Bruselas da el primer paso legal para acabar con el caos de los cargadores de aparatos electrónicos

BruselasLlevar tres cargadores encima, uno para el móvil, uno para la tablet y uno para el portátil es un quebradero de cabeza más que habitual (y un lío de cables) entre los ciudadanos europeos que la Comisión Europea se ha propuesto eliminar. No es solo la incomodidad de llevar encima esta cantidad de cables, sino también el coste medioambiental que implica fabricarlos y también deshacerse de ellos al ritmo de consumo actual. Bruselas ha propuesto este jueves la revisión de una directiva europea para forzar a los fabricantes de smartphones, tablets, ordenadores o consolas, entre otros, a fabricar con la misma tecnología de carga.

La solución no es inmediata. Como siempre, este es el primer paso en el engranaje legislativo europeo: es necesario el acuerdo con el Parlamento Europeo y con los gobiernos de la UE, cosa que puede tardar años. Después Bruselas prevé un periodo de transición de 24 meses para que fabricantes y usuarios que tengan cargadores antiguos puedan adaptarse. Pero el anuncio de este jueves de la Comisión Europea es un primer paso.

"Años de trabajo con la industria de manera voluntaria han conseguido reducir los cargadores de los teléfonos móviles de 30 a 3 en la última década, pero esto no ha supuesto una solución completa", dice el ejecutivo comunitario en un comunicado. Por eso, se ha decidido a sacar adelante una revisión de la directiva de la equipación de radio para homogeneizar la tecnología de carga de los dispositivos electrónicos más utilizados. El cargador común para todas las marcas y dispositivos tendrá que ser el USB-C, que ya es uno de los más habituales.

Este cambio implicará, según la propuesta de Bruselas, que cuando se compre un smartphone o una tablet, por ejemplo, ya no se venda emparejada de manera sistemática con su cargador. "Los consumidores europeos han estado demasiado tiempo frustrados por la montaña de cargadores incompatibles que se les acumulan en los cajones. Hemos dado mucho tiempo a la industria para que propusiera sus propias soluciones, pero ahora es hora de actuar en el ámbito legislativo para tener un cargador común. Es importante tanto para los consumidores como para el medio ambiente", ha dicho la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión, Margrethe Vestager.

Según la Comisión, esta iniciativa evitará que los productores limiten de manera injustificada la velocidad de carga y ayudará a garantizar que sea siempre la misma. Además, Bruselas calcula que reducir la producción y también la eliminación de nuevos cargadores puede llegar a reducir en cerca de mil toneladas anuales los residuos electrónicos, además de ahorrar hasta 250 millones de euros el año. Los datos son impactantes. Según la Comisión, en 2020 se compraron 420 millones de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos portables en la UE. De media, los consumidores tienen unos tres cargadores de móvil, pero usan dos de manera regular. Un 38% de los consumidores, sin embargo, han tenido problemas como mínimo una vez a la hora de cargar el teléfono por incompatibilidades de cargadores.