La vía Aragonès para después del 14-F: pactar a la vez investidura y presupuestos

ERC aspira a "concentrar" el voto independentista pero también apela al votante socialista

Quim Bertomeu
y Quim Bertomeu

ManresaEn los últimos 10 años la Generalitat ha tenido que pasar auténticos calvarios para aprobar los presupuestos. Desde el 2010, siempre los ha presentado con retraso y en cinco ocasiones directamente no los ha podido aprobar y ha tenido que funcionar con una prórroga presupuestaria que, de hecho, es la que hay vigente ahora mismo. El candidato de ERC, Pere Aragonès, ha propuesto una fórmula para evitar otro callejón sin salida. Si después de las elecciones del 14 de febrero puede aspirar a ser presidente de la Generalitat, intentará negociar con sus potenciales aliados dos cuestiones "en paralelo": llegar a un acuerdo para la investidura y un acuerdo para los presupuestos al mismo tiempo. "No podemos perder ni un minuto", ha explicado este miércoles en un acto electoral.

Aragonès lanzó la idea el martes en la parte final del debate de TV3 y este miércoles la ha desarrollado más. En su cabeza visualiza que en "el mismo acto" en el que se presente el acuerdo para la investidura –la suya–, se presenten también las "líneas maestras" de las cuentas. Así, una vez hecho efectivo el pleno de investidura del presidente, uno de los primeros asuntos que tendría que despachar el nuevo Govern sería cerrar las cuentas para que iniciaran el siempre laborioso recorrido parlamentario que tienen asociado. Quiere evitar, por ejemplo, el escenario del 2016 y el 2018: entonces la CUP dio los votos para investir a Carles Puigdemont y Quim Torra, pero se los negó unos meses después para aprobar las cuentas. La ejecución de la idea, sin embargo, no será nada fácil. Primero, hay que aclarar si ERC obtendrá los resultados que espera y, sean cuales sean, todo los indicios hacen pensar que no será nada fácil pactar una investidura y, por lo tanto, todavía menos unos presupuestos. De hecho, todos los partidos que se presentan el 14-F tienen una idea en la cabeza: quizás hay que volver a segundas elecciones porque la nueva aritmética hace inviable cualquier acuerdo. Unas segundas elecciones tendrían una consecuencia segura: Catalunya se quedaría sin poder aprobar nuevas cuentas este 2021.

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Pero, a pesar de la dificultad, ERC cree que solo haciendo la propuesta ya puede explotar una cierta virtud porque cumple lo que ha buscado en toda la campaña: centrarse en el tablero político. En la sala de máquinas del partido están convencidos de que son muchos los sectores sociales que desean tener nuevas cuentas y que, por lo tanto, podrían comprar la idea y empujar el 14-F. "Si el resultado del 14-F presenta un escenario de complejidad, más que nunca tendremos que llegar a un acuerdo", ha esgrimido Aragonès.  ERC puede exhibir un cierto bagaje en cuanto a las cuentas. Lideró la elaboración de las del 2020 –que se aprobaron con los votos de los comunes– y dio su apoyo a los presupuestos generales del Estado del 2021.

Un 2% para la cultura

Y si finalmente es posible elaborar las cuentas, los republicanos ya han asumido un primer compromiso con el sector de la cultura. Este miércoles Aragonès se ha comprometido a que las próximas cuentas destinarán un 2% del total a políticas culturales. El objetivo de los republicanos es que el gasto en cultura en Catalunya llegue a los 200 euros por habitante, de los cuales la Generalitat se compromete a poner 70. El resto, confía que lo complementen otras administraciones y el sector privado. La escritora y diputada de ERC, Jenn Díaz, ha admitido que el sector de la cultura ha sido uno de los "más perjudicados" por la pandemia y ha pedido "cooperación" entre administraciones para un trabajo conjunto.

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Los votantes del PSC

Quedan pocos días para las elecciones y ERC está convencida de que tiene voto fronterizo con varias formaciones, una de las cuales el PSC. Es por eso que Aragonès ha pedido el apoyo de ese tradicional votante socialista que ve "con asco" que Illa pueda llegar a ser presidente con los votos de Vox. A pesar de que el candidato socialista negó el martes "por activa, por pasiva y por perifrástica" querer los votos de la extrema derecha para gobernar, el candidato republicano ha asegurado que no se lo cree. Para Aragonès, hay votantes socialistas que podrían votar perfectamente a ERC porque es un partido con credenciales "de izquierdas, republicanas y antifascistas". Pero las aspiraciones republicanas todavía van más allá y en un mitin desde Manresa ha reclamado también "concentrar" en ERC los votos "independentistas, soberanistas y antifascistas". Está en juego la investidura y, para Esquerra, también unos presupuestos.