Sánchez agrieta el catalanismo: Puigdemont, Mas, Montilla y Aragonès debaten sobre el país
Los expresidentes de la Generalitat discuten sobre los retos de Catalunya en el 45 aniversario de la JNC
BarcelonaEl presidente español, Pedro Sánchez, divide profundamente el catalanismo político hoy en día. En el post-Proceso y sin mayoría independentista, el gran tema es qué hacer con el gobierno español, si bloquearlo o negociar con él. Sin crítica alguna sobre sus acciones del pasado, los expresidentes de la Generalitat José Montilla, Artur Mas, Carles Puigdemont y Pere Aragonès se han encarado por Sánchez y por la unidad en un coloquio de este jueves sobre el catalanismo. Porque sobre el catalanismo se pusieron de acuerdo deprisa, en el campo teórico, pero cuando se aterriza todo cambia.
El 45 aniversario de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC), las juventudes de Junts –y antes de Convergència–, ha reunido a los expresidentes, todos en retirada menos Puigdemont, que es quien ha protagonizado la quebradiza con el PSOE que no gusta nada a ERC o PSC, mientras que Mas ha evitado el asunto. Ante la plana mayor de Junts, tanto Montilla como Aragonès han enviado mensajes a Puigdemont, que no se ha inmutado y ha reivindicado que "vale la pena asumir los riesgos de volver a realizar los 1 de Octubre".
Clamando para alejarse del "cainismo", el expresidente socialista espetó: "Si vamos juntos avanzaremos. Si no vamos juntos, eso no irá". A su juicio, "el catalanismo avanza cuando va unido, si se disgrega y cada uno hace prevalecer sus intereses más partidarios la derrota está asegurada porque el Estado y Europa están ahí". Así, ha puntualizado que este talante "siempre ha intentado ser útil en el pueblo de Catalunya". Asumiendo que hoy ya se sabe "que hay cosas que no son posibles", insistió en que el Principado "necesita un catalanismo transversal y fuerte, y lo más unido posible, para alcanzar las cuotas de autogobierno". Un mensaje para Junts y sus "intereses", sin citarlos explícitamente, un punto en el que ha incidido Aragonés.
El expresidente republicano ha reivindicado su etapa negociadora con el gobierno de Sánchez y ha comentado que había "una herramienta que todavía se tiene", que es "el proceso de negociación" para explorar "la posibilidad de avanzar". "Aún tenemos esta oportunidad [...] Cuando se dan las circunstancias debes aprovecharlas", remachó, reivindicando que Sánchez "se movió por interés", por una "correlación de fuerzas".
Perfil convergente
La JNC no podía exhibir un perfil más convergente en este coloquio, pero fue precisamente el talante de un convergente con décadas de militancia como Puigdemont, muy aplaudido, quien evidenció la mutación del espacio fundado por Jordi Pujol. "El gran reto pendiente es el de la libertad", apuntó Puigdemont, para blindar la lengua, políticas sociales y citando los 20.000 millones de déficit fiscal. Asimismo, respondió a Montilla que el 1 de octubre de 2017 los catalanes iban "juntos", también "gente que votaba contra la independencia". Además, defendió que los "costes de la dependencia" son "cuantificables" y "mayores" que los de la independencia.
En cambio, Mas, el único que ha recibido gritos de "presidente" por los militantes de la JNC, ha reivindicado el catalanismo con el lema pujolista de "Catalunya primero", con el acompañamiento de que "en Catalunya, primero las personas". Identidad basada en la lengua, pero también ha hablado del reto demográfico de un país que ha llegado a ocho millones de habitantes: "Esto no es neutro, provoca tensiones y situaciones concretas que desde el catalanismo deben saber abordarse con poder de atracción", ha dicho. Para todos los retos, también el económico, ha argumentado que es necesario determinar "el grado de soberanía que necesita" el país, sin concretar. Aragonés incluso ha defendido un referendo "con un resultado aplicable" y ha alertado de que es necesario "seguir garantizando la cohesión social", que está "en amenaza a Catalunya [...] por las transformaciones económicas y demográficas". "Todo catalanismo que no sea inclusivo está destinado a la derrota", ha sentenciado. Un mensaje para Aliança Catalana, a la que nadie ha mencionado.