Sánchez acusa a Casado de "insumisión constitucional" por el bloqueo del CGPJ
El presidente español carga contra el PP después del aviso de Lesmes
MadridLa disputa por la renovación del Consejo General del Poder Judicial todavía vive un momento álgido, 48 horas después de que Carlos Lesmes hiciera un llamamiento a abandonar la "lucha partidista" y pidiera un acto de "patriotismo constitucional". Ni PP ni PSOE, sin embargo, han acercado posiciones después del aviso del presidente del CGPJ, y sus líderes siguen enfrentados. Este miércoles el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha acusado al líder de la oposición, Pablo Casado, de tener una actitud de "insumisión constitucional" y de falta del "mínimo sentido de estado". Las palabras del líder socialista llegan el día después de que Casado pidiera públicamente una reunión para abordar la cuestión y mantuviera la condición de reformar el sistema de elección de los vocales.
A pesar de que la Moncloa se resiste a dar la renovación por perdida, los reproches cruzados parecen indicar que ya solo se trata de que la ciudadanía perciba quién es el culpable. La portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, fue explícita este martes cuando subrayó que el bloqueo "no es anónimo". "Solo hay un partido que está bloqueando la renovación de los órganos constitucionales y es el PP y el señor Casado", afirmó. Sánchez ha cogido el testigo este miércoles en su intervención ante los grupos parlamentarios del PSOE en el Congreso, en el Senado y en el Parlamento Europeo, y ha fijado posición. "Exijo nuevamente al PP que cumpla con su responsabilidad. No es sostenible y perjudica a la democracia", ha subrayado el secretario general socialista.
En la línea de ganar el relato, Sánchez ha querido mandar un mensaje a los españoles. "Puede haber ciudadanos que piensen que no es cosa suya, que es una especie de juego de tronos o juego de poder y que no les afecta en el día a día, pero el pleno funcionamiento de las instituciones constitucionales es fundamental para el correcto desarrollo de nuestra democracia. Nadie se podría imaginar un poder ejecutivo 1.000 días en funciones (el récord de un gobierno en funciones en España es de 314 días), sería absolutamente insostenible, pues pasa lo mismo con el poder judicial. Afecta a los ciudadanos en su día a día", ha remarcado el presidente español.
Lesmes también apuntó este condicionante, si bien lo aprovechó para cargar contra el PSOE y Unidas Podemos por haber promovido una reforma de la ley que desposee al CGPJ de hacer nombramientos mientras está en funciones.
Una hipotética destitución de Delgado
En la larga discusión sobre la renovación del CGPJ se ha colado este miércoles el nombre de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado. El portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, ha sido preguntado en una entrevista a RNE sobre si una hipotética destitución de Delgado podría contribuir al entendimiento entre los dos partidos, y el dirigente conservador ha admitido que supondría un "avance en la credibilidad" de Sánchez. El PP quiere abanderar ahora la reivindicación de despolitizar el nombramiento de los vocales y sitúa en la designación de Delgado un ejemplo de que el PSOE transita por el camino contrario. Para desbloquear el CGPJ, sin embargo, Maroto ha insistido en que hace falta un acuerdo para reformar la ley en el Congreso y que los jueces sean elegidos por jueces.
De todas maneras, el portavoz conservador en el Senado ha augurado que Sánchez no destituirá a Delgado, si bien lo ve capaz de "cargarse a una de sus manos derechas". Las especulaciones llegan semanas antes de que la sala tercera del Tribunal Supremo delibere sobre el nombramiento de la fiscal general del Estado, recurrido por Vox y el PP por "palmaria parcialidad". Está pendiente de decidirse si resuelve los recursos la sección cuarta de la sala tercera o bien se eleva a pleno para que tomen parte de la deliberación la treintena de jueces de la sala de lo contencioso administrativo.
Calvo y Ábalos, en segundo plano
La comparecencia de Sánchez de este miércoles en el Congreso ha servido para escenificar el cambio de caras en el PSOE. Junto al líder socialista se han sentado la vicesecretaria general del partido, Adriana Lastra, y el nuevo número tres de la organización, Santos Cerdán, que toma el relevo de José Luis Ábalos. A primera fila, el nuevo portavoz del Congreso, Héctor López, y la "futura portavoz en el Senado", Eva Granados, tal como ha dicho el propio Sánchez. Unos asientos más atrás se ha podido ver a la ex vicepresidenta primera Carmen Calvo, que se queda como diputada rasa del grupo parlamentario, y que en declaraciones a los medios ha celebrado haber podido "descansar" después de años en primera línea.