz verde al primer trámite con los cuperos. Esta ya es también una de las opciones que tiene encima de la mesa la militancia anticapitalista, que decide en una votación interna si presenta o no enmienda a la totalidad y, en caso afirmativo, si sigue negociando con el Govern. En caso de seguir negociando, sin embargo, no ha aclarado si será antes o después del debate a la totalidad. La situación, sea como sea, conduce hacia otra negociación límite en la política catalana: hasta el último momento el ejecutivo estará intentando conseguir el apoyo de la CUP, y si no lo consigue, tendrá que buscar socios alternativos a última hora (el PSC y los comuns se han ofrecido) para evitar que Catalunya se quede sin cuentas en 2022.

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Ante esta perspectiva, el conseller de Economía, Jaume Giró, ha pedido este lunes "responsabilidad" a todos los grupos parlamentarios para evitar una prórroga de las cuentas de 2020. "No nos podemos permitir seguir en estado de provisionalidad", ha señalado, y ha apelado no solo a la CUP sino a todo el arco parlamentario: "Catalunya necesita unos presupuestos, y estos son los que Catalunya necesita". "Estoy convencido de que no impedirán su aprobación", ha concluido. La CUP, sin embargo, ha vuelto a evidenciar sus recelos. La portavoz, Eulàlia Reguant, ha puesto en entredicho incluso que sean unos presupuestos expansivos, a pesar de que aumentan más de 5.000 millones de euros el gasto gracias a los fondos europeos. "Es hacer trampas", ha dicho desde el Parlament en alusión al dinero que viene de Europa, y ha recordado que "la proporción de 3 de 4 euros para políticas sociales ya estaba prevista en los de 2020". La diputada de la CUP, que también ha lamentado que no se haya fijado una nueva fiscalidad a las rentas más altas, ha recordado que el ejecutivo no ha modificado sus apuestas por los grandes macroproyectos como Barcelona World y los Juegos Olímpicos de Invierno.

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En medio de este tira y afloja, el PSC se ha vuelto a mostrar dispuesto a facilitar la tramitación de las cuentas y ha instado al Govern a "descolgar el teléfono y a poner día y hora" para cerrar el pacto. También lo han hecho los comuns, a pesar de que a diferencia de los socialistas -que ofrecen su apoyo "gratis"- han instado al Govern a sentarse a negociar con ellos porque las cuentas no incorporan "suficientes demandas sociales". Si no se cumplen sus expectativas, de hecho, los de Jéssica Albiach han asegurado que presentarán enmienda a la totalidad. El Govern, con todo, confía en que la decisión de la CUP no derribe todos los puentes ni lo fuerce a buscar a otros socios.