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Denunciada por abusos sexuales una figura histórica del hockey en Mataró
Los hechos se produjeron hace una década y en el club habían prohibido la entrada del hombre a los vestuarios por el malestar que había trasladado una familia
BarcelonaRecuerda que la primera vez fue cuando tenía 12 años. En los vestuarios. Cuando se estaba duchando después de un entrenamiento. Joan P. era una figura venerada dentro del Club Hoquei Mataró y aprovechó su posición para abusar sexualmente de aquel niño que no entendía lo que estaba pasando. Los abusos se repitieron a lo largo de dos años, hasta que él cumplió los 14 y pudo ponerles fin. Un día el hombre lo encerró en el baño, empujándolo al interior para intentar abusar sexualmente de él, pero el niño consiguió escapar. Fue la última vez que sufrió abusos de aquel hombre que lo era todo en el club: había sido delegado y entrenador y había sido vicepresidente de la entidad a la cual había llegado en 1968, cuando aterrizó para colaborar con la base. Primero se vinculó al equipo infantil, ayudando en tareas de delegado, y al cabo de unos años, empezó a hacer de entrenador de los más pequeños. Consultado por este diario, Joan P., que pronto cumplirá 80 años, ha preferido no hacer ninguna declaración.
Los hechos sucedieron hace una década, cuando Joan P., presuntamente, abusó del niño varias veces. Primero en las mismas instalaciones del club. Después, aprovechando la proximidad y confianza que había con la víctima, abusó de él en el coche, en dos ocasiones, cuando lo llevaba a casa después de los entrenamientos. También pasó, nuevamente dos veces, en casa del mismo hombre, en Mataró. Después del último episodio en las instalaciones de la entidad, el niño –que ha pedido aparecer de manera anónima en este artículo para no quedar asociado a este episodio de manera pública– no volvió a ver al hombre hasta esta primavera. Se lo cruzó por la calle. Un reencuentro siete años más tarde que precedió la denuncia del 28 de julio. Después de hablar con su pareja y su familia, decidió acudir a la policía para explicarlo todo. Lo hizo en una comisaría de los Mossos d'Esquadra del Maresme, convencido de que no es el único menor que sufrió situaciones similares. El caso ha recaído en el juzgado de instrucción número 1 de Mataró, y está pendiente de que declaren las personas implicadas.
"Se trata de unos hechos de especial gravedad, unos abusos sexuales continuados en el tiempo a un menor de 12 años y por parte de una persona de confianza, que había ostentado cargos importantes dentro del club, con una gran diferencia de edad con la víctima", dice la abogada del chico, la penalista Georgina Martí. Apunta que la prescripción para un delito de este tipo, según el Código Penal vigente en el momento de los hechos, sería de 15 años, a contar a partir de la mayoría de edad de la víctima. Por lo tanto, los presuntos abusos todavía no habrían prescrito.
Prohibición de entrar en los vestuarios
En el año 2014, según explican fuentes de la entidad de aquella época, una familia trasladó su malestar porque Joan P. entraba en los vestuarios demasiado a menudo. Como hacía años que había "comentarios" sobre él –a pesar de que nunca se había detectado nada, aclaran– se decidió prohibirle la entrada. Para no personalizarlo en Joan P., un hombre mayor soltero que se pasaba muchísimas horas en las instalaciones de la entidad, el club hizo extensiva la prohibición a todas las personas ajenas a los equipos y solo podían entrar en los vestuarios, de manera justificada, entrenadores y delegado. Los padres o los mismos miembros de la junta no podían acceder. De hecho, según el expresidente Josep Maria Spà, años antes de esta queja ya se había pedido a Joan P. que se abstuviera de entrar en las salas de los equipos. "Lo conozco desde que entró en el club y en ningún momento pude intuir que hiciera cosas que no debiera hacer. Es una persona que ha sido muy cercana a los niños y le dije que evitara entrar en los vestuarios, que hablara con ellos fuera. El vestuario no es el lugar donde tiene que estar un directivo. Yo tampoco lo hacía", explica Spà.
El ARA ha hablado con un exdeportista de la entidad que confirma que en 2014 hubo quejas sobre Joan P. En este caso, sin embargo, el chico relata cómo el hombre lo invitó a su casa y le ofreció un ordenador para que buscara el que quisiera, incluso pornografía. Se acercó mucho al chico, que entonces tenía 13 o 14 años, y antes de que el contacto físico fuera a más, el menor consiguió marchar. Durante los meses anteriores, Joan P. ya le había hablado de cuestiones relacionadas con el sexo, le preguntó si ya se había masturbado y cómo había sido su primera experiencia sexual. Cuando el chico relató en casa lo que le había sucedido con Joan P., el padre del menor fue a ver a los responsables del club y les trasladó su malestar.
Respuesta de la entidad
En 2019 Joan P. dejó de ser directivo del CH Mataró. "Hizo comentarios fuera de lugar a una árbitra", explican desde la entidad, y se le "invitó" a dejar la junta. Desde entonces, continuó siendo socio. A raíz de la denuncia, el CH Mataró se ha "puesto a disposición del denunciante y otras posibles víctimas en todo aquello que necesiten de la entidad". También se ha ofrecido "a acompañar a las víctimas en este doloroso proceso", ha condenado este tipo de agresiones y abusos y se ha fijado como objetivo revisar "los protocolos y reglamentos internos para evitar situaciones de riesgo".
En los años 80, el acusado también ayudó a fundar el Club d'Hoquei i Patinatge Artístic Cadí, en la Seu d'Urgell, puesto que veraneaba cerca. De hecho, montaba casales con niños de los dos clubes, relatan diferentes personas vinculadas a la entidad del Maresme. El presidente del club de Urgell, Joan Garreta, tiene un buen recuerdo de Joan P. Nunca nadie se quejó de nada: "Le apreciamos mucho, nos ha ayudado siempre".