La familia de Josep Lluís Ortega Monasterio se querella contra 3Cat por el documental 'Murs de silenci'
Los herederos acusan a la CCMA de atentar contra el honor del cantautor y exigen una indemnización de un millón de euros
GeronaEl pasado noviembre 3Cat emitió Muros de silencio. Gran Escala 2000,un documental de tres episodios que vinculaba directamente a la figura del famoso cantautor de habaneras Josep Lluís Ortega Monasterio (1918-2004) con Antolín Fernández, un proxeneta condenado por robos, violencia y prostitución ilegal. Ante estas graves acusaciones, la familia del compositor ha decidido acometer acciones legales contra la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) y ha presentado una querella contra el derecho al honor de su antepasado, que ya ha sido admitida a trámite.
En el documental, realizado por los periodistas Anna Teixidor y Marc Faro, se pone el foco sobre el prostíbulo de lujo de Ventalló de los años 90 Gran Escala 2000, se dice que era muy frecuentado por las élites, y se explica que se explotaban chicas menores de edad. El local era propiedad de Antolín Fernández y su hermana. La familia denuncia que en el reportaje se infiere que el autor de canciones míticas como Mi abuelo aparece como un cliente habitual del local y como una especie de propietario a la sombra de otro puticlub en Huesca (el Txoco), regentado también por Fernández.
3Cat, los herederos exigen una indemnización de un millón de euros, que destinarán a promocionar la figura del cantautor. Está previsto que la primera audiencia previa se celebre pasado el verano y la familia pide la máxima celeridad posible. Ninguna sentencia judicial en contra
Para defender la inocencia del cantautor, la familia se remite a las sentencias judiciales contra los clubs implicados. "En los juicios que se hicieron contra el Txoco y el Gran Escala 2000, que acabaron con las condenas de los propietarios, no se llamó en ningún momento ni a Ortega Monasterio ni a su mujer; tampoco fueron citados ni siquiera como testigos", defiende Koldo Ortega Monasterio, nieto del músico. Más allá del recorrido de la demanda contra 3Cat, él ha puesto en marcha una campaña de apoyo a las redes para recuperar el prestigio de su abuelo.
La familia argumenta que Ortega Monasterio, cuando era militar en Huesca, fue víctima de una conjura del ejército franquista, ya que era de ideología progresista, cercano a la Unión Militar Democrática (UMD), y quisieron apartarle del cuerpo con un tribunal de honor. "Las únicas pruebas de TV3 que vinculan a mi abuelo con el prostíbulo de Huesca son los informes manipulados de la Guardia Civil que utilizaron los militares franquistas en los años 60 para desprestigiarle", argumenta el nieto, quien también recuerda que, tras la transición, la Audiencia Nacional declaró nulo.
En cuanto a los testigos que aparecen en el reportaje, la familia denuncia que están descontextualizados y tergiversados. Participa una mujer que trabajó en el Txoco y dice reconocer a Ortega Monasterio en una fotografía y se estremece, y un vecino de Huesca que relata que le ofrecieron trabajo en la barra del local y que descubrió que era un prostíbulo. "La señora solo estuvo tres días en el local y conocía a mi abuelo del pueblo, y el hombre era amigo de mi abuelo y pensaba que le estaban haciendo un documental de homenaje", afirma Koldo Ortega Monasterio.
Igualmente, el documental implica en la trama a la mujer de Ortega Monasterio, Pura Gastón, ya que era la propietaria del inmueble donde se encontraba el Txoco y regentaba una agencia de trabajo en Barcelona, a partir de la cual presuntamente algunas chicas, también menores, llegaban a los clubs de Antolín Ferná. "Mi abuela no sabía qué hacían en ese local, cuando se descubrió no quiso saber nada, y la agencia de trabajo era de mujeres de limpieza, pintores o fontanería. Las testigos que aparecen en el documental no podían venir de la agencia de mi abuela porque son de los años 90 y en ese momento ella ya tenía la empresa cerrada".
Por ahora, los responsables del documental mantienen el silencio a la espera del juicio. En cambio, el sector periodístico sí ha querido expresar su apoyo a la investigación. El documental ha sido galardonado como el mejor trabajo en televisión en los XVI Premis Rahola, promovidos por la Diputació y el Colegio de Periodistas de Girona.