Ciencia

Barcelona será el primer 'hub' de computación cuántica del sur de Europa

El proyecto, financiado con 60 millones de euros, paliará la falta de autonomía tecnológica de la UE

BarcelonaEl Barcelona Supercomputing Center (BSC) construirá y coordinará la primera red de computación cuántica del Estado, una ciencia que permitiría llegar a entender reacciones químicas complejas para dar lugar a nuevos medicamentos, perfeccionar baterías industriales u optimizar algoritmos de inteligencia artificial para el mundo de las finanzas, la logística o la seguridad. Estos son solo algunos ejemplos de los beneficios que se podrían obtener de la producción y el uso de la computación cuántica, una disciplina poco explorada en España pero estratégica para gestionar fenómenos que pasan a nivel microscópico y hacer operaciones múltiples con un gran impacto en la resolución de problemas reales, sobre todo de los sectores industriales.

Como ya pasa con la producción de la tecnología clásica, los Estados Unidos y China son líderes casi en solitario en la experimentación y explotación de este ámbito mediante un entramado muy potente de empresas privadas. Hasta ahora, los países del resto del mundo han sido meros espectadores y ahora Europa quiere sembrar las primeras semillas para ser soberana y competitiva tecnológicamente con proyectos como este hub de alcance español, denominado Quantum Spain. De hecho, será el primer ecosistema de computación cuántica del sur de Europa. "Ahora la apuesta de Europa es hacer su tecnología, construir en supercomputación cuántica para dejar de ser compradores y convertirnos en productores de tecnología. Somos optimistas porque despertamos temprano, cuando la computación cuántica todavía es emergente y tenemos margen para ser competitivos", ha explicado este viernes el director asociado del BSC, Josep M. Martorell.

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Así, la creación de este hub (financiado íntegramente con fondos europeos) quiere ahorrar la compra de maquinaria a terceros países y desarrollar propia en el ámbito estatal. Una propuesta que ha sido muy bien recibida por el gobierno español, que a través de la secretaría de estado de Digitalización e Inteligencia Artificial prevé destinar hasta 60 millones de euros en los próximos años. El martes el consejo de ministros aprobó la concesión de una primera subvención de 22 millones de euros que se empezarán a movilizar este mismo año a través de la Red Española de Supercomputación (RES). "Valoramos mucho el apoyo que nos da la administración para desarrollar una tecnología disruptiva en nuestro país. Ir a comprar la maquinaria es más fácil a corto plazo, pero peor para el futuro", ha insistido Martorell.

Gasta como una nevera

Aunque 25 centros de búsqueda con experiencia en cuántica ubicados en 14 comunidades autónomas participan en este proyecto, el ordenador se construirá y se instalará físicamente en el recinto barcelonés Torre Girona, detrás de los jardines de Pedralbes, donde trabaja el BSC y donde ya está el supercomputador más potente de Europa, el MareNostrum 4. La previsión de las autoridades y del mismo centro de búsqueda es que a finales de 2022 el computador ya esté terminado y que ya se haya montado el primer chip con dos cúbits, que es el sistema que marca la potencia del superordenador. Y de cara a 2025, cuando se espera que culmine el proceso de construcción, se espera que se llegue a la veintena de cúbits. “La clave del proyecto es la construcción de un computador cuántico para toda la red española de computación, basado en tecnología de circuitos superconductores, que actualmente es una de las tecnologías que mejor funcionan y que explotan empresas potentes, como las filiales de Google”, ha explicado la doctora en física del BSC, Alba Cervera, que ha sido escogida coordinadora del proyecto Quantum en todo el Estado. 

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Esta máquina tan sofisticada y equipada con varios chips funcionará, sorprendentemente, dentro de un pequeño cilindro, con un comportamiento similar a una nevera, a -273 grados. La obtención de resultados mediante los procesos de un computador cuántico son más ágiles que la de la computación clásica y, además, gasta mucha menos energía porque para hacerla funcionar solo hay que enfriar el dispositivo. "Gasta más como una nevera que como un computador", afirma Cervera.

Según ha concretado la investigadora, la idea no es disponer de los chips más grandes o de más cúbits (la unidad básica en computación cuántica), sino “una máquina realista, que funcione y sea buena” para crear los softwares. “Iremos escalando la tecnología que usamos. Queremos ser los amos de esta tecnología desde un centro público, pero no queremos máquinas muy sofisticadas que no tienen ninguna función concreta”, ha asegurado. En este sentido, ha dicho, tenemos que tener claro que no hay que usarlo para todo y que el Cuántico pueda llegar a sustituir al MareNostrum u otros supercomputadores. "Son complementarios porque hay cuestiones que ya podemos resolver con la ciencia clásica o haciendo simulaciones de física cuántica", ha precisado la física.

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Creación de ocupación

El director de operaciones del BSC y coordinador de la RES, Sergi Girona, ha defendido que el objetivo es que el uso de este computador sea "para todo el mundo", desde investigadores hasta usuarios que estén interesados a título individual. Esto será posible porque un computador se puede usar en remoto, independientemente de su ubicación física. Girona también ha detallado que será un comité externo quien evaluará las diferentes peticiones, decidirá cuáles son las mejores y les dará prioridad. "Esperamos una gran demanda", ha dicho. 

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Como en cualquier ecosistema, el otro gran objetivo del hub es la formación de masa crítica, es decir, personas capacitadas y formadas en el uso de supercomputación cuántica que, en el futuro, puedan satisfacer las demandas generadas por esta tecnología disruptiva. En otras palabras: crear puestos de trabajo especializados. "Es una disciplina tan emergente que hay poca gente formada, de forma que tenemos que mirar a las nuevas generaciones", ha afirmado Cervera, que cree que muchas empresas quieren contratar ya estos perfiles, pero no encuentran. "Ya empiezan a surgir estas demandas y surgirán más, y la gracia es crear una masa crítica ya educada en nuestro país", ha añadido.