Laura Borràs, ¿una presidenta sin poder?

BarcelonaLa presidenta de Junts, Laura Borràs, protagonizó los titulares de buena parte de la jornada de este martes para no descartar apoyar una moción de censura contra el presidente español, Pedro Sánchez, del brazo del PP y la extrema derecha de Vox. Es cierto que Junts siempre pide que no se den por sentado sus votos en el bloque de la mayoría plurinacional, pero Borràs ayer fue más allá: a la pregunta de si descartaban la alianza, respondió que no descartaban "nada". Luego lo matizó, y es que desde la formación ya la desmentían desde el primer momento. El secretario general de Junts, Jordi Turull, lo remató al final del día hablando de "pura fantasía" para referirse a la moción de censura.

Más allá del episodio, probablemente anecdótico, lo ocurrido este martes denota una realidad que hace tiempo que arrastra Junts: la presidenta del partido, Laura Borràs, está excluida del núcleo decisorio actual. Aunque formalmente es el máximo cargo orgánico de la formación y que forma parte de la permanente (la dirección reducida de Junts), no está dentro del circuito que toma las decisiones de los junteros. Quien decide es el expresidente Carles Puigdemont –que pronto anunciará si quiere dar el paso definitivo para presidir Junts– y el secretario general del partido, Jordi Turull, quienes llevan las decisiones más relevantes. En las cuestiones que tienen que ver con el Congreso, a ese núcleo duro se añade la portavoz en la cámara española, Míriam Nogueras.

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Esto ya ocurrió en las negociaciones por la investidura de Pedro Sánchez en noviembre del año pasado, en el que pese a que Borràs entró en el tramo final en Bruselas, las conversaciones las pilotó Turull con el número tres del PSOE, Santos Cerdán. Este progresivo desplazamiento del poder se ha acentuado aún más en los últimos tiempos, puesto que la presidenta del partido tampoco tiene un papel determinante en las negociaciones que los junteros mantienen de forma habitual en Madrid. Vuelve a ser Turull y también Nogueras quienes lo hacen, ya que la portavoz en Madrid ejecuta las decisiones de Puigdemont en la cámara baja española. Y tampoco la presidenta de Junts tiene un hueco en la interlocución que el partido mantiene con el PSOE en Suiza con la presencia de un mediador internacional.

El poder de negociación

La perspectiva de Borràs no es mejor de cara al congreso de Junts, ya que si Puigdemont da un paso adelante para asumir la presidencia del partido, la expresidenta del Parlament necesitará encontrar otro encaje. Este domingo aseguraba en una entrevista en el ARA que ella no dará paso al lado y que tampoco ha llegado el fin de su carrera a la política. "Si ésta es la previsión de algunos, tengo malas noticias para ellos", dijo, aunque no aclaró cuál sería su rol a partir de ahora más allá de mantener su "compromiso con el proceso de independencia". Ahora bien, ¿cuál es la fuerza de negociación que tiene ahora Laura Borràs? ¿Cuál es el peso del borrasismo dentro de Junts? ¿Tiene capacidad para desestabilizar internamente el partido? Puigdemont y Turull saben su respuesta y, en función de ello, el papel de la expresidenta del Parlament será mayor o menor en la nueva etapa que se abre en Junts.

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"¿El fin de mi carrera? Si ésta es la previsión de algunos, tengo malas noticias para ellos"

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