Puigdemont reivindica "la política desde el exilio" ante "sectores independentistas" que la quieren "banalizar"

El ex 'president' afirma que "ahora es el momento de la unidad y de la confianza"

Cesc Maideu
y Cesc Maideu

BarcelonaEl día en que se cumplen tres años de la detención en Alemania de Carles Puigdemont y cuando el papel del Consell per la República (CxR) está en el centro del debate, el ex president ha salido en defensa del trabajo hecho en el exilio. Waterloo ha sido el centro de operaciones de una estrategia jurídica que le ha llevado a no ser extraditado a España, pero también es la sede del CxR, el órgano que ahora mismo bloquea las negociaciones entre Junts y ERC para investir a Pere Aragonès, y que tiene como presidente el mismo Puigdemont. Ahora los republicanos están insistiendo en reformularlo –han presentado un documento con las propuestas para hacerlo– y una de las críticas de ERC es que el CxR solo pivota sobre la figura del ex president. Este jueves Puigdemont no solo ha salido en defensa del exilio, sino que ha cargado duramente contra "algunos sectores del independentismo que banalizan la acción política" desde Bélgica. "Lamentan que no estemos encarcelados", ha afirmado en un hilo de Twitter.

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Puigdemont no ha concretado a quién van dirigidas estas acusaciones, simplemente se ha referido como "sectores" a los cuales los "incomoda y cada vez lo disimulan menos" que desde el exilio se "haga frente" y se "lleve la iniciativa". Estos posicionamientos, a su parecer, ayudan a hacer "creíble" el relato que los exiliados "viven despreocupados, cómodamente y de forma insolidaria con el sufrimiento" de los presos políticos.

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El ex president, de hecho, mete a estos sectores independentistas en el mismo saco que el estado español. Si los primeros están "incómodos", los segundos están "enrabiados". Ante un Estado que los considera "culpables" antes de haber sido juzgados, Puigdemont acepta que todo el trabajo hecho "algún día" se podrá utilizar en su "contra como agravante de una lucha política que el Estado califica de criminal". Precisamente, sin embargo, cree que el éxito del exilio pasa por no haberse "rendido" ante "las limitaciones, las incomprensiones y los ataques". "Sabemos que en caso de extradición, el tiempo pasado en el exilio no cuenta", ha añadido Puigdemont.

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El momento de la unidad y la confianza

Pese a los dardos a sectores del independentismo, la última frase del ex president es un llamamiento a rehacer confianzas y dejar atrás los reproches. "Tanto da. Ahora es el momento de la unidad y de la confianza", concluye. Ahora bien, pese a este llamamiento, el ex president ha demostrado en los últimos días su malestar. A las acusaciones de hoy se suma un enigmático tuit de este el pasado martes después de la conferencia política de Jordi Sànchez. Entonces, el ex president criticó que mediante "técnicas mafiosas" se construyan "relatos" que te "golpean hasta que te doblan o doblan tu entorno". Puigdemont, sin dirigirse a nadie en concreto, twitteó estas palabras en uno de los puntos álgidos de la negociación entre los partidos independentistas: el mismo día en que ERC y la CUP hicieron públicos los preacuerdos y el papel del Consell per la República continuaba siendo cuestionado.

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"¿Qué tiene ganas de hacer Puigdemont?", se ha preguntado este martes la secretaria general de ERC, Marta Rovira, que invitaba así al expresidente a escoger cuál tiene que ser su función. Rehuyendo la polémica, Rovira ha afirmado que el papel de Puigdemont no "es un debate". "Tiene todo nuestro reconocimiento y apoyo como presidente represaliado", ha añadido. Más que ponerse de acuerdo sobre el papel que tiene que jugar el ex president, dice Rovira, hay que llegar a un acuerdo a la hora de construir "un liderazgo compartido". Antes de esto, sin embargo, se tienen que rehacer las confianzas. Para conseguirlo, Rovira cree que es "clave" no quedarse estancados en el pasado y en vivencias "muy personales" para mirar adelante y comenzar una "nueva etapa" que deje atrás "los reproches". Aceptando que esto no se hace de la noche a la mañana, la líder republicana es de las pocas voces de Esquerra que no urge a los equipos negociadores a llegar a un pacto: ha defendido "un buen acuerdo" y no formar un "gobierno con prisas". En este sentido, Rovira también es de las últimas líderes de ERC que no ha desistido con los comunes, y ha instado al partido de Jéssica Albiach a abandonar "los vetos cruzados" para pasar a construir "mayorías amplias".