Muere Enric Morist, presidente de la Mesa del Tercer Sector
El activista igualadino, muy vinculado a la Cruz Roja, fue nombrado en noviembre
BarcelonaConsternación en el tercer sector: el activista catalán por los derechos humanos Enric Morist (Igualada 1965) murió de forma repentina este viernes, según ha podido saber el ARA, por un ataque al corazón. Morist llevaba apenas seis meses escogido nuevo presidente de la Mesa del Tercer Sector –que agrupa a 37 federaciones y 3.000 entidades que luchan contra la pobreza–, pero llevaba muchos más vinculado, ya que desde el 2013 ejercía como vicepresidente. Además, también era una personalidad conocida por su labor previa en la Mesa, como coordinador de la Cruz Roja de Cataluña. El activista tenía 59 años, estaba casado y tenía tres hijos, uno de ellos adoptado en Bosnia.
"Era un hombre bueno, generoso, comprometido al máximo y que nunca tenía un no", ha dicho Francina Alsina, que pasó el relevo a Morist en la presidencia de la Mesa. Alsina mostró su "tristeza profunda". "Siempre le decía que llevaba la diplomacia humanista de la Cruz Roja en el tuétano", recuerda Alsina. Su muerte representa, en palabras del equipo de la Mesa del Tercer Sector, una vez "muy duro" para el conjunto de las entidades sociales catalanas que luchan contra la pobreza y la discriminación y en favor de los derechos humanos. "Se pierden una figura de referencia y una voz clara y comprometida", ya que Morist siempre ha defendido la labor y la contribución del tercer sector y del voluntariado en la sociedad, y "muy especialmente en la atención a las personas en situación de mayor vulnerabilidad". En su comunicado, la Mesa subraya que Morist era un "firme defensor de los derechos humanos, la justicia social y la lucha contra la pobreza, la exclusión y las desigualdades", y que siempre hizo valer "la capacidad de las entidades del tercer sector social y del voluntariado a la hora de acompañar a las personas y avanzar hacia una sociedad más justa, inclusiva y equitativa".
Educador social de profesión, aparte de presidir la Mesa y haber formado parte de la dirección de Cruz Roja, Morist también era el director general de la Fundación Ayuda y Esperanza –la entidad que gestiona el Teléfono de la Esperanza– y miembro de los consejos asesores de Fundesplai y de la Federación de Entidades con Proyectos de Pisos de Pisos de Pisos.
El mismo día que Morist fue nombrado presidente de la Mesa del Tercer Sector, el ARA le entrevistó. "Pedimos más papeles para recibir una prestación social que para realizar un trámite bancario", se quejaba. El activista igualadino, de carácter siempre afable, nunca perdía la oportunidad de reivindicar la financiación estable de las entidades a través de la ley del tercer sector, que en estos momentos se está tramitando en el Parlament. Éste era uno de los grandes objetivos de su mandato. El último acto público de Morist fue este mismo lunes, en la presentación del Barómetro de la Mesa del Tercer Sector.
Condolencias desde la clase política
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha sido uno de los primeros dirigentes en reaccionar al traspaso del presidente de la Mesa de Entidades del Tercer Sector Social de Catalunya. "Consternado por la muerte de Enric Morist, defensor de los derechos sociales y una persona comprometida con el diálogo social para ayudar a las personas más vulnerables y conseguir una sociedad mejor. Mi sentido pésame a sus familiares y amistades", ha dicho Illa en un mensaje a X. A finales de noviembre ambos se reunieron en Palau y Morist reclamó a Illa fortalecer las políticas sociales. También apostó por que los presupuestos del 2025 y la financiación singular incluyan medidas para combatir la pobreza y la exclusión.
"Profundamente impactado por la muerte de Enric Morist. Una persona comprometida, persistente, amable, íntegra, siempre dispuesta a ayudar. Hoy la lucha por la dignidad de las personas es algo más huérfana. Continuaremos su legado", ha recordado el expresidente de la Generalitat Pere Aragonès. Carles Puigdemont también lamentó el vacío que deja Morist.
El alcalde de Igualada, Marc Castells, también ha reaccionado a la muerte súbita de Morist. "Igualadí implicadísimo en su trabajo, cercano y clave en la ayuda humanitaria en todo el mundo", le ha descrito Castells. "La muerte de Enric Morist nos deja sin uno de los referentes en la defensa de los derechos sociales y la lucha contra la pobreza", ha dicho la ex consellera y portavoz de ERC en el Parlament, Ester Capella. "Por encima de todo y siempre has sido una muy buena persona, que siempre, siempre, siempre ha ayudado a los demás. Un abrazo inmenso, amigo", ha twittado el exconseller de Interior Miquel Buch.