Aragonès pide a JxCat superar las "desconfianzas" para "no malograr una oportunidad histórica"

El candidato republicano no superará la votación en primera vuelta porque sólo cuenta con el apoyo de ERC y la CUP

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Barcelona"Si queremos abrir una nueva etapa, si no queremos malograr la oportunidad histórica de dar la sacudida que el país necesita, todos y todas tenemos que superar las desconfianzas con quienes compartimos trayecto. Y la mejor manera de superar las desconfianzas es salir de la zona de confort e intentar trabajar conjuntamente". Pere Aragonès no será investido este viernes presidente de la Generalitat y es consciente de que "no será fácil" teniendo en cuenta lo que todavía separa ERC y JxCat. Su discurso de investidura ha hecho referencias constantes a la necesidad de desbloquear rápidamente la situación y acabar con los seis meses "de interinidad forzada" que ya lleva la Generalitat. Después llegará el turno de las réplicas, que Aragonès ya ha dicho que escuchará atentamente: "Les hablaré con toda la franqueza. Si queremos llegar a acuerdos, creo que nos tenemos que explicar con absoluta transparencia". Y si los acuerdos no se cumplen, ha subrayado que se someterá a una cuestión de confianza a mitad mandato.

Aragonès ha llegado al primer debate de investidura con el apoyo garantizado de los 33 diputados de ERC y de los 9 de la CUP. "Quiero agradecer la generosidad de la CUP y su predisposición al acuerdo. Hemos hablado. Nos hemos escuchado. Y nos hemos entendido. No es fácil el paso que han dado. Y se lo agradezco profundamente, porque estoy convencidísimo de que es una muy buena noticia que la CUP sume esfuerzos para ayudarnos a transformar el país". El candidato incluso ha personalizado en la figura de Dolors Sabater: "Déjame darte las gracias públicamente, porque sin la implicación de la CUP, estoy convencido que no sería posible iniciar el cambio que el país necesita". Ahora hay que convencer "especialmente" a los 32 diputados de Junts (hoy se abstendrán), a pesar de que no ha quitado de la ecuación a los 8 de En Comú Podem, que votarán en contra.

Los tres objetivos de la "Generalitat republicana" que quiere presidir y con los que pretende convencer a sus socios potenciales son "afrontar las urgencias y desigualdades" del país desde una visión de izquierdas (el sector público tendrá que liderarlo "para corregir la tendencia natural del mercado a crear posiciones de dominio que adulteran la libertad económica"); la recuperación económica con "un nuevo modelo productivo que mida su fortaleza en términos de prosperidad y bienestar para todo el mundo"; y encaminar "la resolución del conflicto político haciendo inevitable la amnistía y la autodeterminación".

Acuerdo Nacional por la amnistía y la Autodeterminación

La propuesta de ERC para resolver el conflicto político con el Estado es la mesa de diálogo con el gobierno español. Con la CUP ya ha acordado evaluar sus resultados de aquí a dos años, pero Aragonès ha querido ir más allá durante su discurso y ha anunciado que convocará un "Acuerdo Nacional por la Amnistía y la Autodeterminación", una nueva estructura que agrupe a todas las formaciones políticas, instituciones y entidades que las defiendan. A falta de concreciones, el candidato republicano no ha explicado si este es el órgano de coordinación que ha pactado o bien una versión 3.0 del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir de 2013, que se reencarnó en el Pacto Nacional por el Referéndum de 2016.

"Acordemos entre todos los procedimientos y las formas. Acordemos entre todos cómo ha de ser la deliberación que nos lleve a una votación que represente la voluntad soberana del pueblo de Catalunya", ha subrayado Aragonès. "No les puedo garantizar que salga bien. Lo que tengo claro es que la alternativa nos lleva a continuar como hasta ahora, bloqueados en una etapa de represión e impotencia" ha añadido. El líder de ERC no ha hablado de unilateralidad ni tampoco ha puesto fecha de caducidad al diálogo con el Estado: "Entiendo el escepticismo de algunos. Entiendo la desconfianza. Porque conocemos al Estado y la única certeza que tenemos es que será una negociación dificilísima. Seguramente la negociación más difícil que jamás haya llevado a cabo la Generalitat de Catalunya. Porque, de hecho, el govern de Catalunya nunca antes había estado en disposición de negociar un referéndum de autodeterminación con el gobierno del Estado". Recuperar la "unidad estratégica" de los meses previos a octubre de 2017 será la clave, según Aragonès, para que este diálogo pueda obtener resultados, especialmente ahora que el independentismo ha superado el 50% de los votos.

