Vox deja en manos de dos catalanes la negociación para el relevo de Mazón

Barcelona / ValenciaTras la llamada entre Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, se abrió una negociación entre el PP y Vox para el relevo de Carlos Mazón en el País Valenciano partiendo de una realidad común en todas las conversaciones autonómicas del partido de extrema derecha. La pelotan dos catalanes: el secretario general, Ignacio Garriga, y la vicesecretaria de acción de gobierno, Montserrat Lluis, que también dirige la oficina técnica, que uniformiza todas las políticas de la formación en todas las instituciones. Según fuentes conocedoras, Lluis es la persona "de máxima confianza" de Garriga y su enviada en las conversaciones que son ahora telefónicas y que esta semana tendrán ya un encuentro presencial. Por el lado popular, Vox espera encontrarse con el secretario general valenciano, Juanfran Pérez Llorca, posible sustituto de Mazón, con un equipo de dos personas que aún debe nombrar, según ha podido saber el ARA. Incluso podrían reunirse para escenificar el inicio de las conversaciones con el propio Mazón. Las negociaciones se centrarán en las políticas relacionadas con la inmigración y contra el Pacto Verde Europeo, con "la prioridad nacional" para subvenciones y ayudas que pueden ser la clave de vuelta de un futuro pacto.

No es casual que sean los catalanes Lluis y Garriga quienes lleven las riendas de las conversaciones de Vox, ya que ambos forman parte del comité de acción política, el núcleo duro de la dirección de Vox que completa el máximo líder, Santiago Abascal. Luis no es una persona cualquiera, es una pieza clave del engranaje de Vox, que también ha sido fundamental para reconducir las relaciones con el PP en las Islas Baleares. Allí fue el ataque a la normalización lingüística del catalán el hueso más duro de roer porque los populares baleares "lo ven como un tema muy delicado", según fuentes consultadas, mientras que en la Comunidad Valenciana las ofensivas al catalán no habían supuesto ningún obstáculo, con una sintonía muy amplia con la bandera del secesionismo lingüístico y los recortes derechista de la televisión pública del territorio. Pero ¿por dónde van las conversaciones derivadas de la dimisión de Mazón?

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A estas alturas, según fuentes conocedoras, "se empieza a hablar para celebrar una reunión" presencial a la que asistirían Lluis (Vox) y Pérez Llorca (PP) con su equipo, mientras que Garriga también podría desembarcar en Valencia próximamente, sobre todo para los "momentos clave", que serán la próxima semana. "Los nombres del futuro presidente son igual, lo importante es para qué", sostienen fuentes de Vox. ¿Y cuál es la prioridad? La inmigración y las políticas contra el Pacto Verde Europeo y la Agenda 2030, según fuentes de la formación de extrema derecha –más allá de la reconstrucción a raíz de la dana–. "Que la declaración que ya hizo Mazón asumiendo el discurso se vea con políticas", sostienen. Aunque todavía no se ha llegado a la concreción, esto podría hacerse aterrizar con el establecimiento de la "prioridad nacional" en ayudas y subvenciones. "Con ingenio se puede blindar", comentan desde Vox, que también platean que es necesario "plantar" el gobierno español con el reparto de menores extranjeros no acompañados, o la oposición a la política agraria común.

Diagnostican que "la lengua es una batalla superada" y que "es difícil hacer más" después de "reducir la financiación de la Academia Valenciana de la Lengua al mínimo". La sensación que se respira es que en el PP "están por el trabajo porque no quieren elecciones en modo alguno". Pese al espantajo del PP que "viene la izquierda" al País Valenciano, las encuestas evidencian que el partido de extrema derecha está cerca del sorpasso en el territorio y que el bloque derechista podría sumar. Un escenario que en Vox ven ideal porque "si no quieren asumir las políticas, habrá elecciones". Una plataforma que les sirve para enviar un mensaje a Extremadura ante la contienda electoral de diciembre "ya Feijóo" porque "si quiere gobernar lo hará con el programa de Vox", concluyen desde el partido de Abascal. De hecho, quieren "dar un toque de atención al PP" porque "parece que la dimisión de Mazón sea un guión de Pedro Sánchez, hecho el día del juicio al fiscal", porque han asumido las "culpas" y han movido ficha cuando "llevan un año sabiendo que debían sacar a Mazón".

Los negociadores

Sin Luis no se hace nada en ningún ayuntamiento, en ninguna diputación provincial, en ninguna autonomía, según ha constatado este diario. Luis lleva "la armonía" a Vox, literalmente, ya que lo homogeneiza todo para garantizar dos elementos básicos del partido: la unidad de criterio y de propuestas en toda España y que en España no haya"varones"porque "la dirección nacional lo dirige todo". He aquí que Vox funcione "como un ejército", según los propios dirigentes del partido, ya que la jerarquía es clave ya quien la rompe "se le destituye" porque no hay autonomía.

Lluis emergió como una dirigente fundamental desde los comicios municipales y entrar en los ejecutivos autonómicos de la mano del PP.Abc, del que fue directora adjunta, además de dirigir el grupo Cope y 13TV, que depende de la Conferencia Episcopal Española. En cambio, Garriga es el número dos de Vox, ascendido desde 2022 y con un poder territorial total, más allá del liderazgo en Catalunya.

Como hombre puente entre Catalunya y la Comunidad Valenciana está el síndico de Vox en Les Corts, José María Llanos, que no formará parte de la negociación, pero sí será un enlace. El político ultra es doctor en derecho y licenciado en ciencias políticas, pero no es una figura clave en el partido. En el parlamento valenciano sólo destaca por su obediencia a las directrices que le dicten desde Madrid y por ofrecer un discurso muy duro y áspero. Sí tiene, eso sí, una relación fluida con el portavoz de los populares en Les Corts, Juanfran Pérez Llorca. El también secretario general de los conservadores es la mano derecha de Mazón y su posible sustituto si ambas formaciones sellan un pacto. Pese a ser un representante de la vertiente más dialogante del PP, Lorca no dudó en dirigir las negociaciones con Vox para investir al ya presidente en funciones, una muestra de que, más allá de sus posicionamientos personales, es alguien dúctil y capaz de asumir parte del argumentario del partido de Abascal.

El compromiso del PP

En este contexto de negociaciones abiertas, Feijóo aseguró que el PP tiene "un compromiso con Valencia, que se votó en las urnas", de "tener un gobierno centrado en la reconstrucción" porque es necesario "mantener la seriedad y el rigor y estabilidad del gobierno valenciano". "El resto sería de una irresponsabilidad de la que los ciudadanos tomarían buena nota", ha advertido este miércoles sobre un posible adelanto electoral. Y es que en el PP no las tienen todas de poder llegar a un pacto con Vox: saben que encarecerán, y mucho, su apoyo.