Barcelona

Los comunes dejan en el aire el apoyo a Collboni pese al preacuerdo sobre el alquiler de temporada

El alcalde se compromete a tramitar este mismo año la exigencia de Janet Sanz para garantizar las ordenanzas y negociar los presupuestos

BarcelonaA 48 horas del primer debate sobre las ordenanzas fiscales del 2025 en el Ayuntamiento de Barcelona, ​​el gobierno municipal de Jaume Collboni aún no tiene garantizados los votos para salir adelante. Pese al preacuerdo alcanzado este domingo con Barcelona en Comú para impulsar la regulación de los alquileres de temporada en la ciudad antes de que acabe el año, los comunes han dejado en el aire este lunes su posicionamiento en la votación del miércoles en la comisión. Tampoco ERC tiene decidido en estos momentos el sentido de su voto.

"Nuestro voto no está garantizado, ahora mismo", ha subrayado el portavoz adjunto de Barcelona en Comú, Marc Serra, en rueda de prensa. Según ha dicho, el preacuerdo anunciado ayer –que incluye también explorar la posibilidad de cerrar terminales de cruceros y trabajar para mantener las bonificaciones del transporte público– permite "sentar a negociar", pero no presupone un acuerdo. "Aún hay puntos del debate donde vemos que el gobierno no está respondiendo", avisó.

Cargando
No hay anuncios

¿Y cuáles son los puntos que todavía alejan a los comunes del acuerdo? Serra ha reiterado que ellos piden que la subida del IBI en los hoteles de lujo sea mayor –y llegue al 1,3% en lugar del 1,08% que plantea Collboni–, que suba el precio de las entradas en el Parc Güell y que se endurezca el régimen sancionador de la ordenanza de terrazas.

El preacuerdo alcanzado entre el gobierno del PSC y los comunes se compromete a impulsar antes de que acabe el año la tramitación para modificar el Plan General Metropolitano (PGM) de forma que declare toda la vivienda residencial de la ciudad como a vivienda permanente. Una medida que los comunes quieren que vaya acompañada de un plan especial urbanístico que regule detalladamente en qué casos pueden permitirse viviendas de temporada. Con estas dos herramientas, entienden, el Ayuntamiento tendría suficiente para acabar con los alquileres de temporada en la ciudad.

Cargando
No hay anuncios

El preacuerdo incluye también conseguir una posición conjunta de ciudad para analizar el cierre de alguna terminal de cruceros en su caso. También prevé que Barcelona apueste por la congelación un año más de las tarifas del transporte público. Sin embargo, esta medida también necesita un acuerdo con la Generalitat y el gobierno español en el marco de la Autoridad de Transporte Metropolitano.

En cuanto a ERC –el otro socio potencial del gobierno en esta votación–, el portavoz de los republicanos en el Ayuntamiento, Jordi Castellana, ha subrayado que tampoco tienen decidido su posicionamiento en la votación inicial de las ordenanzas fiscales en la comisión del miércoles. Cabe recordar que si el miércoles en comisión no lograra un dictamen favorable, el gobierno municipal todavía podría negociar con los grupos hasta finales de mes, cuando se haga el debate definitivo del texto en el pleno.

Cargando
No hay anuncios

En el caso de los republicanos, consideran que todavía faltan algunas reuniones con el gobierno municipal. Aunque el cuarto teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, se alineó el viernes con las peticiones de los republicanos –pedir a la Generalitat más margen para aumentar el recargo turístico y analizar cómo hacer que el turismo contribuya más a sufragar la tasa de residuos–, los republicanos quieren detallar cómo se concreta esta sintonía.

Críticas de Juntos y PP

Mientras busca acabar de atar el apoyo de los comunes y ERC a las ordenanzas, el PSC ha recibido este lunes las críticas del resto de la oposición. Desde Junts, la portavoz del grupo, Neus Munté, ha lamentado que la propuesta de impuestos y tasas del gobierno de Jaume Collboni es "la misma que Colau habría presentado". "Es la constatación de que no hay ningún cambio, y que Collboni ha optado por el tripartito", ha criticado. En la misma línea, el portavoz del PP, Juan Milián, reprochó al alcalde que "se ha convertido en una versión perezosa de Colau" y consideró "una absoluta irresponsabilidad fiar el futuro de Barcelona" a ERC y los comunes .