Los afiliados de Junts avalan romper con Sánchez con un 87% de apoyo
Un 66,29% de los militantes ha participado en la consulta sobre la propuesta de ruptura con el PSOE que ha pilotado Puigdemont
BarcelonaLa decisión de Carles Puigdemont de decir lo suficiente y romper con el PSOE ya ha sido avalada por la militancia de Junts. El expresidente de la Generalitat y líder juntero se implicó personalmente; fue él quien comandó el proceso de quebradiza con el gobierno español presidido por Pedro Sánchez y su petición expresa ha recibido el aval masivo de los afiliados. En concreto, un 86,98% de los miembros de Junts lo apoyaron con una participación del 66,29%. Ambas cifras son casi exactas en la votación de noviembre del 2023 sobre el acuerdo de Bruselas con los socialistas que blindaba el sí en la investidura de Sánchez a cambio de la amnistía y de otros compromisos, además de un espacio de negociación en Suiza que ya se ha desmantelado. En esa ocasión recibió el apoyo del 86,16% de los militantes con una participación del 67%, en lo que debía ser un cambio de rasante que se ha convertido en fallido.
La pregunta de la consulta que concluyó este jueves era concisa y evaluaba de forma binaria el grado de acuerdo con "la propuesta de la dirección ejecutiva nacional de dar por finalizado el acuerdo de investidura con el PSOE ante los reiterados incumplimientos de sus compromisos". Desde el pasado miércoles a las 10 de la mañana hasta las seis de la tarde del jueves la urna telemática ha estado abierta para validar un movimiento que evidencia que el PSOE ha perdido la mayoría parlamentaria, pero que no aboca al Estado a elecciones. Lo que provocará es que los junteros no negociarán nada más con el ejecutivo estatal y sencillamente votarán a favor o en contra según les parezca "bueno para Catalunya", sin transacciones. Pero esto no implica una moción de censura de la mano del PP contra Sánchez que, de hecho, la dirección de Junts ha rechazado numerosas veces, la última esta semana por boca del secretario general, Jordi Turull.
Puigdemont defendió internamente que la ruptura con el PSOE convenía por la falta de avances en múltiples ámbitos, desde la inaplicación generalizada de la amnistía a los dirigentes del 1-O hasta la oficialidad del catalán en Europa o el fallido traspaso de las competencias de inmigración por la contra de la oposición de los junteros –que, ahora sí, el presidente español ha planteado desbloquear en la cámara española–. La defensa interna que hizo Puigdemont de la ruptura fue avalada por unanimidad por los miembros de la dirección ejecutiva nacional y, desde Perpiñán en una comparecencia sin admitir ninguna pregunta, lanzó el argumentario para que la militancia también secundara su posicionamiento, basado en que el PSOE "podrá tener poltronas, pero no podrá gobierno". Tras publicar los resultados, el líder de Junts se ha congratulado, destacando "la fortaleza" del partido y el compromiso con "decisiones difíciles" en un "entorno" que ve dominado por el "populismo".
Similar al 2023, antagónico al 2022
En este caso, como la consulta de hace dos años sobre el pacto con el PSOE, no ha habido ninguna rendija interna, con un escaso 10,22% de votos contrarios y un 2,8% de boletos en blanco. Un caso muy distinto a la consulta interna de octubre de 2022 sobre si convenía permanecer o no en el ejecutivo catalán de coalición con ERC que comandaba Pere Aragonès: en ese caso, los críticos con la salida del Gobierno, con un gen convergente clásico, se organizaron y reunieron un 42,39% de contrarios a la operación por un 55,73% de afiliados a favor, en un partido dividido que fue a votar en masa, con una participación del 79,1. Sin embargo, ahora no ha habido ningún movimiento destacado en contra de la propuesta de Puigdemont. Una decisión que, en todo caso, el gobierno español ha querido minimizar, apegados al "diálogo" y al hecho de ir votación a votación. Pero el jefe del gobierno estatal, ha optado por la ironía este jueves por el hecho de que no entiende "mucho" el paso a la oposición de Junts cuando "siempre han dicho que ya estaban allí" y ha confrontado al senador juntero Eduard Pujol por su "paternalismo" que ha encuadrado como "hábito conservador".