Sobre los que piensan que el franquismo fue "bueno" o "muy bueno"
BarcelonaEl CIS de esta semana revelaba un dato relevante sobre cuál es la opinión de los españoles sobre el franquismo, ahora que cumple 50 años de la muerte del dictador. Según el sondeo, en 2025 hay hasta un 21,3% de los ciudadanos del Estado que creen que los años del franquismo fueron "buenos" o "muy buenos". En la pregunta no hay eufemismos: "¿Cree usted que los años de dictadura franquista para España y los españoles fueron muy malos, malos, buenos o muy buenos?". De entrada, hay un 65,5% que responden que fueron malos o muy malos, pero hay casi uno de cada cuatro que no lo piensa. Lo mismo ocurre cuando el CIS pregunta si "por lo general" el "régimen democrático es mejor o peor que la dictadura", que hay un 17,3% que responde que prefiere el autoritarismo.
Dicho esto, éste no es un fenómeno transversal en España, sino que quien responde favorablemente a Franco tiene un perfil muy concreto. Basta cruzar los datos con el recuerdo de voto de las españolas del 2023. Un 61,7% de los votantes de Vox dicen que la dictadura fue positiva y el mismo porcentaje la prefieren a la democracia actual. Las cifras son completamente contrarias a todo el espectro de la izquierda, mientras que en el PP existe un 41% de votantes que también tienen una opinión positiva del franquismo.
Si se creen estos datos con variables socioeconómicas y creencias religiosas, la conclusión es que hay un 50% de las personas católicas —practicantes y no practicantes— que también destacan la positividad del régimen. En cuanto a clase social, existe un 34,7% de los agricultores o trabajadores de la pesca que creen que la democracia actual es peor que el franquismo, una tendencia que también se observa en los municipios de menos de 2.000 habitantes. Por edades, el 25,8% de los mayores de 75 años valoran positivamente los años de Franco, pero si se pregunta si la democracia actual es mejor o peor que la dictadura, el grupo más numeroso que dice "peor" es el de 18 a 24 años (14,4%).
Estos resultados no demuestran más que el fracaso de las políticas de memoria histórica, casi inexistentes hasta José Luis Rodríguez Zapatero, ya la espera de aplicarse en plenitud con Pedro Sánchez –los gobiernos del PP siempre han obviado la cuestión–. Pero la pregunta más relevante es: ¿por qué existe una parte de los jóvenes que proyectan cierta admiración por la dictadura? Francesc Marc Álvaro, que justo ha publicado El franquismo en tiempo de Trump (Pórtico, 2025), cita una intervención del joven diputado de Vox Manuel Mariscal: "Y gracias a las redes sociales muchos jóvenes están descubriendo que la etapa posterior a la Guerra Civil no fue una etapa oscura como nos vende el gobierno, sino de reconstrucción, progreso y reconciliación". Que el ultra lo diga desde el atril del Congreso tras 40 años de miles de asesinatos y autoritarismo es la evidencia más fehaciente de la incapacidad de la democracia de protegerse y cómo está en riesgo.
"Lo quemaron todo porque querían la independencia, pensaba que ya había terminado esto", decía una chica de unos doce años este miércoles después de la huelga general por Palestina. Y es que sin saber de qué iba, confundió la movilización con las primeras que recordaría: las protestas a raíz de la sentencia del Proceso, que supuso para sus líderes condenas de hasta trece años de cárcel por sedición. Esta semana, de hecho, también ha cumplido ocho años de la cárcel preventiva de Jordis.
El jueves Toni Aira, doctor en comunicación política, presentó su Mitólogos, el arte de seducir a las masas (Debate, 2025), y sorprendió con la participación de alguien que siempre se mueve entre bambalinas. Además de la periodista Gemma Nierga, condujo la presentación Óscar García Saldaña, jefe de protocolo del presidente Salvador Illa, y que ya tenía esa labor en el PSC cuando estaba en la oposición. Es del aparato del partido del Baix Llobregat.