El PP se autoexcluirá de la Diada mientras gobierne Isla

Los populares no prevén volver a los actos oficiales de la Diada de un gobierno "tomado" por el independentismo

BarcelonaLa primera ley que el Parlament aprobó en 1980, con el autogobierno recuperado, fue para declarar el 11 de septiembre "fiesta nacional de Catalunya". Aquella decisión recibió el apoyo unánime de la cámara catalana, también de la conservadora UCD, y desde entonces ni Alianza Popular ni el Partido Popular, tras su refundación, nunca cuestionaron que la Diada fuera por conmemorar la caída de Barcelona ante las tropas borbónicas en la Guerra de Sucesión, que conllevó una pérdida de las leyes, más de su lengua y costumbres. Todo se rompió dos años antes del Proceso, cuando en el 2010 se veía ya un ambiente reivindicativo que los populares no creían que fuera "de todos los catalanes". Tres años después, el PP se apartó de los actos de la Generalitat. Este año se ha ratificado en una autoexclusión que lleva más de una década durando y que, según ha explicado el partido este viernes, durará en toda la era Salvador Illa, al menos mientras sigan sus alianzas con independentistas. De esta forma, los populares se sitúan junto a Vox en un aislamiento en el que hasta hace pocos años también se situaba Ciudadanos.

"En Cataluña hace ya muchos años que la Diada no representa a todos los catalanes y, por tanto, mientras esta condición no cambie, desde el PP no podremos participar en los actos que organice el Govern", ha explicado en rueda de prensa el portavoz adjunto al Parlament y presidente del PP de Barcelona, ​​Manuel Reyes. El también alcalde de Castelldefels ha matizado que los populares han participado "en muchos actos en el ámbito municipal en los que los diferentes ayuntamientos han hecho actos abiertos y participativos para todos" porque "el PP sí participa en actos plurales que atienden a la realidad que hay en Catalunya". En cambio, no participa en los del ejecutivo catalán, ni en la tradicional ofrenda al monumento de Rafael Casanova, ni en la nueva izada de la bandera en el Parlament la víspera de la Diada, ni en el acto institucional del Govern: "Difícilmente podremos participar en actos de un gobierno que es prisionero de un señor que está fuera de España huido de la justicia mientras estas cosas no cambien en Catalunya", ha rematado Reyes.

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Equilibrio complejo

El relato de los populares se ubica en un equilibrio complejo. El ejecutivo catalán está "tomado" y "secuestrado" por el expresidente Carles Puigdemont, según Reyes, porque los populares atribuyen al presidente Salvador Illa el papel de mediador e interlocutor que desempeñaba hasta hace pocos meses Santos Cerdán para negociar desde el extranjero con Junts. También consideran que lo está, aunque no lo haya dicho este viernes, por ERC, ya que los populares insisten cada semana en que "ERC manda" y que Isla, al fin y al cabo, hace lo que conviene al líder republicano, Oriol Junqueras –que es el argumento que ya destacaron en el Onze de Setembre del año pasado–. Aunque desde el estallido del Proceso los populares han ido repitiendo que Sant Jordi debería ser el Día de Catalunya, sí acuden a ofrendas florales municipales y felicitan al Día –también lo felicitó el líder del PP estatal, Alberto Núñez Feijóo, en un mensaje bilingüe–, pero se desmarcan de los actos principales. El alcalde de Badalona, ​​Xavier García Albiol, organiza actos de la Diada Nacional y participa él mismo, al igual que ocurre en Castelldefels con el propio Reyes. Ambos alcaldes optan por esta celebración plural, mientras que el último alcalde popular que tienen, Josep Tutusaus, de Pontons, no ha tenido ningún interés en esta festividad en su pequeña villa.

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Ahora bien, el tuétano de la Diada no cuenta con la presencia del PP. En el 2010, estallada la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut, el PP plantó la ofrenda floral a Rafael Casanova, el último consejero jefe de Barcelona antes de la derrota en manos del ejército borbón, "por la deriva independentista". Algunos populares como el exconcejal Josep Bou se habían desmarcado de ellos para rendir homenaje a Casanova.