Cierra el Club de Mar de Sitges, desahuciado por el Estado
El desalojo llega cinco meses después de que los tribunales catalanes frenaran una orden de derribo del gobierno español
Sitges / BarcelonaEl Club de Mar de Sitges se ha vaciado este martes a contrarreloj después de que el Estado pidiera el desahucio de la entidad y éste finalmente haya sido avalado por los tribunales. Se trata del desenlace de un litigio que el club de Sitges mantiene con el ministerio de Transición Ecológica (MITECO) desde hace meses para intentar evitar que se derribe el espacio. Finalmente, la entidad debe cumplir con la notificación que recibieron el pasado jueves, 16 de octubre, y dejarlo.
El gobierno español argumenta que el club se encuentra en dominio marítimo-terrestre y que incumple la ley de costas y la Audiencia de Barcelona está de acuerdo: ha concluido que el Club de Mar de Sitges debe bajar la persiana y devolver el espacio al estado español al considerar que está situado en un espacio de dominio. "Han desaparecer 73 años de historia de un día para otro", lamenta la junta de la entidad, que tiene más de 340 socios, en declaraciones al ACN. Ven el desalojo "incomprensible" y denuncian que les han dado muy poco tiempo para organizarse y despejar las instalaciones.
El pasado mes de mayo el TSJC detuvo el derribo del club propuesto por el gobierno español después de los recursos judiciales del club náutico. Pero esa pequeña victoria ahora queda en el olvido, y Benjamin Cervera, vicepresidente náutico del Club de Mar, evidencia la frustración del colectivo. "Hicimos un esfuerzo económico para contratar a abogados que detuvieran el derribo, pero ahora nos encontramos con la desagradable sorpresa que nos echan", lamenta.
El conflicto, sin embargo, viene de lejos: en el 2018, el ministerio ya envió una notificación en la que les acusaban de ocupación ilegal en el paseo de la Ribera de Sitges, y les hacían pagar 60.000 euros. "Nos decían que era una sanción leve, pero que teníamos que pagarlo", continúa Fuster-Fabra, exvicepresidente y portavoz, quien afirma que pagaron el importe, y luego lo recorrieron, sin suerte.
"Si el pasado mayo teníamos esperanza de que podríamos continuar, la semana pasada se nos aniquiló", añade la presidenta de la asociación, Gemma Marcé, en declaraciones al ARA. El Club de Mar de Sitges ha estado en funcionamiento desde 1952 y es una institución en lo que se refiere a deportes náuticos. Para cerrarlo, el Estado denuncia que las instalaciones, que miden 1.800 m² en primera línea de mar, incumplen la ley y actúan sin licencia de actividad. Cervera defiende que la entidad se fundó amparándose en una ley de costas "obsoleta", y cree que el espacio es una "necesidad" para poder cubrir la demanda de la práctica de actividades marítimas de la zona y "garantizar el futuro del deporte náutico en Catalunya".
"Seguiremos luchando y hablaremos con quien haga falta"
"No sabemos si habrá derribo inmediato también, pero sabemos que lo habrá seguro, porque tenemos conocimiento de la empresa con la que han contactado para hacerlo", asegura Marcé. De momento, los materiales y el mobiliario del club permanecerán en unas naves mientras la entidad acaba de decidir cómo afronta su futuro.
Aunque tienen claro que a primera hora del jueves deben entregar las llaves del club, la junta quiere presentar un concurso de acreedores como solución para la treintena de trabajadores. Además, ya han presentado un recurso judicial para pedir el derecho de uso del espacio y evitar así conflictos y vandalismo una vez quede abandonado. "Mientras el edificio siga de pie, continuaremos luchando y hablaremos con quien haga falta", comenta el vicepresidente.
Los socios del Club de Mar están también muy molestos con la Generalitat y el Ayuntamiento de Sitges. El consistorio dice que ha pedido la cesión de uso a nivel municipal, y la junta cree que esto no es cierto: según Cervera, el Estado ya les había negado esta petición "por activa y por pasiva". En cuanto a la Generalitat, el club les reprocha la complicidad con el desahucio y la falta a la hora de defender el deporte náutico catalán. En este sentido, asegura que el gobierno español ha cerrado otros clubs del mismo estilo en los últimos años, como el de Cabrera o el de Pineda de Mar, y que existen otros 18 en situación similar.