Desconcierto en las farmacias después de que Salud las descarte como punto de cribaje masivo
Los farmacéuticos reivindican su papel sanitario y pedagógico y reclaman poder vender tests de antígenos
BarcelonaLos farmacéuticos catalanes se sienten desconcertados y decepcionados después de saber que será la atención primaria la que se encargará de los cribajes masivos en los territorios más castigados por el covid. Después de cinco meses preparando de forma conjunta con el departamento de Salud un protocolo para que las propias oficinas comunitarias dispensaran y gestionaran los kits de automuestras de PCR, la conselleria finalmente ha optado por centralizar todas las pruebas diagnósticas en los centros de atención primaria (CAP). La posible colaboración con las farmacias en la detección de positivos, pues, queda en suspenso, y aleja la posibilidad de extender a corto plazo la prueba piloto que se organizó en diciembre en el distrito barcelonés de Les Corts al resto de Catalunya.
“Es decepcionante, porque llevábamos desde antes de Navidad trabajando con Salud y esperando indicaciones para montar el sistema. Sabemos que la red de farmacias puede ayudar muchísimo a descongestionar los CAP y es una gran oportunidad perdida", afirma el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona y del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Catalunya, Jordi Casas. Coincide con él el presidente de la Federación de Farmacéuticos de Catalunya (Fefac), Antoni Torres: "Es una infrautilización de los recursos sanitarios: se excluyen las farmacias, que tienen una gran capilaridad en el territorio y son los espacios de más proximidad a la población, a la vez que se ejerce un exceso de presión sobre la primaria, que ya se encarga de las vacunaciones y van al límite".
Salud Pública ha decidido poner en marcha una tanda de cribajes poblacionales con automuestras en las áreas con una "incidencia superior a la media para acorralar el virus", empezando por Lleida, la Catalunya Central y Girona. Los ciudadanos más jóvenes de 70 años que no estén vacunados podrán ir a su CAP, donde se darán de alta en un aplicativo y recogerán su kit de automuestra. En casa se harán la prueba y después devolverán la muestra al ambulatorio. El ciudadano será citado para repetir la prueba al cabo de quince días, siempre que quiera y hasta que Salud decida finalizar el cribaje en la zona.
Los farmacéuticos, sin embargo, cuestionan la decisión de Salud sobre desplegar esta estrategia a través del medio millar de CAPs que hay en el país y no aprovechar la multiplicidad de oficinas comunitarias disponibles, en torno a unas 3.200. "Para el sistema es más fácil trabajar en 500 ambulatorios, pero si ponemos al paciente en el centro de las decisiones, que lleva un año sin ocio, con poca movilidad y encerrado en casa, era más justo acercarle la prueba a la farmacia de al lado de casa que tener que pedir cita previa en el CAP", lamenta Torres. Desde la Fefac afirman que a menudo la farmacia es el único agente sanitario disponible en los núcleos rurales y aislados. Además, destacan que hacer los cribajes en las farmacias permitiría descargar la primaria, "como se ha demostrado con el cribaje del cáncer de colon".
Casas, por su parte, señala que el programa de cribaje es "complejo" y requiere "mucha coordinación" y que, a primer vistazo, podría parecer que la asunción por parte de los CAP era la alternativa menos arriesgada. Sin embargo, defiende que el protocolo trabajado entre las autoridades sanitarias y los farmacéuticos es exactamente el mismo que ahora usarán los CAP. "Paralizar el cribaje con automuestras era una decisión que podía entenderse, porque en una pandemia las cosas cambian muy rápidamente, pero que ahora se haga lo mismo que habíamos acordado en la primaria es desconcertante", insiste Casas.
Falta de comunicación
Los farmacéuticos se enteraron de este cambio de planes en la rueda de prensa de los responsables sanitarios del pasado viernes. Antes nadie del departamento les comunicó que se paralizaba la iniciativa gestada a partes iguales entre Salud y los farmacéuticos. "Cuando la consellera de Salud lo anunció, a nosotros todavía no se nos había comunicado nada. Las formas fueron todavía peores que el cambio en si”, denuncia Casas.
Según las autoridades sanitarias, sin embargo, la decisión de distribuir los tests de automuestra desde los CAP responde exclusivamente al aprovechamiento de la coordinación y planificación hecha por los equipos de primaria en los cribajes masivos en las varias universidades catalanas. En este sentido, el secretario general de Salud, Marc Ramentol, aseguró que este plan "no repercutirá en las agendas de las enfermeras", sino que será una estrategia administrada por los gestores covid.
El presidente de la Fefac, en cambio, subraya que la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de impulsar la colaboración público-privada para sumar todos los recursos posibles. "Teníamos los protocolos hechos y sabíamos que tendríamos unos resultados de calidad, idénticos a los que ofrece la primaria. Además, las farmacias tampoco ganaríamos ni un duro, se trataba de una participación voluntaria", apunta Torres.
Clamo para vender tests de antígenos
A pesar del revés que ha supuesto que Salud haya sustituido las farmacias por los CAP en estos cribajes, estas mantienen la mano extendida a futuras acciones. "Formamos parte del sistema sanitario y mantendremos el espíritu colaborativo", dice Casas. Por ejemplo, con la venta de tests de antígenos rápidos en las farmacias, algo ampliamente reivindicada por los farmacéuticos.
Si bien Salud tuvo reticencias ante la dispensación libre de esta prueba diagnóstica en las oficinas comunitarias, especialmente durante la Navidad por miedo a que los tests fueran un salvoconducto para las medidas de prevención, parece que ahora se pone de cara. La consellera Alba Vergés se ha quejado recientemente de que el ministerio de Sanidad no haya autorizado esta venta, cosa que ha retardado "la estrategia de control epidemiológico".
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tendría que modificar la normativa para que los tests pasaran a ser pruebas de autodiagnóstico sin prescripción médica, como los tests de embarazo o de glucosa. "Esto no sería nada anómalo. De hecho, muchos países europeos como el Reino Unido o Alemania ya han cambiado esta calificación para facilitar la vida a la gente", afirma Torres. La población de estos estados –dice– usa los tests con un compromiso de autorresponsabilidad y los farmacéuticos registran toda la información posible. "Hay que confiar en la población", insiste Torres.
Los tests de antígenos detectan la carga viral y, por lo tanto, si una persona da negativo, no quiere decir que no esté contagiada, sino que en ese momento no es contagiosa. Los resultados son fiables hasta 72 horas. Los farmacéuticos aseguran que cada vez se comercializan pruebas más específicas y homologadas para evitar falsos negativos y destacan que poder acceder a ellos es "una demanda social fuerte y fácil de regular".
"Ahora ya es innegable la necesidad de incorporar estos tests en la cotidianidad si queremos abrir ciertos sectores y recuperar la normalidad", expone Casas, que asegura que sería un circuito "reglado y validado" por las autoridades. "Nosotros no seríamos solo un punto de venta, sino que explicaríamos cómo se hace la prueba, contextualizaríamos el resultado y declararíamos los positivos al sistema de salud", defienden.
En este sentido, los profesionales farmacéuticos recuerdan que mientras el AEMPS no autoriza la comercialización de tests en las farmacias, fomentando la adquisición por una vía legal y segura que permita mantener el control epidemiológico y el rastreo de positivos y contactos, Internet está lleno de tests de dudosa calidad a los que la gente puede acceder fácilmente.