Vivienda

El Gobierno releva a la directora del Incasòl por querer sacar adelante el proyecto de pisos sociales pactado con Barcelona

Territori dice que ha aceptado la dimisión de Maria Sisternas, pero ella asegura que le han destituido

BarcelonaEl Govern ha relevado este viernes a la directora del Instituto Catalán del Suelo (Incasòl), Maria Sisternas, por la polémica de los 637 pisos sociales en Barcelona que el Govern pactó con el Ayuntamiento y de los que mantiene parada la construcción. El actual director general de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Arquitectura, Agustí Serra, asume su cargo a partir de ahora. El departamento de Territori ha enviado un comunicado esta noche en el que explica que el consejo de administración del Incasol había aceptado la dimisión que Sisternas puso sobre la mesa y por escrito hace una semana si el departamento no sacaba adelante estas viviendas. Sin embargo, en conversación con el ARA Sisternas asegura que en ese mensaje pidió que se reconsiderara el plan o que consideraran su dimisión, pero que nunca ha presentado ninguna carta.

En la práctica, dice Sisternas, ha sido un cese que se ha encontrado sobre la mesa este viernes en el consejo de administración del Incasòl. La arquitecta dice que la destitución se debe a la "profunda discrepancia" con el proyecto de construcción de 637 pisos sociales en Barcelona que se pactó con el Ayuntamiento a principios de año. "Yo pedía sacar adelante los concursos arquitectónicos que prevé el convenio firmado por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona y que, después de ocho meses de trabajo técnico, estaban listos para salir adelante", afirma.

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Desde el departamento de Territori aseguran que Sisternas presentó su dimisión el pasado viernes condicionada al impulso de los pisos y que este viernes el consejo de administración del Incasòl la ha aceptado. Para Sisternas el motivo del cese es su "voluntad de ejecutar los concursos que debían garantizar la disponibilidad de mayor vivienda en Barcelona". "Este proyecto debía ser la punta de lanza del Incasòl, para relanzarlo como la promotora pública de la Generalitat y recuperar velocidad de crucero después de muchos años sin producir viviendas", dice. Si hasta el año 2008 el Incasòl construía 1.500 viviendas anualmente, desde el estallido de la burbuja inmobiliaria y hasta el 2017 no se hizo ninguna.

Los presupuestos

El departamento insiste en que como las cuentas no salieron adelante, estas viviendas debían mantenerse paradas, tal y como ya explicaron a este diario hace una semana. "El departamento no iniciará un proceso como éste sin tener la financiación garantizada”, aseguraban. Las mismas fuentes recuerdan que también incluyeron el proyecto en el decreto de regulación del alquiler temporal, pero que también decayó en el Parlament porque el PSC no va apoyar.

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Ahora bien, Sisternas desvincula esta disponibilidad presupuestaria del convenio firmado con Barcelona. presupuestos. Pero no se debe a que el trabajo no esté hecho o no haya financiación. El dinero está ahí", asegura. Y añade: "Es cierto que se necesita más dinero para hacer vivienda, y que en el futuro habrá que replantearse modelo de financiación del Incasòl, pero en este caso la excusa del dinero no sirve . Este programa estaba listo y se dispone de una bolsa de dinero de fianzas para hacer frente a la primera fase". Es decir, para dar el pistoletazo de salida al proyecto, que no supondría abonar los 83 M€ en los que está valorada toda la construcción.

De hecho, el propio departamento admite que en los últimos 15 años ha acumulado "pérdidas contables" que han repercutido en sus fondos, pero que las fianzas permiten al Incasòl "seguir ejecutando la mayoría de sus inversiones". Ahora bien, en enero de 2024 el Incasol hizo un informe en el que "constataba" que en 2027 el importe neto acumulado de las fianzas no sería suficiente para financiar toda esta inversión y se crearía "un desequilibrio, un agujero" económico, de 61 millones de euros". Fuentes gubernamentales afirman que debía impulsarse un cambio legislativo a través de los presupuestos de este año. Esto habría aportado entre 80 y 90 millones de euros de ingresos para financiar estos pisos .

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"Agradezco la oportunidad de haber servido al Gobierno y seguiré contribuyendo al derecho a la vivienda como pueda en adelante. La inacción de la administración tiene costes que la generación de nuestros hijos no puede permitirse. Ojalá en el futuro se pueda reanudar [el proyecto] y se pueda reproducir el modelo en otras ciudades de Cataluña", concluye Sisternas.