La otra cara de reducir las ratios: familias organizadas contra la falta de plazas públicas en P3

Más de 70 familias del distrito de Gràcia no tienen plaza en ningún centro para el curso próximo

Gerard Mira
y Gerard Mira

BarcelonaComo pasa cada año a mediados de mayo, grupos de familias empiezan a organizarse para denunciar que se quedan sin plaza en la escuela que habían elegido. Este año, sin embargo, este problema se ha agravado a causa, dicen los padres, de una de las medidas estrella de la conselleria, la bajada de ratios en P3. En Barcelona, las escuelas del distrito de Gràcia se han visto desbordadas de solicitudes de acceso y una setentena de familias se han quedado sin plaza en la escuela pública que eligieron en primera opción, e incluso hay quien dice que no tiene opciones de acceder a ningún otro centro público del barrio. Por este motivo han decidido movilizarse y presentarán una queja formal en el Consorci d'Educació de Barcelona, con quien esperan reunirse antes de que finalice el periodo de inscripción.

Este es el caso de Mar Pons, madre de una niña que ha solicitado plaza en la Escuela Josep Maria Jujol: "No nos han dado ninguna alternativa pública y laica, que son los valores con los cuales queremos que crezcan nuestros hijos", explica la madre. La Escuela Josep Maria Jujol, en el barrio de Gràcia, ha recibido 65 solicitudes de acceso en P3 de familias que la colocaron como primera opción, pero solo tiene disponibles 40 plazas ordinarias y 6 reservadas para niños con necesidades educativas específicas para cubrir. Es decir, una veintena de familias han quedado fuera. Y lo mismo ha pasado en otras muchas escuelas del distrito. "Todas las escuelas del barrio están completamente llenas, incluso las que nunca llegaban a cubrir las plazas", comenta Nacho Cecilia, otro padre afectado que no ha podido acceder a la Escuela 9 Graons, donde más de una quincena de familias han quedado fuera.

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Esta situación llega después de que el conseller de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, anunciara la reducción de ratios en todos los cursos, con los que se ha pasado de llenar las aulas con 25 alumnos a llenarlas con 20, y con la creación de unos 450 grupos nuevos de P3 para compensar. Ahora algunas familias dicen que se han quedado sin plaza por culpa de esta medida: "Han hecho una reducción cuando no tocaba, y ahora la sensación que nos queda a las familias es de absoluta incongruencia", critica Cecilia. Beatriz Jiménez, una madre que se ha quedado sin plaza en la Escola de les Aigües, añade que el problema se agrava cuando "no han creado alternativas" para cubrir las plazas que desaparecían. Otros, sin embargo, creen que el problema viene de más allá. Adrià Ramírez, padre de un niño que no ha podido entrar en la Escola Univers, cree que el problema es que "faltan escuelas de infantil-3 en el barrio de Gràcia". "Tenemos el derecho a poder acceder a una escuela pública, laica y de proximidad", sentencia Cecilia.

La alternativa del grupo "seta"

Es la primera vez que todas estas familias pasan por este proceso, pero después de informarse han visto que el problema ya viene de lejos y que años atrás el Consorci había ampliado el número de grupos, lo que conocemos como grupos "seta", para cubrir las plazas. De hecho, esta es la solución que piden las familias afectadas de la Escola Josep Maria Jujol. "Hemos sabido que este curso 2021-2022 se cierra en el centro un grupo extra de 6º de Primaria. Por eso, puesto que tenemos la capacidad para cubrir las plazas, aprovechémoslas", comenta Pons. La escuela está de acuerdo.

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Esta solución, sin embargo, no es aplicable a todos los centros educativos, puesto que para crear un grupo "seta" hay que tener "espacio" y "capacidad disponible" para "cubrir bien las necesidades de los niños", explica Ramírez, que prefiere que la Escola Univers, la cual pusieron de primera opción, no monte uno.

Fuentes del Consorci d'Educació de Barcelona consultadas por el ARA explican que los datos todavía se están analizando y que se estudiará cómo dar respuesta a las peticiones de las familias. A su vez, la Fundació Bofill señaló hace unos días que, pese a la bajada de ratios para el próximo curso, sobrarían el 11% de las plazas en P3, lo cual supone "un riesgo para la segregación". En el caso de Barcelona, sin embargo, aseguraban que se ha reducido más la oferta concertada que la pública (hay un 14% menos de plazas de P3 en centros concertados y un 10% menos en centros públicos). Según la fundación, la ciudad es un buen ejemplo de la lucha contra la segregación, porque ha programado ratios diferenciadas dentro de un mismo barrio para ajustarse a las necesidades individuales de cada centro y cada zona.