Radiografía de los catalanes que se sienten españoles

A medida que el apoyo a la independencia de Catalunya ha ido reculando en las encuestas, los mismos sondeos han detectado un aumento del porcentaje de personas que se sienten tan catalanes como españoles (un 43% en el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión) y un bajón de los que se consideran sólo catalanes (un 15,5%). En ciertos círculos, la identidad y las preferencias territoriales suelen asociarse a menudo, sobre todo para dotar de argumentos a las posiciones partidarias de la unidad de España.

Por un lado, se ha arguido que la independencia "partiría el corazón" (por decirlo a la manera de Miguel Bosé) en mitad de la sociedad catalana que tiene identidades duales, porque supuestamente deberían elegir sólo una. Por otro lado, los contrarios a la independencia apuntaron a que cerca de un 12% de los catalanes se sienten sólo o más bien españoles, lo que les convertiría en una minoría que necesitaría especial protección (de, supuestamente, el gobierno de la Generalitat, que conculcaría sus derechos).

Pero lo cierto es que la tendencia de encapsular a quienes se sienten españoles en Catalunya en una única categoría es poco esmerada. El sentimiento de españolidad entre una parte importante de los catalanes tiene algunas comunidades, como las posiciones contrarias a la independencia, el hecho de que sean o tengan orígenes directos del resto del Estado, tener posiciones más conservadoras (aunque se observa cierta convergencia) o una cierta satisfacción hacia fenómenos de expresión cultural nacional (como las vic). Sin embargo, entre los catalanes que se sienten españoles se pueden detectar al menos tres grandes grupos.

Españolistas que viven en Cataluña

Un primer grupo de población lo conforman quienes tienen un alto sentimiento nacional español. Juntos están cerca de un 12% de la población catalana. Si lo miramos desde 2006, este grupo ha ido creciendo progresivamente. Se trata de un segmento de la población con una identidad española intensa, incluso más que la que pueden tener en otras comunidades autónomas españolas uninacionales. Su perfil es el de un votante mucho más a la derecha que la media, aunque cerca de un 15% de votantes de centro y centroizquierda también tienen niveles de españolismo elevado. Se trata de gente con bajos estudios, de áreas urbanas y que habla esencialmente castellano.

Su grado de abstención solía ser mayor en las elecciones catalanas, pero en los últimos comicios se han movilizado (siguen votando menos) y en buena parte optan por el PP o Vox. Ahora bien, un sentimiento elevado de españolismo también está presente en una tercera parte de quienes tienen una elevada simpatía por el PSC. Es además un grupo con un sentimiento nacional muy estable. Según los datos de la encuesta POLAT, realizada entre 2014 y 2020 y que ha permitido seguir a las mismas personas a lo largo del tiempo, la inmensa mayoría (entre un 70% y 80%) no cambian este sentimiento a lo largo del tiempo. Lo mismo no ocurre con sentimientos catalanistas elevados, mucho más volátiles (un 50-60% los mantienen a lo largo del tiempo).

Identificación española fluida

Los otros dos grupos de catalanes con sentimiento español están formados por gente con identidades duales, pero con intensidad y dirección divergente. En el fondo, la categoría "me siento tan catalán como español" de una encuesta esconde casuísticas diversas. Si exceptuamos a los que tienen valores bajos en ambas identidades (cerca de un tercio), un primer grupo lo forman aquellos que efectivamente tienen una afección nacional doble, pero en la que la identidad catalana es más bien concebida como inseparable o estrechamente relacionada con la española. Dicho de forma popular, para este grupo ser catalanes es su forma de ser españoles (y viceversa). Ambas identidades conviven, pero con cierto grado jerárquico superior para la española. Un grupo también con identificaciones estables, poco fluidas según el contexto.

Por último, un segundo grupo, más reducido, son los catalanes con identidad dual con cierto grado de posiciones catalanistas. Sea porque entienden la identidad como un factor administrativo o inevitable (entre otros factores), su posicionamiento fluctúa en función del contexto. En el período álgido del Proceso, por ejemplo, fluctuaron durante un cierto tiempo a posiciones más soberanistas, pero en los últimos años parecen haber vuelto a la casilla inicial.

¿Cuidarse para vivir mejor?

Una encuesta reciente realizada en 93 países y en más de 93.000 personas ha intentado averiguar si algunos factores o patrones relacionados con el cuidado personal están presentes en todas partes. El uso de cosmética, la higiene personal o el hecho de hacer dieta para mejorar físicamente son patrones universales, mientras que la salud mental, la comida bien o el cariño al propio cuerpo varían en función de las sociedades y de factores como el individualismo. Sin embargo, lo que también es universal es el esfuerzo que hombres y mujeres dedican a cuidarse físicamente. Ya en edad postadolescente, las mujeres cuidan más que los hombres. Aunque el esfuerzo que las mujeres dicen hacer se reduce entre los treinta y los cuarenta años, se vuelve a intensificar cuando cumplen los cincuenta, edad a partir de la cual las mujeres se cuidan casi tres veces más que los hombres.