Juguetes

Huggy Wuggy, el peluche que tus hijos quieren pero no deberían tener

El muñeco, que se ha popularizado en todo el mundo, puede generar nuevos miedos entre los niños o normalizar la violencia

BarcelonaHay por todas partes: en las tiendas de juguetes, en las escuelas, en las fiestas mayores e incluso a las paradas de souvenirs de municipios costeros. Se llama Huggy Wuggy (el nombre que proviene de hug, 'abrazo' en inglés), un muñeco con una gran boca y dientes afilados protagonista del videojuego de terror Poppy Playtime. El original es de color azul pero debido al éxito que está teniendo entre los niños su familia ha crecido y ya hay uno de color rosa, que se llama Kissy Missy (proviene de kiss, 'beso' en inglés), o de los colores del arcoíris, entre muchos otros.

Su misión en el videojuego, que transcurre en una fábrica de juguetes abandonada y donde el participante se tiene que ir escapando de juguetes malvados, es abrazar hasta dejar sin aliento. A pesar de que el videojuego no se recomienda para niños de menos de 12 años, Huggy Wuggy se ha viralizado, gracias sobre todo a YouTube y TikTok, en todo el mundo (solo hay que hacer una búsqueda en cualquier red social) hasta el punto que ha conseguido salir de las pantallas y convertir su formato de peluche en uno de los más reclamados entre los niños de 5 a 12 años. Su popularidad es tan elevada que incluso cuerpos de policías locales, como el de Santa Pola en Alicante, han publicado un post en Facebook alertando a los padres de lo que hay detrás de este peluche. "El problema no es su popularidad entre los niños de 6 a 15 años sino que tanto en los vídeos como en el juego, el muñeco amenaza a quien lo vea con abrazarlo hasta asfixiarlo", alerta la policía. Además, el cuerpo de seguridad añade que se han viralizado varias escenas donde se le ve protagonizando acciones muy violentas que no son adecuadas para niños de cortas edades. "Por lo tanto, ¡todos a ejercer el rol de padres y controlar un poco lo que ven los pequeños!", reclama el post de Facebook, que también alerta de la presencia de Kissy Missy.

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¿Pero cuáles son las consecuencias de que el niño vea un contenido, en este caso de terror, que no es adecuado para su edad?

"En las edades tempranas los niños no diferencian entre fantasía y realidad", explica la maestra y profesora del máster de Educación y TIC de la UOC Cristina Carbonell, que también es autora del blog cristic.com. Por lo tanto, apunta, exponer a un niño pequeño en un contenido de terror puede hacer que surjan nuevos miedos (como la oscuridad o elementos que asocie con aquello que lo asustó), pensamientos intrusivos, imitar escenas que observa o normalizar la violencia.

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"Si tienes un niño de 8 años no lo dejarías en el sofá solo viendo una película de terror; por lo tanto, tampoco lo dejes jugando solo a este videojuego", añade Amalia Gordóvil, psicóloga y profesora de estudios de psicología y ciencias de la educación de la UOC. "Como padres es importante saber a qué juega y cómo es tu hijo, puesto que hay niños que toleran más el miedo que otros", apunta Gordóvil.

Es el caso del hijo de Joan Sánchez. Tiene seis años y a pesar de que no ha visto nunca el videojuego empezó a decir por las noches que no podía dormir porque tenía miedo del Huggy Wuggy. Al principio Joan y su pareja no le dieron mucha importancia porque no sabían ni qué era, pero como noche tras noche se repetía la situación lo buscaron en internet. "Le explicamos que era un muñeco, que no existe, que era un juego para niños más grandes... el problema, sin embargo, es que muchos de sus compañeros de clase lo tenían", explica Joan. "Después de varias noches movidas finalmente lo fue interiorizando", añade.

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¿Qué sabes del personaje?

Cuando el niño ya conoce el juego, lo primero que se tiene que preguntar es qué sabe del personaje y qué piensa, explica Carbonell. Después, indica, hay que aclarar que es un personaje ficticio, no normalizar la violencia, explicar qué hacer si encuentra un contenido en internet que lo incomoda, adaptando las explicaciones a la edad del niño. "Cuando un juego se populariza también hay que poner límites aunque genere un conflicto con tus hijos, límites como prohibirle que juegue o sencillamente jugar con él", añade Gordóvil.

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Pero tal como alerta la policía local de Santa Pola y como le pasó a Joan, seguramente muchos de los padres no son conscientes de quién es este personaje y lo ven solo como cualquier otro peluche que quiere su hijo. En este sentido, Carbonell recuerda que la mayoría de niños lo quieren porque lo han visto en alguna tienda, en la feria o porque lo tienen sus amigos y su único objetivo es jugar con él con toda la inocencia. Ahora bien, también añade que hay una parte de los menores que habrá oído hablar del muñeco y lo utilizará para jugar a asustar y dar miedo. En este sentido, recomienda estar atentos a aquello que ven a niños y seguir las recomendaciones de edad. "El problema no es el muñeco en sí, sino lo que pueda haber detrás", insiste Carbonell.