Sánchez no pone fecha a la mesa de diálogo pero asegura más de una reunión en 2022
ERC reclama reunirla "lo antes posible" pero evita polemizar con la fecha
Madrid / BarcelonaLa mesa de diálogo no forma parte de las prioridades de Pedro Sánchez y él no lo esconde. En su discurso de balance del 2021 solo se refirió a ello ante preguntas de los periodistas y lo hizo para enfriar la urgencia, y tampoco hizo mención de la mesa el viernes durante el comité federal del PSOE. Con la gestión de la pandemia como escudo, el presidente español ha vuelto a rechazar este lunes poner una fecha a la nueva reunión entre la Generalitat y el Estado para no "atarse", según ha argumentado en una entrevista a la Cadena SER. Pero ha asegurado, eso sí, que la mesa se convocará como mínimo dos veces este 2022. ERC, mientras tanto, sigue presionando para que el encuentro sea "lo antes posible", a pesar de que quiere evitar una nueva polémica con el calendario.
"Se celebrará, pero creo que ahora mismo las instituciones estamos en una cosa mucho más urgente e importante para la ciudadanía como es la urgencia sanitaria", ha asegurado Sánchez, que espera que sus "tempos" sean los mismos que los del president de la Generalitat. Pere Aragonès hace días que reclama que sea a principios de año y, de hecho, fuentes republicanas apuntaban a enero. Desde la Moncloa, sin embargo, insisten en que esta fecha no la han trasladado y aseguran que todavía se tienen que cerrar los temas y pactar el día. Y si bien el entorno de Sánchez desvincula las elecciones de Castilla y León de la dilatación del calendario, retomar la negociación después de los comicios ahorraría al PSOE un tema incómodo durante la campaña.
Las dos partes se emplazaron en la última reunión, el 15 de septiembre, a hacer encuentros públicos cuando puedan asegurar adelantos. Sánchez constataba este lunes que los dirigentes independentistas mantienen sus planteamientos "de máximos", y esto podría dificultar que de la reunión salieran acuerdos. Con todo, se ha mostrado esperanzado de que pueda haberlos. Y en la línea del PSC, el líder del PSOE también ha pedido que, más allá del diálogo entre gobiernos, también "han de ser escuchados los catalanes que no comulgan" con las tesis independentistas, en referencia a la mesa de partidos catalanes que Aragonès rechaza convocar.
ERC no quiere polémicas
La mesa entre gobiernos no ha tenido un recorrido fácil desde que se reunió por primera vez en Madrid en febrero de 2020. Esquerra, la ideóloga y principal valedora del instrumento de negociación, reclama que la próxima reunión sea lo antes posible, pero no quiere abrir una polémica sobre si tiene que ser en enero o más adelante. "No contribuiremos al juego de las fechas", ha dicho este lunes la secretaria general adjunta de los republicanos, Marta Vilalta. El partido del president Aragonès no quiere comenzar un nuevo conflicto sobre la fecha consciente de que esto debilita la mesa, y prioriza que la próxima reunión, sea cuando sea, sirva para ofrecer las primeras "concreciones".
Esta posición no evita, sin embargo, las críticas de JxCat, socio de gobierno de ERC. Esta lunes ha sido el vicepresidente mismo, Jordi Puigneró, quien ha afirmado que "una mesa de diálogo que no se reúne no es ni mesa ni diálogo". Y la portavoz del partido, Elsa Artadi, ha añadido que, a pesar de que no son contrarios a la negociación, les "chirría el mecanismo". Ahora mismo no hay representantes del partido de Puigdemont en las reuniones, puesto que ERC quiere que sean íntegramente consellers y Junts no. Y la pugna se mantiene: Vilalta ha reclamado a JxCat que reme a favor de la mesa "en lugar de hacer declaraciones en contra".
En el lado de la oposición, el PSC, que fue el primero en situar la nueva reunión de la mesa a principios de año, se ha alineado ahora con el PSOE y rechaza entrar a concretar una fecha para el nuevo encuentro. La portavoz de los socialistas catalanes, Elia Tortolero, se ha agarrado al relato de Sánchez para defender que "la prioridad ahora es acabar con la pandemia". Y los comuns también optan por no hacer ninguna guerra de la cuestión: consideran "importante" que haya ya una fecha pero concluyen que lo que es primordial es que "el diálogo siga avanzando". Por ahora no hay ni una cosa ni la otra: ni un día para marcar en el calendario, ni la constatación de que el instrumento haya supuesto algún adelanto.