¿Puigdemont volverá finalmente a Cataluña? Boye asegura que se arriesgará a ser detenido

El expresidente se decanta por priorizar las elecciones catalanas en las europeas

BarcelonaEl retorno del exilio del expresidente Carles Puigdemont planea sobre la política catalana desde el año 2017. Fue el tema de la campaña en las elecciones convocadas por el 155 –"para que vuelva el presidente, hay que votar el presidente", decía el lema– y ha estado presente durante todo su mandato como eurodiputado por la batalla por la inmunidad en la Eurocámara y en los tribunales europeos. Ahora, que Puigdemont está acabando de meditar ser el candidato a las elecciones al Parlament de Catalunya el 12 de mayo –ha de terminar de confirmarlo la próxima semana, y Junts votará a los cabezas de lista el 23 de marzo–, la posibilidad que vuelva a Cataluña se sitúa de nuevo en primer plano. "Con el calendario electoral propuesto, podré estar presente en el debate de investidura", aseguró Puigdemont este miércoles justo después de que el presidente, Pere Aragonès, adelantara los comicios. Ahora bien, ¿de qué depende que esto, ahora sí, se cumpla?

Su abogado, Gonzalo Boye, ha explicado este viernes que Puigdemont "asumirá las consecuencias de sus acciones", cuando le han preguntado si se arriesgaría a ser detenido al volver con las dudas que puede generar la aplicación de amnistía por parte de los jueces. Sería "razonable" que el regreso se produjera a finales de mayo o principios de junio, con la amnistía ya en vigor –en principio, no se le podría detener– y antes de una eventual investidura. En una entrevista en Rac1, Boye, como ya han hecho dirigentes de Junts, ha denunciado que la convocatoria de elecciones por parte del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, responde al "miedo justificado" de que Puigdemont se presente a los comicios. Los junteros incluso han llegado a insinuar que por ese motivo ERC y el PSOE se han "coordinado" en el adelanto electoral.

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Fuentes de Junts consideran que se da una coyuntura política y jurídica excepcional y que no la desperdiciarán para intentar el retorno. "La amnistía da garantías", explican, mientras acusan al PSOE ya Esquerra de "concordearse" para convocar elecciones anticipadas antes de la aprobación definitiva de la amnistía para intentar evitar que Puigdemont vuelva, algo que desde ellos partidos niegan. "Se han equivocado en el cálculo", insisten en Junts. Además de remarcar que el expresidente se decanta por priorizar a las catalanas en las europeas.

Renunciar o no a la inmunidad europea

El primer dilema de Puigdemont, más allá de concurrir a las elecciones catalanas, es si se presentará o no a las europeas del 9 de junio, nada menor teniendo en cuenta la protección que le da la inmunidad de eurodiputado. Dar ese paso o no marca una diferencia sustancial y tiene tiempo para decidirlo hasta el 7 de mayo, la fecha límite para presentar las listas en Europa, en la última semana de la campaña electoral catalana. Si no se presenta a las europeas perderá la inmunidad en el momento en que tome el acta como diputado en el Parlamento catalán –ambas a la vez son incompatibles–, no más tarde del 7 de junio, que es cuando se debe constituir la cámara catalana después de las elecciones.

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Escenario A: sólo se presenta a las catalanas

Si sólo se presenta a las elecciones catalanas, el eventual retorno sería sin la protección que ahora tiene como eurodiputado y fiándose sólo en que el Tribunal Supremo aplicará la amnistía, que en teoría obliga a retirar las órdenes de detención nacionales y europeas una vez entre en vigor la ley. Esto quisiera decir que pone todos los huevos en la cesta de Cataluña y que no se guarda ningún as en la manga para seguir siendo eurodiputado. En este caso quisiera decir que Puigdemont ha tomado la decisión política de volver arriesgando a ir a prisión, ya que dependería de cómo los tribunales interpretaran la amnistía: ahora está procesado por malversación por el 1-O y también investigado por terrorismo por Tsunami Democrático.

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Escenario B: se presenta a las catalanas ya las europeas

En cambio, si Puigdemont decidiera presentarse a las elecciones catalanas y después a las europeas, mantendría un plus de protección porque podría retener la inmunidad al menos hasta el 16 de julio, que es cuando se constituye el Parlamento Europeo. Y es que se puede ser candidato a las dos elecciones pero no se pueden desempeñar los dos cargos a la vez. En todo caso, este jueves el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha dicho en declaraciones a Catalunya Ràdio que sería "extraño" que se presente a la vez ambos comicios.

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Si optase por este escenario la secuencia sería la siguiente: Puigdemont se presentaría como diputado electo en el Parlament siendo eurodiputado. Cuando se constituyera la cámara catalana después de las elecciones –a lo sumo el 7 de junio– dejaría el acta de eurodiputado, pero a partir del 9 de junio, con la cita de las urnas en la Eurocámara, volvería a ser eurodiputado electo con inmunidad, al menos, de desplazamiento para acudir a los plenos. Esta doble combinación, que mantendría como se ha dicho antes hasta el 16 de julio, ya la mantuvo en el 2019: era diputado en el Parlament de Catalunya y no renunció efectivamente al acta hasta que le reconocieron la condición de 'eurodiputado de pleno derecho en enero de 2020.

Si optase por este escenario, en este periodo de tiempo Puigdemont tendría margen para ver cómo queda el resultado de las elecciones catalanas y las posteriores alianzas para formar gobierno: es decir, si tiene posibilidades o no de ser presidente y de volver con la amnistía ya aprobada y ese plus de protección que le daría la inmunidad. En caso negativo, podría hacer como en el 2021: después de encabezar las elecciones catalanas del 14 de febrero renunció al acta de la cámara catalana para seguir siendo eurodiputado. Esto significaría que Junts tiene un plan B como candidato efectivo a las elecciones: ¿Cuáles son los otros nombres en las travesías y con aspiraciones? El exconseller Josep Rull; la portavoz en Madrid, Míriam Nogueras, y el exconseller Jaume Giró.

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La batalla en el Tribunal Supremo

Puigdemont debe decidir en cuál de los dos escenarios anteriores juega. Ahora bien, quien interpretará su situación será el Tribunal Supremo. Una vez entre en vigor la amnistía, la ley dice que hay dos meses para aplicarla, pero que de forma inmediata deben levantarse todas las órdenes de detención que queden activas para que los exiliados puedan volver. ¿Lo hará esto el Supremo? Desde hace meses los jueces insinúan que su intención es elevar la ley tanto al Tribunal Constitucional a través de una cuestión de inconstitucionalidad como al Tribunal de Justicia de la Unión Europea con una cuestión prejudicial. Un movimiento que suspendería el procedimiento -aunque la ley seguiría vigente- y en el que el Supremo podría escudarse por no retirar tampoco las órdenes de detención. ¿Y qué ocurre si, además, eleva los artículos que obligan a retirar las medidas cautelares? Estos artículos quedarían suspendidos hasta que se pronunciaran estas instancias. Puigdemont siempre podría recurrir en recurso de amparo al Tribunal Constitucional y, si no le diera la razón, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Ahora bien, esto podría acarrear meses o años.