Salvador Illa: "Los ejes principales de mi presidencia serán unir y servir"

BarcelonaCorto, sobrio y solemne. Así ha sido el acto de toma de posesión de Salvador Illa como 133 presidente de la Generalitat, donde el nuevo jefe del ejecutivo ha dejado constancia de las que quiere que sean las líneas maestras de su mandato: "Los ejes de la mi presidencia serán unir y servir, respetando la diversidad del pueblo de Catalunya", ha garantizado. Y lo ha hecho, en primer lugar, agradeciendo el "traspaso ejemplar" de poderes del presidente saliente, Pere Aragonès, con quien este viernes se reunió durante dos horas para conocer de primera mano el estado de las carpetas que hereda. Como también hizo desde el Parlament al ser elegido, Salvador Illa ha prometido gobernar "para todos" y se ha conjurado para combatir los discursos que pongan en riesgo la "unidad civil" del pueblo catalán y la convivencia, ante el adelantamiento de la extrema derecha y los "populismos".

Salvador Illa ha entrado en el Palau de la Generalitat a las 12.00 h en punto acompañado de su mujer. Minutos antes, una manifestación independentista le recibía con gritos de "¡Fuera!" en la plaza Sant Jaume que se han mezclado con aplausos y consignas de apoyo al nuevo presidente, entre banderas y banderolas del PSC. Tras pasar revista en el cuerpo de Mossos d'Esquadra, ha entrado en el Salón de Sant Jordi con Aragonès y el presidente del Parlament, Josep Rull, que ha leído el decreto de nombramiento. "Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente las obligaciones del cargo con fidelidad al rey, la Constitución, el Estatuto de Autonomía y las instituciones nacionales de Catalunya", ha dicho el jefe del ejecutivo, con la bandera detrás suyo. Sociedad Civil Catalana le reprochó que en el acto no se haya visto por ninguna parte la bandera española: "Ya hemos empezado mal", se ha quejado la entidad a X.

Un recuerdo para todos los expresidentes

Tras recibir la medalla de presidente de manos del republicano, Salvador Illa ha recordado a todos los expresidentes de la Generalitat, desde Josep Tarradellas hasta Pere Aragonès, pasando también por Carles Puigdemont pese a la polémica por su reaparición y desaparición durante el debate de investidura. De la presidencia de Pere Aragonès, Salvador Illa aún ha alabado otra cosa: la voluntad de gobernar para todos, un compromiso que el presidente ha vuelto a asumir este sábado frente a una sala que ha reunido a líderes de los diversos partidos catalanes, empezando por los del PSC. Aparte de familia y amigos del presidente, entre los invitados estaban los expresidentes Jordi Pujol, José Montilla, Artur Mas y Quim Torra y hasta cinco miembros del ejecutivo español: la vicepresidenta María Jesús Montero y los ministros Jordi Hereu, Félix Bolaños, Diana Morant y Ernest Urtasun. También estaban la presidenta de Navarra, María Chivite, y el de Asturias, Adrián Barbón. Un guiño por parte de los presidentes autonómicos socialistas pese a las tensiones que ha provocado el compromiso del PSC con Esquerra de negociar una nueva financiación singular para Catalunya.

Precisamente, y en declaraciones tras el acto, la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha querido subrayar que el PSOE "apoya y avala" un pacto fiscal que –dice– quiere garantizar que Catalunya tenga unos servicios públicos de calidad. "Quiero recordar que, si el acuerdo tiene una seña de identidad, es la de la solidaridad con el resto de territorios", ha dicho. El modelo propuesto por Esquerra y asumido por el PSC prevé que la Agencia Tributaria de Catalunya recaude todos los impuestos y después contribuya a los gastos del Estado y con el resto de comunidades a través de dos fondos. Será clave que el nuevo Gobierno explique cómo se fijará esta contribución, que tiene como límite el principio de ordinalidad que los socialistas defendieron en campaña. Pese a los intentos de los dirigentes socialistas por dejar claro que hoy el protagonista era Salvador Illa, Montero no ha podido evitar tener que contestar a preguntas sobre Puigdemont. "Hay absoluta normalidad institucional con Junts", se limitó a decir.

"Máxima igualdad y prosperidad"

El presidente socialista trabaja ya para acabar de perfilar a su ejecutivo, que será transversal y con perfiles técnicos y políticos, con la idea de reunir el primer consejo ejecutivo el martes. En su discurso de este sábado, Salvador Illa se comprometió a impulsar políticas públicas que garanticen la "máxima igualdad y prosperidad" en Catalunya, situando la cohesión social como prioridad, en consonancia con algunas de las medidas para mejorar los servicios públicos y el acceso a la vivienda pactadas con Esquerra y los comunes. "Catalunya es tierra de acogida. Lo ha sido siempre y lo seguirá siendo. Catalunya es solidaria. Nuestra voluntad de ser es una voluntad de convivir", aseguró. En un momento en que los socialistas desembarcarán en el Palau de la Generalitat después de 14 años en la oposición, ha prometido no dejarse deslumbrar por la "nobleza" del Palau de la Generalitat y no perder la "proximidad" con la gente y sus preocupaciones. Acabado el acto, el presidente se ha acercado a los ciudadanos reunidos en la plaza Sant Jaume para estrechar algunas manos de quienes han querido felicitarle.

Fiel a su formación humanista, en el discurso de Salvador Illa no han faltado referencias a grandes pensadores políticos. Se ha encomendado a Michel de Montaigne, que definía la política como el arte de tratar con las personas, pero también a Pericles, de quien ha citado las palabras que recoge Tucídides en Historia de la Guerra del Peloponeso (libro que a menudo recomienda): "La democracia es un sistema político basado en que, si bien no todo el mundo es capaz de gobernar, todo el mundo es capaz de juzgar el trabajo de los gobernantes. Tengo la certeza de que pondré lo mejor de mí mismo y siempre me someteré al mejor criterio de los ciudadanos. ¡Viva Catalunya!", ha concluido.