Havia la mitad del discurso, Aragonès he empezado a detallar algunas de sus propuestas para llegar a la presidencia. Ha empezado por el anuncio de un plan de choque social de recuperación económica, por un valor de unos 700 millones de euros. También ha puesto sobre la mesa el plan piloto pactado con la CUP sobre renta garantizada universal; "prohibir por ley" los desahucios; transformar el ICF en una banca pública - dependerá del Banco de España - o reforma el modelo de seguridad de los Mossos d'Esquadra. Para mejorar la financiación de la sanidad - con la aspiración de aumentar a 5.000 millones anuales - propone que el Estado consolide los 2.000 millones de euros que ha traspasado para hacer frente a la pandemia de forma permanente y destinar el 25% del presupuesto de Salud a la atención primaria. La consejería de Feminismos -además de la paridad que promete en el Govern-, la de Acción Climática y el comisionado Next Generation para gestionar los fondos europeos para la reactivación económica -donde choca con JxCat, que quiere gestionarlos desde la consejería de economía- son otras de las prioridades esbozadas por el candidato.

En busca del 132º presidente

Pere Aragonès ha subido este viernes al atril para exponer su programa de gobierno e intentar convertirse en el 132º presidente de la Generalitat. Para que pase esto, sin embargo, todavía se tendrán que esperar unos "días o semanas", en palabras de Jordi Sànchez, secretario general de JxCat –que tiene la clave de la presidencia de Aragonès– y el primer intento de investidura será fallido. El líder republicano necesita la mayoría absoluta de la cámara y todo indica que solo conseguirá 42 votos favorables de 135. Aparte de los 33 parlamentarios republicanos, los 9 de la CUP también votarán a la investidura después de que sus bases ratificaran este jueves el preacuerdo con ERC. Todo lo contrario que JxCat, que se abstendrá en primera vuelta y continuará negociando con la vista fijada en la segunda votación, prevista previsiblemente para el martes.

A pesar de las urgencias a las que este viernes ha apelado Aragonès, los equipos negociadores ni siquiera se reunieron este jueves y todavía no han empezado a tratar a fondo la estructura del próximo ejecutivo –ya se intuyen preferencias diferentes a la hora de abordarlo–. El escollo continúa siendo el papel del Consell per la República (CxR): mientras que los republicanos optan por crear un nuevo órgano de coordinación estratégica y reformular el CxR, Junts mantiene que tiene que ser el ente con sede en Waterloo el que haga la función de estado mayor.

Con todo, es una incógnita saber cuándo llegará el acuerdo. Si, como todo apunta, Aragonés fracasa en el primer intento, en la segunda votación ya no necesitará la mayoría absoluta, sino la simple. Pero la aritmética que generó el 14-F obliga a un entendimiento absoluto con Junts y sin el voto a favor de sus 33 diputados (o de una mayoría) no la podrá lograr. Siguiendo la tradición, esta segunda votación tendría que tener lugar el domingo –el reglamento marca que sea dos días después de la votación fallida–, pero Borràs ha abierto la puerta a que sea el martes, interpretando que el sábado y domingo no son días hábiles y así daría más margen a los equipos negociadores. El pleno de este de investidura ha empezado con 45 minutos de retraso por la polémica suscitada por la delegación de voto del ex conseller exiliado Lluís Puig. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, la aceptó y ella misma y los diputados de ERC y de la CUP de la mesa han rechazado este viernes por la mañana las peticiones de reconsideración presentadas por los grupos unionistas. El secretario de la mesa de JxCat, Jaume-Alonso Cuevillas se ha abstenido en la votación alegando un conflicto de intereses porque había participado en la defensa de Puig.

Pere Aragonès y su esposa, Janina Juli, entran juntos en el Parlament

El funcionamiento del pleno

Cambiará la ubicación pero no el funcionamiento del pleno, que empezará con una intervención sin límite de tiempo del candidato a la presidencia. Aragonés, de hecho, podrá intervenir tantas veces como quiera. Después de la propuesta del presidenciable, será el turno de los grupos, que tendrán media hora cada uno –de mayor a más pequeño, y cerrará ERC– para marcar su posición y tendrán derecho a réplica y contrarréplica. Lo último que se hará será votar, a pesar de que el resultado ya se intuye teniendo en cuenta que el PSC, el PP, Cs, Vox y En Comú Podem votarán en contra, que JxCat se abstendrá y que a favor solo contará con el apoyo de ERC y la CUP.

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