Discriminación

Multa por ofrecer trabajo solo a "mujeres de más de 40 años"

Inspección considera que el anuncio para cubrir una vacante para atender en la tienda era discriminatorio

BarcelonaEn previsión de que la única trabajadora de la empresa estaba a punto de jubilarse, Javier Marcos colgó en el portal Infojobs ofertas de trabajo: “Dependienta de tienda, mujer con edad mínima 40 años” y otra en la que se leía “Requisitos mínimos: mujer de más de 40 años”. El anuncio le ha costado una multa de 7.501 euros por una doble discriminación de género y de edad, una acusación que el pequeño empresario en cuestión rechaza. Explica que en su pequeña empresa de montaje y venta de cortinas son cuatro hombres trabajadores y una mujer, que se acaba de jubilar con 68 años. Para cubrir su plaza puso los anuncios con el requisito de ser mujer y la edad porque la dependienta tiene que tratar con una clientela mayoritariamente femenina y mayor del barrio del Fort Pienc de Barcelona y, además, defiende que lo hizo por la “conciencia” de que son precisamente las mujeres de más de 40 años las que lo tienen más difícil para acceder al mercado laboral. “No lo hice para discriminar a nadie sino para ayudar a un colectivo al que le cuesta mucho encontrar trabajo –se excusa Marcos–. Nadie me avisó, ni en Infojobs. Ha sido por ignorancia”.

El anuncio llamó la atención a Inspección de Trabajo, que a finales de septiembre del año pasado avisó a la empresa de que abría un expediente sancionador. En ese momento la oferta ya se había retirado del portal, y desde la tienda dicen que querían un perfil similar a la persona que se jubilaba. Pero el argumento no convenció y, en la resolución del expediente, los dos inspectores firmantes recuerdan que tanto la Constitución como el artículo 5 de la ley de igualdad 3/2007 blindan la igualdad de trato y oportunidades de hombres y mujeres. Además, citan los preceptos del Estatuto de los Trabajadores, una directiva europea del 2016 y el convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo para confirmar que los casos en los que se puede especificar el sexo son contadas ocasiones, solo cuando “por la naturaleza de las actividades profesionales concretas o por el contexto en el que se lleven a cabo, esta característica constituya un requisito profesional esencial y determinante, siempre que el objetivo sea legítimo y el requisito proporcionado”. El caso de la dependienta de cortinas no se ajusta a este supuesto y no hay razón para elegir entre hombre o mujer, de más o menos de 40 años, porque unos y otros pueden ejercer la tarea “sin perjuicio de la calidad ni los intereses empresariales”. En definitiva, se resuelve que Marcos ha cometido una discriminación en toda regla.

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En un solo pago

“Pensaba que tendría cola de candidatas y lo que tengo es una multa”, se queja el empresario barcelonés, a quien el único consuelo que le queda es que, si paga en los diez días posteriores a la llegada de la carta de pago, la sanción se reducirá un 40% y podrá rebajarse hasta los 4.500 euros. “Es mucho dinero, creo que se han pasado diez pueblos”, insiste. El empresario, de 60 años y con tres décadas en el negocio de las cortinas, acepta que ya no le queda ninguna otra alternativa que pagar la multa y, en este sentido, pide poder prorratear la cantidad. Pagar y “el derecho a la pataleta”. Y que “ningún otro primavera pase por lo que paso yo”.

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Ahora, dice, ya ha aprendido a tomárselo mejor, pero con la llegada de la sanción admite que lo pasó fatal. Y se enfada cuando piensa que a él lo han multado por una oferta para mujeres, mientras que la Generalitat hace campañas publicitarias ofreciendo plazas para bomberas y policías para equilibrar las plantillas históricamente masculinizadas. “¿Cuál es la diferencia entre los dos anuncios? Que ellos son el Govern”, se expresa.

Paradojas de la vida, ahora la tienda la atienden una mujer de 27 años y una de más de 40 a media jornada. Ha tenido dos trabajadoras de más de 40 años, como pedía en el anuncio, pero por poco tiempo. “Han salido rana”, dice medio riendo.