Sinhogares expulsados del albergue de Badalona acampan frente al despacho de Albiol
Usuarios del albergue que cerró el Ayuntamiento reclaman que vuelva a abrir el servicio
BarcelonaAcampada frente al Ayuntamiento de la Badalona del popular Xavier García Albiol. Una parte de las personas que se quedaron al raso por el cierre del albergue de Can Bofí Vell se preparan para pasar la noche frente al consistorio, de donde salió la orden de clausurar el único servicio de emergencia de la zona que atendía a personas en la más extrema pobreza. Reclaman que reabre el espacio, donde dicen sentirse seguros. "Hemos vuelto a la calle y eso es muy duro, sobre todo estos días de lluvia", explica Douniane Baarab, a modo de resumen de la situación del colectivo.
Han pasado 17 días desde que Albiol ordenara cerrar las puertas de Can Bofí Vell, lo que obligó a los 45 residentes a volver a la calle. Desde entonces, sólo uno de los usuarios del albergue ha logrado evitar volver al raso. Ahora ocupa plaza en un servicio gracias en la movilización de entidades sociales que barajaron los recursos abiertos fuera del área, porque el de Can Bofí era el único espacio de emergencia tanto en Badalona, gobernado por el PP con mayoría, como en las localidades vecinas con alcaldesas socialistas, Sant Adrià del Besòs y Santa Paloma de Gramenet.
El resto de usuarios están instalados en bancos y plazas de la ciudad, y quienes han tenido más suerte han podido pasar alguna noche en casa de algún amigo que les ha acogido temporalmente o han encontrado una barraca. Es el caso de José Rodríguez, quien de la pensión mínima que cobra por invalidez debe destinar 200 euros al "techo" que le ofrece un asentamiento hecho con "palés y puertas viejas" en la montaña. "Peor es estar mojándose en la calle o pasando aún más frío", asegura este hombre.
Los afectados están siendo atendidos por entidades sociales, encabezadas por Badalona Acull, así como los servicios sociales municipales, que están desbordados y tampoco disponen de servicios para derivar a estas personas en función de sus necesidades. El presidente de la ONG, Jaume Ventura, se indigna por la "decisión política" del consistorio de cerrar el albergue y "dejar abandonados de la mano de Dios" a estas personas, muchas de las cuales arrastran secuelas y todavía se recuperan de enfermedades u operaciones graves. En este sentido, cita el caso de Rocío, que desde el cierre del albergue, el 29 de abril, ha sido ingresada tres veces en el Hospital de Can Ruti. Además, entre el colectivo existe también una alta incidencia de trastornos mentales. Por todo ello, el activista expone que "muchos no tienen ánimo para nada" y deben buscar comida en la basura.
170 personas durmiendo al raso
Los de Can Bofí Vell se suman a las más de 170 personas que duermen al raso en las calles de la ciudad, según el último recuento de hace un año, que no tenía en cuenta los que sobreviven en las naves y otros espacios abandonados, que acogen a más de 200 personas. Ventura alerta de que el sinhogarismo aún se puede agravar más porque en las próximas semanas existen órdenes de desalojo que afectan a varios de estos asentamientos informales.
El albergue se cerró el 29 de abril después de que la cooperativa Suara, que gestionaba el servicio desde que se abrió en el 2020 por la emergencia pandémica, declarara la imposibilidad de continuar por las facturas impagadas de Ayuntamiento. El consistorio anunció que buscaría una solución con la construcción de un edificio con 26 plazas de emergencia y una promoción de 20 viviendas sociales. De momento, no se detalló nada más sobre el proyecto, pero en declaraciones a Badalona TV el primer teniente de alcalde, Juan Fernández, explicaba que el Ayuntamiento no podía garantizar "de por vida y gratuitamente" un techo a ninguna persona .