Barcelona

Colau coloca el retrato de Felipe VI en la sala de plenos... y lo preside con una mascarilla republicana

El Ayuntamiento de Barcelona acata la resolución del Supremo "por imperativo legal" y sitúa la imagen del monarca en un lateral

BarcelonaPequeña y en un lugar no central, pero la fotografía del rey de España, Felipe VI, se ha situado hoy por primera vez en la sala de plenos del Ayuntamiento de Barcelona. El gobierno de Colau ha acatado de este modo la resolución del Tribunal Supremo que obligaba a colocarla después de que los comuns decidieran retirar, en 2015, el busto de Juan Carlos I que había en el salón. Colau ha presidido la sesión con una mascarilla con la bandera republicana y ha tomado la palabra para decir que la fotografía del monarca aparece "por imperativo legal". "Estamos orgullosos de haber retirado el busto del rey emérito. El busto no volverá nunca más porque es de un corrupto fugado a una dictadura árabe", ha apuntado. El gobierno municipal no ha revelado hasta el último minuto si pondría la imagen o no y lo ha dejado en manos de los servicios jurídicos municipales. Este viernes, coincidiendo con la celebración del último pleno del curso, una pequeña imagen de Felipe VI –de 30x40 centímetros– ha aparecido en un lado de la sala. No está detrás la mesa de presidencia, donde se sienta Colau, sino sola en una pared del lateral, a pesar de que la resolución apuntaba que se tiene que situar en un lugar "preferente". De este modo, la imagen de Felipe VI no aparecerá de fondo en las fotografías de la alcaldesa presidiendo la sesión.

Colau ha aprovechado la intervención sobre el rey para criticar las palabras del exministro de UCD Ignacio Camuñas en que responsabilizaba al gobierno de la Segunda República de la Guerra Civil –ante un impasible Pablo Casado– y ha asegurado que, por eso, había escogido la mascarilla republicana. Sus palabras no han gustado a su socio de gobierno. El socialista Jaume Collboni ha apoyado la decisión de restablecer la simbología y ha considerado que la alcaldesa podía haber hecho una intervención más "descriptiva", se ponga la mascarilla que se ponga, y no haber "tapado" con esta polémica los debates de ciudad del pleno. Colau y Collboni, de hecho, han protagonizado un momento de tensión de aquellos que los socios no suelen exhibir en público cuando la alcaldesa le ha reprochado las palabras y él ya no ha tenido derecho a réplica. "Ha finalizado el turno, no tiene uso de la palabra", le ha espetado desde la presidencia del pleno.

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ERC ha tildado "de escenografía hecha a medida del momento" la puesta en escena de Colau, con la mascarilla republicana, y ha asegurado que no está de acuerdo con la colocación de la imagen del rey. "No representa nada los valores de la ciudad, y hay que defender las competencias de Barcelona", ha remarcado Jordi Coronas en referencia a la decisión, aprobada por una mayoría de los dos tercios de los regidores, de no volver a colocar el busto retirado. "Solo podemos defender que presida el plenario un mandatario al servicio de un verdadero estado de derecho dotado de ley que representa los anhelos de todos los catalanes y este no es el caso, alguien que acepte que los catalanes tienen derecho a ser independientes y no ponga problemas al conflicto político", ha añadido Ferran Mascarell, de JxCat, que ha recordado a Colau que dijo que no cumpliría las leyes injustas y ahora, en cambio, las acepta de manera "todavía cómoda".

Quien más ha celebrado la llegada de la fotografía es el regidor del PP Josep Bou, que es quien más lo ha reivindicado desde que entró en el consistorio, llevando él mismo la foto del monarca. Bou, sin embargo, ha lamentado la elección de mascarilla de Colau: "Bajo esta bandera se aplicó un 155 continuo, se retiró casi todo lo que tenía la Generalitat, es unionista, de España". Cs ha tildado de "show" la intervención de la alcaldesa y ha remarcado que también tendría que estar la bandera española en la sala de plenos.

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En nombre del grupo que todavía encabeza Manuel Valls, la regidora Eva Parera ha acusado a Colau de aprovechar su intervención para hacer una declaración institucional. "Quien obliga no es el juez, es la ley", le ha remarcado. También la regidora no adscrita, Marilén Barceló, ha considerado que la alcaldesa presidía la sesión con un discurso "lleno de ideología".

"Lugar preferente"

Según los magistrados, la presencia de la imagen del rey tiene que situarse en un lugar "preferente" de la sala donde se celebran los plenos y es de aplicación en todos los consistorios. El artículo 85.2 del Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales dejaba claro ya en 1986 que todos los ayuntamientos tenían que tener una fotografía, busto o estatua de Juan Carlos I en la sala de plenos y, además, en un lugar privilegiado. Barcelona tenía el busto justo encima de la silla donde se sienta la alcaldesa, de forma que quedaba por encima de la cabeza de la líder municipal. Pero lo retiró hace seis años. El consistorio justificó que el rey, que había abdicado un año antes, ya no era el monarca español y, por lo tanto, no tenían que mantener una estatua suya.

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Desde entonces solo el PP ha situado la imagen de Felipe VI en la sala de plenos en forma de reivindicación. El siguiente paso de Colau fue modificar el reglamento para intentar que el movimiento de sacar la imagen del rey fuera legítimo. En diciembre de 2015 el artículo 75.2 del reglamento municipal pasó a decir que "la representación de elementos simbólicos e institucionales presentes con carácter permanente en el salón de sesiones tiene que responder a la singularidad histórica y de capitalidad de Barcelona y a los principios democráticos, de neutralidad religiosa y de catalanidad". Hoy, sin embargo, la fotografía del rey ya preside el salón de plenos porque así lo ha resuelto el Supremo después de que la Delegación del gobierno español en Catalunya, que entonces lideraba el PP, iniciara la vía judicial.

Frente común de la oposición para pedir un cambio de rumbo en la gestión municipal

El último pleno del curso se tenía que cerrar con la elección del nuevo síndico de la ciudad, pero la incapacidad de los grupos para llegar a un acuerdo ha obligado a aplazar este tema hasta septiembre. Lo que sí que ha salido adelante es una propuesta de JxCat que ha sumado los votos de todos los grupos de la oposición para reprochar al gobierno que su gestión ya aparezca como el segundo problema más grave de la ciudadanía en el último barómetro municipal. El texto pedía cambios como "dejar de gobernar desde la unilateralidad y la opacidad" y convocar una ronda de consejos de barrio para hacer una valoración de la primera mitad del mandato. Un texto que JxCat entiende como una reprobación de facto a la gestión municipal.