El vecino de Barcelona a quien la ley permite tener una bandera franquista en el balcón

BarcelonaEn plena conmemoración de los cincuenta años de la muerte de Franco, hay nostálgicos que le siguen reivindicando. Joan Marc Alonso es uno de ellos. Y no se esconde. En el balcón de su piso del barrio del Guinardó de Barcelona tiene colgada la bandera franquista y otra de España con el lema Viva Cristo Rey. "Soy catalán y españolista", señala en conversación con el ARA. "Nací en 1965 y solo he vivido doce años de franquismo, pero soy afín al franquismo porque Franco hizo cosas muy buenas y me gustaría volver a esa época". Pese a admitir la "purga" que llevó a cabo el dictador –que no comparte porque es contrario a la violencia–, Alonso hace uso de argumentario para recordar infraestructuras como pantanos o pisos de protección oficial como algunos de los motivos para justificar su apoyo al régimen. "Entonces había trabajo y seguridad en las calles", subraya tras definirse como de "derechas y anticomunista".

Hijo de familia republicana (su padre nació en medio de un bombardeo en Barcelona en 1938 y era independentista), Alonso asegura que en casa vivió "una dictadura catalanista" y que se hizo simpatizante del franquismo cuando tenía 35 años después de "leer y formarse". "La democracia se lo ha cargado todo", sentencia Alonso, que defiende los valores de la familia y la religión católica. Pese a compartir algunos postulados de Vox como la expulsión de la inmigración irregular, dice que nunca ha votado y que tampoco lo hará por la formación de Santiago Abascal porque él es animalista.

La bandera franquista, la del águila de San Juan que Franco convirtió en oficial, la colgó hace tres años. Su padre tenía la bandera y él puso a la española y algunos vecinos en grupo le pidieron que la retirara para que lo veían como una ofensa. "La puse porque se ha vuelto algo punible y no es sinónimo de fascismo, en el resto de países muchos lo ponen y no pasan nada", argumenta. Accedió a la petición de los vecinos de retirarla, pero en su sitio puso a la franquista. "Ya no han vuelto a venir", afirma socarrón. Sí lo han hecho los Mossos y la Guardia Urbana hasta siete veces por avisos supuestamente de estos vecinos, pero nunca le han puesto multa alguna. "Es una bandera preconstitucional, pero no anticonstitucional, no hay ninguna ley que lo prohíba, distinto sería que amenazara a alguien con la bandera", concluye.

Así lo corrobora el profesor de derecho constitucional de la Universidad de Sevilla, Joaquín Urías: "Se puede tener una bandera franquista en el balcón, la ley de memoria democrática prohíbe que se ensalce la dictadura, pero no los símbolos que representan la dictadura". El exletrado del Tribunal Constitucional añade que esta bandera "no es de apoyo explícito al régimen, sino que manifiesta tu ideología", aunque admitió que la "línea es muy fina". En este sentido, el Código Penal no castiga a la exhibición de simbología franquista, amparado por la libertad de expresión, sino a la apología del franquismo como delito de odio.

Las diferentes leyes de memoria democrática que se han aprobado no han supuesto ningún cambio. La ley que aprobó el gobierno español en 2022 concreta los elementos contrarios a la memoria democrática: "Lo son las edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualquier otro elemento u objeto adosado a edificios públicos o privados en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la revuelta militar y de la dictadura". Y el proyecto de ley catalán que se aprobará en los próximos meses va en la misma línea y habla también de elementos de adosados.

"Habla de elementos que formen parte del edificio, no de banderas", lamenta el abogado e historiador Pep Cruanyes, uno de los principales promotores del retorno de la documentación incautada en Catalunya durante la dictadura. Un argumento que también comparte Urías, que diferencia "vestigios del régimen" como placas de "símbolos que expresan una ideología". "Si el redactado de la ley no queda acotado pasa lo que ocurre porque todo queda en manos de los jueces", lamenta Carles Vallejo, presidente del Consejo Participativo del Memorial Democrático, que ha participado en la elaboración de la ley y no descarta enmiendas ahora que la ley ha vuelto a reactivarse.

La libertad de expresión prevalece

"La tendencia general es no limitar la libertad de expresión porque venimos precisamente de una dictadura, pero exhibir una bandera franquista es hacer apología del franquismo", opina Vallejo En las manifestaciones contra la amnistía en la sede del PSOE en la calle Ferraz, algunos manifestantes llevaban banderas franquistas y no se impusieron sanciones, frente a los reproches cruzados entre el gobierno español y la Comunidad de Madrid. multar, pero tienes muchos números de ganar si presentas recurso defendiendo que es tu ideología", sostiene Urías.

De hecho, un juzgado de Valencia dio la razón en el 2022 a una manifestante ultra que fue sancionada con 4.000 euros por llevar una bandera franquista a la marcha del 12-O de dos años antes. "la exhibición pública de escudos, u otros elementos, adosados ​​a edificios públicos, o situados en la vía pública de forma permanente" y que "en ningún caso prohíbe o impide a cualquier ciudadano llevar cualquier elemento que externalice su ideología". El mismo argumento que permite a Alonso tener una bandera franquista en su balcón.

¿Por qué no se aplica la ley de memoria democrática a los manifestantes franquistas de Ferraz?