Medio Ambiente

El "devastador" futuro de la cala virgen de Aigua Xelida: construirán un hotel de 66 habitaciones

Palafrugell da luz verde a la construcción y dice que negarse implicaría pagar "indemnizaciones millonarias"

GeronaLa cala de Aigua Xelida, a receso de la Punta des Banc, al sur de Begur, es uno de los rincones más bonitos y, por tanto, más codiciados de la Costa Brava. De hecho, se ha convertido en uno de los lugares más golosos y sobreexplotados por la construcción: en pocos metros de calles estrechas y empinadas se concentran urbanizaciones y chalets con piscina a ambos lados de la playa. Una de las pocas zonas que todavía quedan vírgenes es el Puig de la Trona, una cresta de pinos y rocas con vistas espectaculares al mar que hace de frontera con Tamariu. Sin embargo, esta colina verde está en riesgo de desaparecer: el Ayuntamiento de Palafrugell ha dado permiso para iniciar los trámites de construcción de un hotel de cuatro bloques de dos o tres plantas cada uno, de 10 metros de altura, con piscina y spa y servicio para 66 habitaciones.

La asociación SOS Palafrugell, adherida a SOS Costa Brava, está radicalmente en contra y, para intentar detener el proyecto a tiempo, antes de llevar la causa a los juzgados, la próxima semana presentará alegaciones al trámite del consistorio junto con 500 firmas. "Agua Xelida está absolutamente sobrepasada de construcción, en frente del hotel ya se están edificando 12 chalets que no hemos podido detener por completo. Ahora el hotel tendría un impacto paisajístico devastador, porque sobresalería en una cresta visible desde muchos puntos de la costa y trincharía un gran bosque sobre el mar de 22.000 m²", radiografía el portavoz de SOS Palafrugell, Josep Lladó.

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Negocio de temporada y accesos saturados

Uno de los argumentos del ayuntamiento palafrugellense para sacar adelante el hotel es la creación de riqueza y puestos de trabajo gracias al negocio del turismo. Pero para los ecologistas este modelo económico ya está "agotado" y desborda la costa unos meses al año. "En Tamariu ya hay cuatro hoteles, y cierran desde primeros de octubre hasta Semana Santa. De lunes a viernes, en invierno, aquí no vive nadie, no hay tienda ni supermercado alguno", argumenta Lladó. Y añade: "Los promotores destrozarán un bosque para realizar un negocio rentable sólo unas semanas al año".

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SOS Palafrugell también pone en duda que esta pequeña cala, a la que sólo se puede acceder por una única carretera, pueda acoger aún a más visitantes de los que ya recibe cada verano. "En situación de emergencia por sequía, es incoherente que el Ayuntamiento, que ha prohibido la construcción de nuevas piscinas, apruebe un nuevo hotel, con los consumos de agua que va a requerir y los problemas de accesos y movilidad que ya sufre la zona", manifiesta el portavoz. Y concluye: "Como no habrá aparcamientos para tantos clientes, sospechamos que querrán convertir el hotel en un complejo de pisos de alquiler turístico, juntando cuatro habitaciones para hacer un apartamento".

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El peligro de la indemnización

El Ayuntamiento de Palafrugell defiende que no tiene otro remedio que dar permiso a la promotora para iniciar las obras, dado que, según el plan urbanístico municipal, aprobado en 2006 y modificado en 2015, el Puig de la Trona es una parcela urbanizable . Sin embargo, para los ecologistas es responsabilidad de la administración local reformar la ordenanza para desclasificar el terreno: "Es una vertiente de montaña con una cobertura 100% forestal, un pinar mediterráneo íntegro, con pendientes superiores al 20%. El hotel desfigurará el paisaje de forma irreversible", defiende el abogado de SOS Costa Brava, Eduard de Ribot.

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El actual gobierno municipal, formado por el PSC y Som Gent del Poble, responde que, si descatalogaran la finca, se enfrentarían a posibles denuncias de los promotores con indemnizaciones millonarias que hipotecarían las cuentas del pueblo. Sin embargo, según De Ribot, la compensación económica, "si realmente está firmada", sería mínima. "Aún no han ganado el derecho a edificar, no han realizado conexiones de agua ni accesos por carretera, y el plan urbanístico todavía no se ha aprobado definitivamente", subraya.

Moratoria para pasar de 150 a 66 habitaciones

El Ayuntamiento se excusa también minimizando el impacto medioambiental del plan de construcción aprobado. Desde 2021, Palafrugell impuso una moratoria urbanística en primera línea de costa para frenar o reducir al máximo las obras en todas las franjas en las que la ley permite edificar. Antes de que esa dilación de los plazos acabe, el alcalde, el socialista Juli Fernández, defiende que ha logrado rebajar el proyecto inicial del hotel de 150 habitaciones en la setenta actual.

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Pero la rebaja de habitaciones no convence a los grupos de la oposición Esquerra y En Comú Podem, que votaron en contra de la moción en el pleno municipal. Los concejales republicanos, que gobernaban antes que el PSC, aunque aceptan que el hotel debe acabar aprobándose para no desobedecer la ley, consideran que el alcalde se ha precipitado con la propuesta. "Realmente no nos gusta que se haga un hotel en esta finca, pero tampoco haremos un discurso poco responsable sobre desclasificación del terreno. Ahora bien, de todos los proyectos que han llegado durante la moratoria, el Ayuntamiento podría haber reducido más la edificabilidad , por ejemplo, comprando una parte del terreno", dice el concejal republicano Marc Casanovas. A los ecologistas, en cambio, no les da el peso el argumento del mal menor y reclaman la suspensión total del proyecto: "La mejor medida es no construir nada", concluye Josep Lladó.