¿Por qué muchos valencianos culpan a Sánchez y no a Mazón?
BarcelonaVisto desde Catalunya, resulta más sorprendente que una parte significativa de la opinión pública valenciana (y española) esté responsabilizando más al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que al de la Generalitat, Carlos Mazón, que es quien tiene, por mandato estatutario, la competencia exclusiva en Protección Civil y, por tanto, es quien se encarga de alertar a la población ante situaciones de emergencia como la provocada por la DANA. Huelga decir que uno de los factores determinantes es la fuerte campaña en redes de la extrema derecha, que ha logrado girar la tortilla y desviar la atención hacia la actuación del gobierno español. Pero la clave es que esta campaña se produce en un terreno especialmente abonado por otros dos factores que son propios de la realidad valenciana.
Lo primero es la falta de un ecosistema comunicativo propio. En la Comunidad Valenciana, los índices de lectura de periódicos son muy bajos. El diario con más lectores, el Levante, es el 20º de España y tiene sólo 83.000. La televisión pública, À Punt, se sitúa en torno al 4% de share (unos 200.000 espectadores), lo que explica que cuando la jefa de meteorología de la cadena, Victoria Rosselló, pidió a la gente que no saliera de casa en el informativo mediodía del martes 29 eso no tuviera repercusión alguna. ¿Se imaginan que los meteorólogos de TV3 lanzaran este aviso? La incidencia de la televisión pública catalana nada tiene que ver con la valenciana. Y eso también explica que cuando este lunes Carlos Mazón ha ofrecido su primera entrevista desde la crisis no ha elegido sus propios medios públicos, que desprecia y cerraría si pudiera, sino la cadena Cope, que es un entorno mucho más propicio.
Por cierto, À Punt está batiendo récords de audiencia con su cobertura de la DANA y llegando a picos del 13,5% de share, lo que demuestra que la información de proximidad y con independencia de criterio es un bien necesario para cualquier población. Por eso mismo no es descartable que en el futuro el ejecutivo del PP tome algún tipo de represalia contra la televisión pública.
El hecho de no tener un ecosistema comunicativo propio hace que la mayoría de valencianos se informen a través de los medios estatales, lo que lleva a que Carlos Mazón, y no digamos ya sus consellers, sean figuras inexistentes en su día a día. Para el valenciano medio el responsable de todo lo que ocurre es Pedro Sánchez. El expresidente Ximo Puig siempre explica que esa fue la clave de su derrota electoral en las pasadas elecciones autonómicas. ¿De qué sirve hacer una buena obra de gobierno si no puedes comunicarla? En las elecciones del 28 de mayo de 2023 los valencianos votaron contra Pedro Sánchez, en función de lo que veían en televisión, más que contra Ximo Puig.
Ecosistema político
El segundo factor, relacionado con el primero, es la falta de cultura política sobre cómo funciona el sistema autonómico. En Catalunya cuando ocurre algo la gente mira ante todo hacia el Palau de la Generalitat. En la Comunidad Valenciana, con cuarenta años de autogobierno, no existe una conciencia clara del reparto de competencias entre el gobierno español y el autonómico, lo que tiene que ver con la falta de ecosistema comunicativo y también de ecosistema político propio.
El sistema político valenciano, sobre todo cuando gobierna la derecha, es completamente dependiente de Madrid. Así, por ejemplo, cuando Francisco Camps dimitió del cargo de presidente no fue por voluntad propia, sino que le obligaron desde Génova. "Es un sacrificio personal para que Mariano Rajoy sea presidente de España", dijo. Y hace sólo unos meses, el pasado julio, cuando Santiago Abascal ordenó romper los gobiernos autonómicos de coalición con el PP, uno de los lugares donde la decisión cayó como un cubo de agua fría fue en la Comunidad Valenciana, donde la sintonía entre ambos partidos era total. La derecha valenciana es sucursalista y con escasa conciencia del valor del autogobierno. Por eso una de las primeras cosas que hicieron al llegar al gobierno fue desmontar la Unidad de Emergencias Valenciana (UMV) porque era un chiringuito, en palabras de Mazón.