Sucesos

Tanta cocaína en dos años como en todo el siglo XXI: la droga incautada en el puerto de Barcelona

Desde 2017 no se registra ninguna intervención por estupefacientes en los muelles de Tarragona

BarcelonaCasi 70 toneladas en 25 años. Es la cantidad de cocaína que Vigilancia Aduanera ha intervenido en el puerto de Barcelona desde el año 2000. En los últimos dos años y medio, desde 2023 hasta agosto de 2025, se ha comisado el 56% de esta droga –casi 39 de las 70 toneladas–, según datos a las transparencia. Este incremento es consecuencia de la mayor eficacia policial, pero sobre todo de que el puerto de Barcelona se haya convertido en uno de los cinco puertos de Europa con mayor actividad del narcotráfico internacional. Sobre todo por los envíos que provienen de Guayaquil, en Ecuador, y porque las mafias ya están instaladas en Catalunya.

Evolució de les substàncies estupefaents requisades a la duana del port de Barcelona
Quantitat anual en grams. El 2025 reflecteix les dades de gener a agost
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En sólo un año se multiplicaron por cuatro las cantidades intervenidas, y en el 2023 los cuerpos de seguridad que operan en el puerto encontraron 21 contenedores con cocaína dentro –14 procedentes de Ecuador–, con prácticamente 19 toneladas de droga. El hecho de que Barcelona se haya convertido en uno de los puertos más importantes de toda Europa, con un creciente volumen de mercancías –casi cuatro millones de contenedores pasan por las instalaciones portuarias anualmente–, ha hecho que las organizaciones criminales hayan puesto el foco en la capital catalana para convertirla en una de las grandes puertas de entrada de cocaína en el Viejo Continente. Las mafias controlan las rutas marítimas y los puertos de origen, y tienen acuerdos con redes locales para que la droga llegue al mercado europeo.

Ocho años sin operativos

En cambio, mientras en Barcelona la cocaína ha crecido exponencialmente, en el puerto de Tarragona hace ocho años que no se interviene ni un gramo. El último operativo exitoso de Vigilancia Aduanera fue del 2017 y se decomisaron menos de tres kilogramos de polvo blanco. El hecho de que el tráfico de contenedores sea residual en Tarragona desde el 2022 lo convierte en un destino nada fácil para introducir la droga en la península Ibérica. Los pocos contenedores que llegan desde el continente sudamericano lo hacen en cuentagotas y están muy controlados por la Guardia Civil, que opera en la infraestructura portuaria. La mayoría del tráfico es de líquidos y sólidos a granel –desde productos químicos hasta piensos– y existen muy pocas líneas regulares que transporten, por ejemplo, fruta tropical, un tipo de producto que los narcotraficantes aprovechan para esconder la droga en el interior del contenedor.

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Evolució de les substàncies estupefaents requisades a la duana del port de Tarragona
Quantitat anual en grams

De hecho, el pasado año se intervinieron 2,6 toneladas de cocaína en Barcelona que viajaban entre fibra vegetal dentro de un contenedor proveniente de Guayaquil y cuyo destino era una empresa papelera de la zona del Tarragonès.

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Otras sustancias

A diferencia de la cocaína, que entra sobre todo por vía marítima tanto desde el sur como del centro del continente americano, la presencia de otras drogas es prácticamente residual: los decomisos de marihuana, éxtasis y heroína son anecdóticos. Sin embargo, este primer semestre de año, la Guardia Civil intervino marihuana en el puerto de Barcelona. Casi 796 kilos. Es la primera vez en todo el siglo XXI que esto sucede, puesto que históricamente Cataluña ha sido un país productor y exportador de esta droga. Sin embargo, en los últimos meses se han empezado a detectar envíos de marihuana desde Tailandia y Canadá, especialmente a través del aeropuerto de El Prat.

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La segunda droga más decomisada en estos 25 años en el puerto de Barcelona es el hachís: 6,5 toneladas que se acumulan en operativos registrados en ocho años. Generalmente, las mafias que controlan esta droga –marroquines y argelinos– la introducen en Catalunya tanto por vía terrestre como por vía marítima, pero en este último caso gracias sobre todo a las potentes narcollajas que tienen los grupos criminales.