Protagonista colateral

La OJS, la organización que ataca a Pilar Rahola y Silvia Orriols por su apoyo a Israel

Una escisión de Arran, las juventudes de la CUP, tras las dos acciones directas

BarcelonaEl martes un grupo de activistas lanzaba pintura roja sobre Pilar Rahola para denunciar la "complicidad" de la periodista con el "genocidio" de Palestina durante la conferencia inaugural de la Fundación Universitaria Martí l'Humà en la Garriga. Pero ¿quiénes fueron los autores del ataque? Aunque no le han reivindicado, la Organización Juvenil Socialista (OJS) de Catalunya colgó vídeos donde se hacía eco de la acción y acusaba a Rahola de tener "las manos manchadas de sangre" e instaba a "combatir al enemigo" que tenemos en casa".

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En febrero la líder de Aliança Catalana, Silvia Orriols, ya fue atacada, en este caso con harina, por la OJS para denunciar "el ascenso del fascismo" y también por su apoyo al estado hebreo en su cruzada contra el islam. "Los ripolleses no necesitamos a nadie que suba en tren a decirnos a quién debemos votar", respondía la dirigente de extrema derecha.

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La OJS es la rama juvenil de Movimiento Socialista (implantado en todo el Estado) y es una escisión por la izquierda de Arran, las juventudes de la CUP, que en el 2015 ya perdieron algunas asambleas en desacuerdo con el veto a el ANC y que acabarían creando la Forja. La ruptura de ahora se produjo hace dos años por las "limitaciones", dijeron sus fundadores, que "suponen el nacionalismo y el interclasismo". La asamblea de Arran que promovió este movimiento fue la de Valencia, expulsada un mes antes por tensiones internas, sumando una decena más. "El grueso de la militancia es gente que rompe con la izquierda independentista", admiten fuentes de la formación.

Esta nueva organización no se define como independentista y se limita a defender el derecho a la autodeterminación. "No queremos un estado burgués, queremos un estado socialista catalán", subrayan. La OJS toma, pues, el mismo camino que emprendieron jóvenes militantes de la izquierda aberzale, que rompieron por "unas posiciones socialdemócratas incompatibles con la revolución socialista". La apuesta por la vertiente social se ha puesto de manifiesto con la creación del Sindicato de Vivienda Socialista de Cataluña, que entra en competencia con los que ya existen, a los que acusan de estar supeditados a algunas formaciones.