De un plan de choque de 700 millones a una 'conselleria' de Feminismos, las promesas sectoriales de Aragonès

A partir de la mitad del discurso el candidato de Esquerra a la investidura, Pere Aragonès, ha empezado a desgranar las propuestas de su nuevo Govern, que tiene como objetivo –según ha repetido varias veces– la reconstrucción económica y social, la resolución del conflicto con España y paliar las desigualdades.

El primer capítulo que ha desgranado Pere Aragonès ha sido la salida de la crisis, a través de un plan de choque social que se ha comprometido a impulsar en los primeros cien días de Govern. Ha dicho que aportará unos 700 millones de euros con el objetivo de fomentar la ocupación de jóvenes –ha remarcado que el paro en este segmento llega al 38%–, así como para contratar personas más mayores de 45 años y de sectores de vulnerabilidad. Estos mismos recursos también tienen que servir, según Aragonès, para reducir las listas de espera en la dependencia y para combatir la pobreza "extrema".

Para paliar la desigualdad ha hecho mención de la renta básica universal que incorpora el preacuerdo con la CUP, y ha asegurado que será posible primero con un plan piloto. El candidato de Esquerra lo ha llamado "nuevo contrato social" para que todos los ciudadanos tengan unos ingresos mínimos, a pesar de que no ha explicado cómo se financiaría esta renta de ciudadanía. En relación con esto, también ha garantizado el acceso a la vivienda "prohibiendo por ley" los desahucios y aumentando en 1.000 millones de euros el presupuesto en políticas de vivienda.

Para la dinamización económica se ha comprometido a utilizar instrumentos públicos "para corregir la tendencia natural del mercado a crear posiciones de dominio que adulteran la libertad económica". Ha puesto de ejemplo la transformación de la ICF en una banca pública, una propuesta que hace años que se arrastra pero que depende de la autorización del Banco de España. En relación con la financiación de la sanidad, que ha marcado como prioridad, ha propuesto consolidar los fondos por el coronavirus que en esta crisis ha transferido el Estado en Catalunya. Se trata de 2.000 millones de euros que ha destinado el gobierno español a la pandemia a través de las comunidades autónomas, que Aragonès quiere transformar en una transferencia permanente para acercarse a los 5.000 millones que cree que necesita de más la sanidad catalana para funcionar bien. El 25% de este presupuesto, ha dicho el actual vicepresident en funciones, tiene que ir destinado a la atención primaria.

Estructura de Govern

Otro de los capítulos importantes que ha señalado Aragonès es la estructura del Govern, que quiere que sea "transformadora". A pesar de que todavía no ha pactado las conselleries con Junts per Catalunya –que es el potencial socio de coalición–, Aragonès ha dicho que creará una conselleria de Universidades e Investigación y otra de Acción Climática, y ha insistido en el comisionado Next Generation, que quiere que cuelgue de Presidencia, para gestionar los fondos europeos. Este último punto genera fricciones con Junts per Catalunya, que quiere que la gestión de estos recursos se mantengan en la conselleria de Economía, que aspira a pilotar Elsa Artadi (JxCat).

La otra conselleria que quiere crear es la de Feminismos, puesto que quiere hacer de la igualdad de género una de las políticas clave del ejecutivo. En este sentido se ha comprometido a formar un Govern paritario –ya lo era en conselleries y secretarías generales hasta la última crisis de gobierno de septiembre– y a tomar medidas para avanzar hacia la igualdad. Una de las propuestas más concretas, a pesar de que no ha explicado cómo la implementaría, es la gratuidad de los productos de higiene femenina.

En términos medioambientales, más allá de la conselleria, ha propuesto el impulso de un Pacto Nacional para la Transición Ecológica, con la idea de llegar al 100% de renovables en 2050. Ha dicho que creará una energética pública para fomentar proyectos descentralizados de energía eólica y fotovoltaica de acuerdo con "el paisaje".