El PSC propone una estrategia conjunta a los partidos para "vallar el paso" a la extrema derecha en el Parlament

Los socialistas quieren que la extrema derecha no tenga ningún asiento en la mesa y que las formaciones no firmen conjuntamente ninguna resolución con el grupo de Ignacio Garriga

Cesc Maideu
y Cesc Maideu

Vallar el paso a la extrema derecha en todos los ámbitos del Parlament de Catalunya. El PSC ha enviado este miércoles a todas las formaciones políticas una estrategia para aplicar un cordón sanitario a Vox en el hemiciclo y conseguir que el partido ultra tenga la mínima presencia posible. Los socialistas desgranan en un documento todos los espacios del Parlament en el que los partidos pueden evitar que Vox tenga cabida. Empezando por la mesa del Parlament, donde el PSC propone "coordinar el voto" de tal manera que "ningún diputado o una diputada de la extrema derecha" se siente en la mesa del Parlament, y acabando por las leyes que impulse Vox, porque el PSC también exige que quien subscriba este documento no pueda firmar conjuntamente una resolución con el partido ultra. Todas las formaciones que firmen este documento tendrán que cumplir las exigencias que piden los socialistas.

La primera es que ningún miembro de Vox esté en la mesa. La ley no establece que la distribución de los miembros de la mesa responda a un reparto proporcional de los escaños obtenidos, sino que se eligen por votos directos, y si tal como pide el PSC, todos los partidos se coordinan, podrían evitar que hubiera un miembro de Vox. Lo mismo proponen los socialistas para las mesas de las comisiones, que igual que en el caso de la cámara se escogen por votación, aunque en las últimas legislaturas se han logrado acuerdos globales entre los grupos para que todo el mundo tuviera representación. Ahora bien, el PSC pide que en la XIII legislatura esto no pase y que también se coordinen las votaciones para vetar a la extrema derecha en las mesas de las comisiones. Aun así, hay espacios como los grupos de trabajo y las ponencias legislativas en los que, según el reglamento, todos los partidos tienen que tener cabida. Y es en este ámbito que el PSC admite que "no es posible excluir a la extrema derecha". Pero sí que piden que, siempre que se pueda, se intente evitar que Vox se sitúe como relator o ponente de estos espacios parlamentarios.

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Pero hay que recordar que en el caso del Congreso de Diputados, fue el PSOE quien permitió el acceso de Vox a la mesa, donde ocupa una vicepresidencia. Entonces el PSOE tenía en sus manos impedir que Vox entrara, pero no lo hizo para poder garantizarse la vicepresidencia primera. Tanto el PSOE como Unidas Podemos solo presentaron un candidato cada cual para las vicepresidencias, dejando vía libre así a Vox para conseguir la cuarta vicepresidencia. Si hubieran presentado un segundo candidato, como hicieron posteriormente en la votación de las cuatro secretarías, Vox habría quedado excluido.

Pero el PSC no solo insta los partidos a reducir al máximo el número de sillas donde se siente Vox, sino que también quiere establecer un cordón sanitario en sus iniciativas parlamentarias e incluso intentar no rebatirlos en los plenos. Así, piden que ningún partido firme "ninguna iniciativa conjuntamente con el grupo de la extrema derecha ni con ninguno de sus diputados". Aquí incluyen las iniciativas legislativas, propuestas de resolución, enmiendas y transacciones, preguntas a responder por escrito, solicitudes de constitución de intergrupos y mociones de censura. Ahora bien, el PSC no exige que voten en contra de todas las resoluciones, propuestas y leyes de Vox, porque apuntan que la posición de cada grupo podrá ser fijada en "un examen caso a caso". Tampoco prohíbe a las formaciones que en los plenos y a las comisiones hagan uso de la palabra para marcar "la propia posición" respecto a las materias de las iniciativas de la extrema derecha, pero sí que les insta a no hacer alusiones personales a los diputados de Vox en los debates "con objeto de no ampliar el tiempo de intervención del que disponen, gracias a un turno por alusiones".

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Nueva reunión con los comunes

El PSC, que busca apoyo en una eventual investidura de Salvador Illa, y los comunes, que piden un tripartito con ERC, se han vuelto a encontrar este miércoles por la tarde, momento en el que los socialistas han compartido su propuesta para aislar Vox. El PSC ha insistido a los de Jéssica Albiach que quieren una presidencia del Parlament ocupada por una mujer de izquierdas "ante la propuesta independentista que apuesta por una presidencia de la CUP o de JxCat". Según un comunicado de los socialistas, las dos formaciones se han emplazado a un nuevo encuentro los próximos días.