Barcelona

La penúltima oportunidad del centro comercial maldito de Barcelona

Mercasa estudia vías para revitalizar o vender El Centro de la Villa, que los vecinos reclaman que compre el Ayuntamiento

06/06/2025

BarcelonaA Jordi Giró, presidente de la Asociación de Vecinos de la Vila Olímpica, le paran a menudo por la calle para hacerle una misma pregunta: ¿qué sabemos de El Centre de la Vila? El futuro de este centro comercial del barrio —el principal núcleo comercial de una zona con poca oferta— lleva años preocupando a los vecinos, que llevan el recuento de los locales que cierran y no vuelven a abrir. Ahora ven con escepticismo cómo el centro afronta su penúltima oportunidad, con Mercasa –la empresa pública que tiene la propiedad–, que se plantea si reinvierte en el equipamiento para intentar darle un empujón o si le saca a subasta.

Ninguna de las dos opciones entusiasma a los vecinos de la Villa Olímpica, que hace tiempo que piden que sea el Ayuntamiento de Barcelona quien compre El Centro de la Villa. Sin embargo, en la última comisión de Economía, el cuarto teniente de alcalde, Jordi Valls, cerró la puerta para esta opción. Pese a que explicó que Mercasa ha "ajustado" el precio que pide para desprenderse del equipamiento, dijo que la inversión que implicaría la compra para ponerlo al día es "inasumible" por el Ayuntamiento. Sin embargo, dejó la puerta abierta a reabrir el debate más adelante en función de los pasos que realice Mercasa.

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En el 2021, la entonces alcaldesa, Ada Colau, ya se comprometió a negociar con el Estado la cesión de El Centro de la Villa, pero Mercasa ha preferido siempre la venta de un activo que en un primer momento cifró en un valor de 50 millones de euros. Con el tiempo, estas pretensiones han descendido, y la última propuesta rondaba los 25 millones de euros. Sin embargo, una cantidad a la que habría que sumar la inversión necesaria para poner al día el centro y que el Ayuntamiento calcula que duplicaría el coste de la operación. Cifras muy por encima de los cinco millones de euros que Colau y ERC pactaron reservar en los presupuestos de 2023 para intentar realizar la compra de El Centre de la Vila.

"Después de escuchar a Valls, quedamos muy desanimados", explica Giró. Subraya que hasta ahora los vecinos han estado a la expectativa de los movimientos del Ayuntamiento sin hacer ruido, pero asegura que no se quedarán de brazos cruzados si finalmente renuncia a comprar El Centre de la Vila. "Estamos preparados: si ellos dan un paso atrás nosotros seguiremos adelante y nos movilizaremos", avisa. Desde ERC, el grupo que llevó el tema a la última comisión de Economía, el concejal Jordi Coronas alerta de que si el equipamiento sale a subasta, la ciudad se puede encontrar que "lo compre un fondo de inversión para hacer a saber qué" y que no se preserve la actividad comercial.

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En la recámara, sin embargo, todavía existe la posibilidad de que Mercasa no encuentre en esta subasta privada compradores dispuestos a pagar el precio que pide. Se abriría aquí una nueva ventana de oportunidad para el Ayuntamiento para poder negociar la compra por un precio inferior a cerca de 25 millones de euros que la empresa pública solicita ahora.

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Un espacio con síntomas de abandono

Mientras no se resuelve el futuro de El Centre de la Vila, un paseo por sus instalaciones es suficiente para comprobar la precariedad de su situación. La última memoria hecha pública por Mercasa asegura que en el 2023, 44 de los 84 locales que hay en el centro estaban ocupados, pero a simple vista se puede constatar que esta cifra es hoy muy inferior. Los locales vacíos con carteles anunciando que ese espacio está disponible son la inmensa mayoría, sólo salpicados por algunos comercios que todavía se esfuerzan por salir adelante, como el supermercado, la administración de lotería, el outlet deportivo, la óptica, la farmacia o la peluquería.

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La última estocada por el centro fue el cierre, en el verano del 2023, de los cines Yelmo Icària, el gran motor que dinamizaba el espacio. El esqueleto de sus taquillas en medio del piso inferior del centro comercial subraya la sensación de abandono del espacio. Los vecinos, que hace unos meses enviaron una carta de tres páginas a la directora de operaciones de Mercasa en Madrid denunciando la situación del centro, denuncian la dejadez con la que se administra El Centre de la Vila. "Hemos estado casi un año con escaleras mecánicas sin funcionar", protesta Giró, que censura que el centro se administre desde Madrid sin que haya un gerente en Barcelona.

En los últimos años, el cierre de locales ha convivido con los rumores y especulaciones sobre el futuro del centro. La última, durante el pasado año, hablaba de un macro gimnasio con piscina que finalmente no prosperó y que los vecinos tampoco veían claro. "Hay un gimnasio municipal en la esquina de enfrente, y en el barrio lo que necesitamos es comercio", argumenta Giró, que cree que el espacio es perfectamente recuperable si se tiene voluntad y se gestiona con eficiencia.

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Los locales vacíos no son el único quebradero de cabeza de un centro comercial que parece maldito. Cómo va destapar el AHORA, la gestión del aparcamiento también ha sido desastrosa y todavía arrastra litigios abiertos. Un conflicto judicial que suma aún mayores dificultades a la venta de El Centro de la Villa, que ahora afronta su penúltima oportunidad.