Los comunes también dicen 'no' en los presupuestos de Collboni
La decisión de los de Colau aboca al alcalde a una cuestión de confianza
BarcelonaPor último no ha habido giro de guión. Las bases de Barcelona en Comú han acordado este martes por amplia mayoría votar también en contra de los presupuestos de Barcelona. ¿El motivo? La negativa del alcalde, Jaume Collboni, de hacer gobierno con ellos antes de debatir sus cuentas. De esta forma, el pleno del Ayuntamiento de este viernes tumbará las cuentas, que, si no hay sorpresas, sólo recibirán los votos favorables de los concejales del PSC y de ERC. La derrota abocará a Collboni a someterse a una cuestión de confianza para aprobar los presupuestos automáticamente, dejando muy tocada la relación entre socialistas y comunes de cara a todo lo que queda de mandato.
Tras dos horas de debate, el pleno de Barcelona en Comú ha descartado "dar un cheque en blanco a los presupuestos" si Collboni no acuerda un gobierno progresista antes del viernes. Con 165 votos a favor, 5 en contra y 5 en blanco, las bases de los comunes han avalado tumbar también las cuentas de Barcelona al igual que hicieron hace una semana en el Parlament con las de la Generalitat. En un comunicado, el partido lamentó que nueve meses después de haberlo investido, Collboni no haya dado respuesta a sus propuestas, no haya apostado claramente por un gobierno progresista y haya adoptado "un rumbo hacia la derecha" deshaciendo proyectos "emblemáticos" de los gobiernos de Ada Colau.
"Barcelona en Comú no está dispuesta a correr el riesgo de que cuestiones básicas para la ciudadanía, como la regulación del precio del alquiler o la reserva del 30% de vivienda protegida, se acaben acordando con la derecha y bajo la presión de los grandes poderes económicos", apuntó el partido de Colau.
La decisión de los comunes no es una sorpresa para el PSC, que llevaba tiempo trabajando con la hipótesis de utilizar el no de los comunes en los presupuestos para justificar que no podían gobernar con ellos y articular un ejecutivo en minoría sólo con ERC. Ahora, sin embargo, este plan ha quedado congelado con motivo de la convocatoria de elecciones al Parlament el 12 de mayo, y habrá que esperar a ver cómo queda el nuevo escenario en Catalunya antes de dibujar las nuevas alianzas en la capital catalana. Collboni, pues, tendrá que seguir gobernando en solitario y con sólo 10 concejales todavía una temporada.
Cuestión de confianza a la vista
En previsión de un no de los comunes, Collboni ya había confirmado este lunes que se someterá a una cuestión de confianza para aprobar automáticamente los presupuestos de la ciudad si el pleno los tumbaba el viernes. A diferencia de lo que ocurre en otras administraciones como la Generalitat o el gobierno del Estado, los ayuntamientos tienen una vía extraordinaria para aprobar los presupuestos aunque no obtengan suficientes apoyos en el pleno. Un máximo de dos veces en cada mandato, el alcalde tiene la posibilidad de vincular sus cuentas a una cuestión de confianza. ¿Qué significa esto? Pues que una vez la oposición tumba los presupuestos, se convoca otro pleno extraordinario en el que se activa una cuenta atrás de un mes. Si en ese plazo no se ha presentado ninguna moción de censura contra el alcalde que reúna la mayoría absoluta del pleno, los presupuestos quedan aprobados automáticamente.